Belén Succi, el alma de Las Leonas: le dedicó a su hijo la “medalla de la vida” y sigue siendo un ejemplo cerca del retiro

A los 36 años, la encargada de cuidar el arco de la selección argentina femenina de hockey sobre césped mantiene su alto nivel y es una de las claves en un equipo que sueña con ser otra vez campeón del mundo después de más de una década

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Belén Succi, un emblema de
Belén Succi, un emblema de Las Leonas (Reuters)

Después del agónico triunfo ante Inglaterra que clasificó a Las Leonas a las semifinales del Mundial de hockey femenino, todas las miradas se fueron con ella. Belén Succi fue la gran protagonista en el cierre del partido con dos atajadas que dejaron a la selección argentina en la siguiente ronda camino a su sueño de pelear el título en España.

“Ni idea tenía de cuánto quedaba, si podía evitar los penales, los evitaba, aunque me tenía fe. Sabía que teníamos que dejar la vida”, dijo la arquera tras ser decisiva. Una vez más, como tantas otras que le valieron medallas olímpicas o títulos mundiales. Justamente, Succi es la única sobreviviente del plantel que se coronó campeón del mundo en Rosario 2010, aquella fiesta deportiva que se organizó en la ciudad de la leyenda Luciana Aymar y que tuvo a una de las mejores de todos los tiempos en la disciplina como estrella máxima.

Succi vive el hockey de una manera particular. Para ella, vestir los colores argentinos tiene un condimento especial. “Que la camiseta sangre por estos colores”, les dijo al resto de sus compañeras en la antesala de un duelo clave en los últimos Juegos Olímpicos de Tokio, un ejemplo de superación para ella y su relación con su hijo Bautista, al que tantas veces tuvo que despedir entre lágrimas para irse a una larga gira o concentración con la Selección.

Pero antes de ser madre y transformarse en un ícono del hockey argentino, la historia cuenta que Succi llegó a su lugar en el mundo porque no le gustaba cansarse cuando practicaba una disciplina en el Club Atlético San Isidro, el lugar que la vio crecer. “Hacer tanto deporte me desgastaba, me cansaba mucho, así que fui al arco por vaga, para moverme menos”, confesó en una entrevista en la TV Pública, al recordar cómo llegó a convertirse en arquera mientras también hacía otros deportes como natación y handball.

Su camino en el seleccionado comenzó de muy joven, recién pasados los 20 años, pero se convirtió en dueña del arco argentino tras el retiro de Paola Vukojicic, luego del bronce en los JJOO de Beijing 2008. Así fue que, mientras ya era la dueña indiscutida del puesto, y había logrado ser campeona del mundo, una noticia le cambió la vida para siempre. Pocos meses antes de Londres 2012, Belén se enteró de que estaba embarazada.

Succi junto a su hijo
Succi junto a su hijo Bautista (@belensucci)

La noticia cayó como un balde de agua fría en un equipo que estaba preparado para luchar por el oro olímpico. Es más, la propia Aymar habló de lo sucedido en la antesala y remarcó lo duro que iba a ser para ellas competir sin una de las baluartes del combinado nacional. “Podría haber esperado tres meses más”, llegó a decir Lucha. A pesar de eso, Las Leonas se subieron al podio y, tras el nacimiento de Bauti, Succi volvió al arco. Pero, claro, no fue fácil después de atravesar el proceso de la maternidad.

Su cuerpo cambió y ella tuvo que trabajar para recuperar su estado físico tras el embarazo. A las pocas semanas después de dar a luz ya estaba en el gimnasio, preparándose para el regreso al arco del seleccionado. Su familia la ayudó y a los pocos meses recuperó su condición de titular indiscutida del seleccionado.

El camino no fue todo color de rosa para Belén. Después de varios conflictos internos en la Confederación de Hockey, pensó en retirarse. Pero el amor por la camiseta fue más fuerte. Se quedó y, como pasó en varias ocasiones, fue parte de cambios generacionales entre las jugadores. Y también del vaivén de entrenadores que tuvo el primer equipo hasta el regreso de Chapa Retegui.

La eliminación en los cuartos de final de Río 2016 a manos de los Países Bajos fue un duro golpe, pero el conjunto femenino se recuperó y, en el proceso para Tokio, volvieron a ser campeonas panamericanas, lo que les dio el pasaje directo para Tokio. Ahí, Succi emocionó a toda Argentina con una enseñanza para su hijo, el mismo con el que compartió el encierro durante la pandemia.

La emoción de la experimentada
La emoción de la experimentada arquera en Tokio 2020 (REUTERS/Hamad I Mohammed)

“Decís hay que dejar la vida, no hay que bajar los brazos en pandemia, la pandemia no me va a ganar. Voy a llegar al Juego Olímpico aunque mi hijo me tenga que bancar un año más entrenando en casa. Es eso. Lo estoy llamando, está en el colegio, quiero que lo saquen para decirle que mamá va a ir a una final que es de la vida. Le dije cuando venía acá que si mamá llevaba una medalla a casa, era una medalla de la vida. De haber afrontado una pandemia juntos, de haber estudiado todo segundo grado juntos, de haber entrenado juntos en casa... Es una medalla de la vida”, dijo Belén con lágrimas en sus ojos luego de ser vital en la definición de las semifinales ante India.

“Es así la vida, uno no tiene que bajar nunca los brazos. Es la enseñanza que le dejo a mi hijo todos los días. Lo más fácil para mí hubiese sido que cuando se decretó la pandemia, me tirara en un sillón, pero no es mi personalidad. Menos con la pasión que tengo por la camiseta de Argentina. Y por la enseñanza: soy docente y educar a través del deporte es lo mío. Esa es la enseñanza que le estoy dejando a mi hijo. Mamá dejó todo, peleó con su equipo”, agregó en la previa a una final que la volvió a enfrentar contra las neerlandesas.

Como había sucedido en otras ocasiones, las de naranja se quedaron con el premio mayor. Pero colgarse la plata fue muy valioso para la experimentada arquera, que apenas terminó el partido por la dorada, se sentó en el arco y comenzó a llorar sin consuelo.

En pocas horas, Succi volverá al escenario más importante del hockey femenino mundial. Las Leonas están entre las cuatro mejores y se verán las caras con Alemania por el pase a la final del torneo que se juega en Terrassa, España. Quien fue votada en cuatro ocasiones como la mejor arquera del mundo, ganadora de múltiples torneos con la Selección, está a un paso de decirle adiós al equipo en el que vivió sus mejores años. Pero antes, sabiendo de su exigencia personal y para con el grupo, buscará regalarle una medalla más a Bautista, su motor en la vida y el que la impulsó a seguir defendiendo los colores que tanto ama.

Succi busca retirarse con una
Succi busca retirarse con una nueva medalla para la selección argentina de hockey (REUTERS/Bernadett Szabo)

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