* Benedetto contó el diálogo con su hijo tras la eliminación de la Libertadores
Darío Benedetto es uno de los emblemas de Boca Juniors. Catalogado para muchos como el mejor centrodelantero que vistió la camiseta azul y oro después del recordado pasó de Martín Palermo, el Pipa fue el primer jugador del actual plantel que se decidió a hablar tras el conflicto que se generó luego de la eliminación por penales del equipo en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El número 9 se llevó todas las miradas en la Bombonera hace poco más de una semana. En el final del primer tiempo, el ex atacante del Olympique de Marsella erró el primer tiro desde los 12 pasos, y luego, cuando tenía la chance de darle el pase a la próxima ronda al Xeneize en el quinto penal de la tanda decisiva, volvió a fallar. Eso fue un duro golpe que lo atormentó y lo hizo acostar “a las 7.30 de la mañana”, como dijo durante la entrevista en Equipo F por ESPN.
Más allá de la situación que le tocó vivir en el campo de juego, del que se fue envuelto en lágrimas por la derrota de Boca, Benedetto recordó la escena cuando se encontró con sus íntimos tras la decepción de la eliminación. “Llego a casa y lo primero que quiero hacer es abrazar a mis hijos. El nene mío pregunta… Cuando es de noche los días de semana no lo podemos llevar en la Copa porque al otro día se levanta temprano para ir a la escuela y termina muy cansado, y después le cuesta”, dijo el Pipa en el inicio de su relato.
¿Cómo fue el diálogo con su pequeño hijo? “Cuando voy al otro día me dice ‘¿Por qué quedamos afuera?… Porque papá erró dos penales’... ¿Por qué erraste dos penales?’ y arranca con las preguntas y me hace entrar de vuelta en los recuerdos de que erre dos penales y no para nunca”, recordó haciendo una mueca de risa.
“La familia está bien, son los que siempre están apoyando, están bancando. En los momentos malos, en los buenos. Yo me apoyo mucho en mi esposa y en mis dos hijos, que la verdad, cuando llego a casa y me dan un abrazo se me pasa todo”, completó Benedetto sobre el valor de los más cercanos para superar el momento más difícil desde que volvió al Xeneize tras su paso por el fútbol europeo.
Además de hablar de cómo fueron las horas posteriores a la eliminación, Benedetto también confesó que no volvió a ver sus ejecuciones. “No lo quise volver a ver. Si pateo mil veces al mismo lugar, no me sale nunca más, pero los penales los erra el que patea. Me iba a enojar feo si no pateaba en la tanda de penales, por más que haya errado en el primer tiempo”.
“Me sentí muy culpable (de la eliminación), por eso las lágrimas, lo pienso como jugador y sé lo que piensa el hincha, por eso me dolió mucho quedar afuera. 7.30 de la mañana me dormí. Con mucha bronca, me movía de la cama, transpiraba, me despertaba, me agarraba frío, miraba el techo, no lo podía creer. Me dolió mucho quedar afuera de esa manera”, agregó Pipa sobre las horas posteriores a la caída ante Corinthians y su sufrimiento.
Más allá de la eliminación, Benedetto no esquivó la pregunta sobre la situación del capitán Carlos Izquierdoz, que fue uno de los apuntados por la reunión el día previo al duelo contra los brasileños por premios adeudados que habría generado rispideces con el Consejo de Fútbol que lidera Juan Román Riquelme y que derivó en que salga del equipo titular en el clásico ante San Lorenzo.
“Me duele su salida porque soy muy amigo y lo quiero mucho. He pasado por muchos capitanes en los clubes que estuve y de todos me quedo con Cali, le daría la cinta toda la vida. Porque es profesional, buena gente, sabe cómo llevar un grupo, sabe cómo pelear los premios. Tiene todo lo que tiene que tener un capitán, trabaja, es profesional, se cuida con las comidas, es el primero que llega y el último que se va. Es un tipo al que no le podés decir absolutamente nada”, expresó el delantero sobre su relación con el Cali.
Por último, de cara al duelo contra Talleres del próximo sábado, que será el regreso del equipo a jugar como local, Pipa fue contundente sobre su relación con el público xeneize. “Yo soy un agradecido con todos los hinchas de Boca, incluso después del partido de Corinthians eran todos mensajes de aliento en las redes sociales. Nunca me van a alcanzar las palabras de agradecimiento con todos ellos”.
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