El primer gran boom de Lionel Messi con la camiseta de la selección argentina fue en enero de 2005, cuando disputó el Campeonato Sudamericano Sub 20. Hacía apenas un par de meses había debutado de manera oficial con el Barcelona y, a la distancia, el habilidoso zurdo nacido en Rosario empezó a llamar la atención en su país natal. Como en cada receso, la Pulga viajó a Rosario para reencontrarse con familiares y amigos. Y en uno de esos lapsos fue que se originó la historia de su foto en el Coloso del Parque Independencia con la camiseta de Newell’s.
Desde la AFA ya habían cerrado la convocatoria del juvenil argentino del Barça, que fue citado por Hugo Tocalli para el campeonato clasificatorio al Mundial de la categoría en Holanda. Messi venía de hacer ruido en Colombia: marcó 5 goles en el certamen y quedó detrás del máximo artillero Hugo Rodallega. Los argentinos arrasaron en la primera ronda con goleadas ante Venezuela (3-0), Bolivia (4-0) y Perú (6-0), más un empate con los locales, pero aflojaron en la segunda fase (empataron tres cotejos) y apenas se impusieron ante la Vinotinto y Brasil (con un tanto de Leo sobre el final).
Antes del Sudamericano, Messi había disputado con el club catalán cinco partidos por la Liga, uno por la Copa del Rey y uno por la Champions League. Integró en la Albiceleste un plantel que tenía nombres como los de Oscar Ustari, Ezequiel Garay, Jonatan Maidana, Lautaro Formica, Pablo Zabaleta, Lucas Biglia, el Chaco Torres, Neri Cardozo, Marcelo Bravo, el Principito Sosa, el Pitu Barrientos, Ezequiel Lavezzi, el Látigo Peirone, Mauro Boselli y Federico Almerares. Con apenas 17 años, cuando retornó a España recién volvió a sumar minutos a mediados de abril, en un duelo contra Getafe. Y el 1° de mayo de 2005 se estrenó en la red frente al Albacete tras la deliciosa asistencia de Ronaldinho.
Barcelona le llevaba 6 puntos de diferencia al Real Madrid en la punta a falta de cuatro partidos para el final y el holandés Frank Rijkaard ya no volvió a utilizar a Messi, a quien le otorgaron una licencia temprana en vísperas del Mundial Sub 20 que arrancó en junio de ese 2005. A fines de mayo, Lionel ya andaba por sus pagos. Y como no podía ser de otra forma, se dirigió al Coloso para ver un partido de Newell’s ante San Lorenzo, por la Fecha 15 del Torneo Clausura. El dato curioso es que ese mismo día, a la misma hora, un Barça que ya se había proclamado campeón en España disputaba la última jornada de la competición como visitante de la Real Sociedad.
“¿QUERÉS SACARTE UNA FOTO CON UN JUGADOR DEL BARCELONA?”
Quien aparece al lado de la icónica foto de Lionel Messi en el estadio de Newell’s es Alejandro Foglia, quien tantas veces fue recortado y editado para que el rey del fútbol se vea en solitario en una imagen muy replicada en las redes, sobre todo en el mundo leproso. Este fanático oriundo de San Pedro que heredó la pasión por la rojinegra de su abuelo y padre se hizo conocido en el Coloso por colgar una bandera cerca del túnel local con el nombre de su localidad. Y justamente ese sábado 28 de mayo coincidió con Messi en la misma Platea Este Baja (la que las cámaras enfocan durante las transmisiones oficiales de los partidos).
En realidad, Alejandro no tenía ni idea de quién era Messi. Había escuchado que un pibe surgido en las infantiles leprosas estaba por despegar en Barcelona y venía de convertir algunos goles en el Sub 20, pero jamás lo hubiera identificado por su rostro de no haber sido por su hermano. Pasadas las 2 de la tarde, los sampedrinos ingresaron a la cancha y se dedicaron a colgar su bandera. El partido entre el Newell’s de Arsenio Ribeca (sucesor del Tolo Gallego, que había sido campeón en el torneo anterior) y el San Lorenzo del interino Gabriel Rodríguez recién empezaría a las 16.10, por lo que hubo tiempo de sobra en la previa.
Christian, hermano de Alejandro, quien había estudiado en Rosario y lo llevaba a todos los partidos de Newell’s de local, divisó a la joya del Barcelona entre el público que empezaba a colmar la tribuna.
—Ale, ¿querés sacarte una foto con un jugador del Barcelona?
—¿Cómo con un jugador del Barcelona? ¿Quién está?
—Ese que está ahí es Messi, el argentino que está en la Reserva del Barcelona y ya pisando Primera.
—Sí, obvio, vamos.
Ese fue el diálogo que antecedió al llamado de los sampedrinos a un conocido fotógrafo llamado Félix Falcón, quien no se opuso a pasarse a la platea para tomar la instantánea. Leo estaba sentado junto a alguien a quien Alejandro no pudo reconocer, pero asegura que no era su papá. Se acercaron hasta su posición y le preguntaron si le podía firmar la camiseta que llevaba puesta (una alternativa marca TBS con la que Newell’s se había consagrado el año anterior) y una revista llamada La Previa que regalaban en los ingresos al estadio. Messi accedió amablemente y su acompañante se apartó.
Justo cuando el fotógrafo estaba por disparar el flash, el mismísimo Messi se sacó la campera de jean que llevaba puesta y le preguntó al hermano de Alejandro si le prestaba la camiseta de Newell’s. La consulta los tomó por sorpresa; la respuesta fue obvia. El pibe del Barrio La Bajada en la zona Sur de Rosario se calzó la casaca mangas largas con los colores clásicos que patrocinaba la marca que lo acompañaría toda su carrera y sonrió.
Esa tarde San Lorenzo, que contó con el Pocho Lavezzi y Barrientos de titulares más el ingreso de Zabaleta (todos compañeros del Sub 20), arrancó arriba en el tanteador por el gol de Germán Herrera, segundo más silbado por los fanáticos locales detrás del Chacho Coudet (ambos con pasado en Central). En el segundo tiempo, Messi gritó el gol de Luciano Vella, que contó con la complicidad de Agustín Orión (se le escapó la pelota en el aire). En tiempo de descuento, el arquero paraguayo Justo Villar le atajó un penal a Walter García, tras la infracción de Gastón Aguirre a Lavezzi. En la Lepra hubo pinceladas de fútbol gracias a la presencia de Ariel Ortega, el Mago Capria y Damián Manso.
El tiempo y la calidad de Messi hizo que la fotografía fuera adquiriendo cada vez más valor. Exactamente 14 días después de pisar el Coloso, el número 18 del seleccionado Sub 20 debutó en el Mundialito de Holanda. No como titular, ya que la dupla de ataque en la derrota ante Estados Unidos estuvo conformada por Pablo Vitti y Gustavo Oberman. Pero desde el segundo encuentro, Argentina fue una aplanadora: ganó sus seis duelos restantes y Messi resultó máximo goleador del torneo, Balón de Oro y Botín de Oro.
En diálogo con Infobae, Alejandro Foglia se equivoca al decir que la que tiene encuadrada en su mesa de luz es una de las pocas fotos de Messi con al camiseta de Newell’s en el Coloso: esa es la única que existe. Tiene de chico jugando en las infantiles de la Lepra y alguna que otra en su casa, pero no en el estadio en el que jugó dos veces por partidos a beneficio de la Fundación del Pupi Zanetti, a los que este profesor de educación física que trabaja en un gimnasio obviamente acudió.
Su fanatismo por Messi creció exponencialmente. De hecho, al poco tiempo, trascendió una bandera que le dedicó al mejor jugador del mundo luego de que replicara el gol de Maradona a los ingleses frente a Getafe en 2007: “Messi: ¿de qué planeta viniste? Porque de qué club ya sé”. Con el correr del tiempo, llegó a adorarlo tanto que se lo tatuó en su gemelo izquierdo aludiendo a su festejo con la camiseta de Maradona en Newell’s tras el fallecimiento de Diego.
“Me gustaría sacarme la duda de si se acuerda de aquel día. Ojalá algún día se me dé y pueda renovar la foto con Leo. Si cumplo eso, ya está, me puedo morir tranquilo. Lo vi jugar al Diego por el showbol en el estadio cubierto de Newell’s, lo vi jugar a Leo en el Coloso y me saqué una foto con él en la cancha. Me falta renovarla y completo todos los sueños”.
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