Llegar a un acuerdo a nivel internacional en el mercado de fichajes sudamericano no es una tarea para nada sencilla. Las esperanzas por parte de River Plate en tener a Miguel Borja entre sus filas estaban por los cielos hasta que un problema propio de Argentina se encargó de pausar todo tipo de gestiones y lentamente dilatar las negociaciones que llevaron mucho trabajo hasta llegar a un punto medio con Junior y Palmeiras: el Banco Central tiene cerradas las transferencias de dólares al exterior desde hace una semana y el Millonario no es la excepción.
El cuadro de Núñez necesitó tener luz verde tanto de los colombianos como de los brasileños para avanzar en las gestiones. Al tener cada uno el 50% de la ficha, Jorge Brito y compañía logró acodar una oferta que alcanzaba los 7 millones de dólares. River estaba listo para transferir la primera parte de aproximadamente 1.5 millones de la misma moneda y así lograr que el delantero viaje al país para realizarse la revisación médica, hasta que de la nada apareció una inesperada traba traba en la rueda.
El Millonario necesita encontrar la solución al problema antes del próximo jueves 7 de julio: si se pasa esa fecha, no podrán anotar a Borja en la lista de la Liga Profesional de Fútbol. La falta de dólares en el país generó la medida por parte del Banco Central y con la salida de Martín Guzmán como Ministro de Economía, el tema se complicaría aún más. Las esperanzas están vinculadas a las determinaciones que tomará Silvina Batakis cuando haga público su primer paquete de medidas.
A la espera de una confirmación oficial de equipo argentino, Borja aguarda en Colombia la autorización para viajar a Buenos Aires para presentar los exámenes médicos y estampar su firma en el contrato. La trasferencia toma más forma aún luego de la particular publicación del atacante en sus historias de Instagram, en donde cita: “El Tiempo de Dios es perfecto”. En paralelo, el jugador se despidió de sus compañeros de Junior con una invitación a un popular restaurante de Barranquilla a cenar.
De estrecha relación con Juan Fernando Quintero, Miguel hasta resignó parte de una deuda que el Palmeiras mantenía con él para que los clubes lleguen a un acuerdo. Los números finales serían 3.5 millones de dólares estadounidenses para el cuadro colombiano y 2 millones al club brasileño junto con una adición de un millón adicional, configurándose finalmente en un movimiento de aproximadamente siete millones. Pero con el estado económico de Argentina y el reloj corriendo hacia el cierre del mercado, la transferencia podría correr un grave riesgo.
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