El penal de Rojo, los trucos de Rossi y Advíncula y el tiro que contuvo el arquero de Boca Juniors
No pasaba nada en el partido entre el Corinthians y Boca Juniors por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Las emociones no abundaron hasta el último tramo del primer tiempo, cuando a los 39 minutos Marcos Rojo forcejeó con Gustavo Mantuan y el árbitro Roberto Tobar sancionó penal. Aunque otra vez Agustín Rossi se vistió de héroe y volvió a salvar a su equipo al contener el remate de Róger Guedes. Pero el arquero xeneize tuvo una estrategia extra más allá de su intuición en las ejecuciones desde los doce pasos.
La jugada de Rojo sobre el volante brasileño fue penal porque le llegó a dar un golpe en la cara. Los jugadores xeneize reclamaron, pero el juez tuvo plena convicción de su decisión y sancionó la falta. Fue en la previa del tiro que se dieron dos curiosidades que le trajeron suerte a Rossi, que sigue demostrando que es un especialista para esta instancia.
Primero el guardameta azul y oro le tiró agua en el punto del penal para demorar el tiro y poner nervioso al ejecutante del Corinthians, Guedes. Luego Luis Advíncula lo tocó dos veces al delantero, en otro gesto que le trajo fortuna a Rossi ya que otra vez adivinó la punta y contuvo su sexto penal en once disparos dentro de los 90 minutos. Cabe destacar Rossi no se adelantó en el tiro.
“Son circunstancias del partido y tuve la suerte de poder adivinar y ayudar al equipo. Uno trabaja en la semana mirando videos”, contó Rossi luego del encuentro en diálogo con ESPN. “Creo que hicimos un gran partido y creamos situaciones. Somos un equipo que se viene consolidando hace mucho”, agregó el arquero que lleva un total de 13 penales atajados sobre 44 ejecuciones.
“Fue muy importante y esto es un partido de 180 minutos. Creo que con la ayuda del envión anímico con el que venimos vamos a poder hacer un buen partido en la vuelta. Hicimos un gran esfuerzo y el resultado es positivo. Depende de nosotros y vamos a hacer todo lo posible para pasar”, analizó Agustín sobre el encuentro de vuelta.
La situación que protagonizaron Rossi y Advíncula es otro capítulo de los factores externos en las noches de Copa Libertadores. Desde la sanción del penal por parte de Tobar (39.30 minutos) hasta la ejecución del tiro de Guedes (43.22) pasaron 3 minutos y 52 segundos. Un plazo que parece corto, pero en un partido de alta tensión es una vida. Fue un encuentro en el que tener los nervios de acero valió tanto como una jugada desequilibrante.
Los brasileños tampoco se arrimaron para sacar a los argentinos del punto de penal y acelerar el disparo. Esas artimañas no están prohibidas y los jugadores las utilizan para poder ganar tiempo, incomodar al rival, jugar un partido desde lo psicológico para poder sacar ventaja con reacciones que pueden ser consideradas polémicas, pero le dan un valor agregado a esta clase de partidos.
Muchos son los capítulos que se escribieron sobre los recursos que utilizaron diversos jugadores y equipos en los 62 años de la Copa Libertadores. Más con dos equipos que se conocen tanto y en instancias de eliminación directa como la que se está jugando y que terminará la semana próxima con el partido de vuelta en La Bombonera.
Es una dura llave la que tiene el equipo dirigido por Sebastián Battaglia ante un elenco como el Corinthians que busca su segunda Libertadores luego de la conseguida hace una década, cuando en aquella final también se cruzó con Boca Juniors, que en ese momento era dirigido por Julio César Falcioni. El partido de vuelta será el próximo martes en La Bombonera.
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