En la previa del partido entre el Corinthians y Boca Juniors por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores se produjo un repudiable hecho que fue la agresión que sufrió el micro que trasladó a la delegación xeneize. Los piedrazos se dieron llegando al estadio y el vehículo terminó con roturas de ventanillas.
En las fotos se pueden ver cómo quedaron algunas de las ventanillas del ómnibus y una de las roturas se dio en frente de donde se ubicaba Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol del equipo azul y oro. Aunque los cristales cayeron sobre los asientos, no hubo heridos.
Los partidos por Copa Libertadores suelen tener esta clase de episodios lamentables y evidentemente el micro que transportó al plantel de Boca Juniors no tuvo la suficiente custodia para evitar que los proyectiles impacten contra el vehículo.
En un clima hostil y de tensión máxima en una llave eliminatoria, los conjuntos visitantes suelen tener esta clase perjuicios y en Brasil están los antecedentes de las bombas de estruendos y todo tipo de pirotecnia en las adyacencias al hotel donde se hospedan las delegaciones de otros equipos.
Aunque lo ocurrido en San Pablo en las cercanías al Estadio Neo Química Arena, fue más allá y podría haber terminado peor en caso de que algún integrante de la delegación hubiese sufrido alguna herida.
El contexto complicado del chonque ante el Corinthians se arrastra desde los cruces de la fase de grupos, con actos discriminatorios de hinchas de Boca Juniors en los dos encuentros, las sanciones de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol y algunos reclamos de la dirigencia de la institución brasileña para que su rival no pueda disponer de La Bombonera para el cotejo de revancha del 5 de julio.
Cabe recordar que después del empate 1-1 del 17 de mayo en Argentina por la fase de grupos, el Timao emitió un comunicado de prensa por el mal trato a sus hinchas en el arribo al recinto azul amarillo.
Con este clima espeso y luego de los vandalismo en la previa del partido, son los dirigentes de Boca Juniors los que podría elevar una queja ante la Conmebol.
La agresión recibida por la delegación de Boca Juniors tiene el antecedente de lo acontecido antes de la trunca final ante River Plate en el Estadio Monumental en 2018, cuando por aquellos incidentes en el que el micro xeneize también fue apedreado, el encuentro no se disputó y terminó jugándose en Madrid el 9 de diciembre.
El equipo dirigido por Sebastián Battaglia terminó primero en su grupo y vuelve a enfrentarse con el escolta en su zona y con el que ya jugó en otras ediciones del torneo, incluida la final en 2012 a favor de los brasileños. Hace 15 años el conjunto xeneize logró su último título en la competición y busca conseguir la séptima corona. Arranca la etapa de eliminación directa contra el Timao y la revancha será la semana próxima en La Bombonera.
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