Carlos Tevez vive días agitados en los primeros compases de su estreno como entrenador en Rosario Central. El ex delantero, de 38 años, debutará el próximo viernes por la quinta fecha de la Liga Profesional frente a Gimnasia, pero todavía no logró cerrar a su ayudante de campo principal, luego de que se confirmara que el Chapa Retegui no podrá acompañarlo.
“Tengo una responsabilidad muy grande, no es algo que de la noche a la mañana lo pueda dejar, Carlos y todo el equipo lo saben. Voy a acompañarlo como amigo en lo que necesite siempre y cuando pueda respetar la responsabilidad que tengo en la Secretaria de Deportes de la Ciudad”, explicó el ex entrenador de las selecciones de hockey masculina y femenina.
En consecuencia, el Apache busca respaldo en otros ex futbolistas, más allá del aporte de sus hermanos. Se rumoreó el nombre de Walter Erviti, ex orientador de Atlanta, y se habló de otros dos directores técnicos hoy sin trabajo. Mientras tanto, Carlitos ya le hizo tres pedidos a la dirigencia, con el vice Ricardo Carloni (quien promovió su arribo) como interlocutor.
Primero solicitó una obra profunda en el gimnasio que el club posee en el predio de Arroyo Seco, habitual sede de los entrenamientos; sobre todo la renovación de la maquinaria. Existe la posibilidad de que una empresa se haga cargo de modernizar el equipamiento para el trabajo físico del plantel.
Luego, lo planteó en su conferencia de prensa fundacional: Tevez quiere encarar una mini pretemporada para alinear al equipo para el semestre de competencia. “Tenemos pensado ir al predio de la AFA la semana que viene porque pensamos que este equipo necesita uno o dos puntos más físicamente. Tenemos que trabajar en doble o triple turno para lo que necesitamos. Tenemos que conocernos e implementar una idea de juego y trabajando todos los días juntos en doble o triple turno la vamos a encontrar”, dijo. En consecuencia, solicitó la suspensión del duelo por los 16avos. de final de la Copa Argentina ante Quilmes, que estaba pautado para el martes 28 de junio en Córdoba.
Con la agenda despejada, tendrá su semana para profundizar en el cara a cara con el grupo y bajar sus conceptos de modo intensivo. Tevez advirtió que aún no pidió refuerzos, más allá de que la plantilla ya cuenta con dos: Francis Mac Allister y el colombiano José Leudo.
“Cuando era jugador no me gustaba que el DT pidiera refuerzos ni bien llegaba. Tengo nombres, pero no lo voy a decir por respeto a los jugadores. Yo quiero cuidar a los jugadores. No podemos hablar de refuerzos porque tenemos un partido el viernes. Primero quiero ver que los chicos que están demuestren que quieren jugar en Central y hasta que no hagamos un escáner de los que tenemos no lo sabremos”, subrayó. No obstante, seguramente de acá al 7 de julio, cuando termina el mercado de pases, algunos nombres arribarán con el grupo empresario que lo respalda, encabezado por Christian Bragarnik.
“Es un representante que tiene muchos jugadores y no va a tener ninguna influencia en lo que yo decida sobre traer jugadores. Nadie me va a poner ni sacar un jugador. Yo voy a decidir quién será un refuerzo”, añadió.
Eso sí, en cada partido en el Gigante de Arroyito buscará estar rodeado de su gente querida, sentir su apoyo. En consecuencia, pidió cinco docenas de entradas por partido para invitados personales.
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