El crudo relato de Leonardo Astrada sobre el secuestro de su padre: “Lo tenían tapado y encadenado, nos cambió para siempre”

El ex futbolista de River Plate reveló detalles de los días en los que se involucró directamente las negociaciones para liberar a su papá. El momento de la prueba de vida y cómo apareció

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Dio detalles de todo lo que vivió en aquel momento

Leonardo Astrada recordó cómo fue el secuestro de su padre en 2003, tras el que fue liberado luego de 28 días. Aquel episodio mantuvo en vilo a su familia y el ex volante de River Plate, que también ejerció como entrenador, reveló detalles de cómo vivió esas jornadas que hace casi dos décadas lo marcaron para siempre en su vida. Su testimonio sirve para entender por qué fue un antes y un después.

“A mi viejo ya le costaba salir. Se fue guardando y con esto dejó de tener la vida que tenía. Me cambió la vida para siempre. Me ocupo de las cosas como tengo que ocupar, pero mi prioridad es mi familia”, relató el Negro en ESPN F90. El drama de su padre (lo capturaron cruzándole tres autos cerca de su casa) derivó en su retiro como futbolista profesional (33 años) el 6 de julio de aquel año, cuando el plantel conducido por Manuel Pellegrini jugó la última fecha del Torneo Clausura en el que fue campeón. Habían pasado dos semanas del secuestro de su padre y Leo salió al Monumental con una remera que decía “te estamos esperando”, en referencia a su padre. “Yo no salí a jugar, lo que pasó es que mis compañeros, con el esfuerzo que habían hecho, tuvieron que pasar por un momento triste cuando tenían que festejar el campeonato. Les dije, ‘cinco minutos y me voy’”, aclaró.

Fue una situación traumática en la que Astrada se involucró de lleno para poder rescatar a su padre. “Estuvo en dos lugares en los que yo sabía que había estado. Nací y viví en lugar rodeado de villas y había ido a jugar y conocía mucha gente y esa misma gente venía y me decía ‘se comenta que está acá’. Y yo mandaba y cuando iban me decían que no había estado”, afirmó.

Reveló que “le daban de comer, pero él no comía porque estaba asustado. No lo golpearon. Estaba tapado y encadenado. Fuerte”.

Leonardo Astrada con la remera dedicada a su padre (FOTO: JUAN VARGAS)
Leonardo Astrada con la remera dedicada a su padre (FOTO: JUAN VARGAS)

En tanto que dio detalles de lo que fue la prueba de vida: “Fue el momento más difícil. Le hacen grabar algo y empecé a dar vueltas con mi auto para buscarlo. No encontraba nada y empecé a parar en cada puesto de basura. Agarraba la basura y me la cargaba en el auto. Era llegar a casa, romper las bolsas y buscar por ahí. Y di una última vuelta en la que me metí por detrás de un supermercado y en vez de girar para volver a casa, retomé e hice dos cuadras. Cuando llegué a una esquina vi un hilo colgado con una bolsita. La manoteé y me fui. Era un casete. Llegué a casa y me quedé solo. Empecé a escucharlo y la primera vez no paré de llorar ya que era mi papá hablando. Vino mi mujer y lo escuchó una vez. Luego le pedí una hoja y una lapicera y empecé a escuchar. Cortaba y escribía. Cuando terminó la grabación lo llamo a mi hermano y le digo ‘leelo. Papá está bien’. Me dijo que le hiciera escuchar la grabación y le dije ‘esto es de papá, esto es forzado’. Ahí empezamos a armar las situaciones por palabras, por conocimiento que tenía de mi viejo, porque él fue una persona que nunca te pidió nada y había mucho ‘pedile a tus compañeros que yo se la voy a devolver’. ¡Esto no es de mi viejo, lo están apretando por la guita! Ahí me quedé tranquilo, sabiendo lo que iba a venir hasta el día que apareció”.

“Una de las personas que lo cuidaba era uno de los que agarraron y era un nene que tenía una dificultad. Yo después me enteré cuando lo sueltan y hablé con la maestra de este chico y me dice ‘mirá Leo, te tengo que comentar esto’ y era un chico que tenía dificultades mentales. El chico no entendía nada y era uno de los primeros que agarraron. Pobrecito”, agregó. No llegó a pagar rescate y lo liberaron cerca de la casa de un tío.

A 19 años de ese episodio, confiesa cómo lo sigue afectando: “Después cuando te sentás a conversar es difícil tener una vida normal. Él tuvo un ACV al año que lo liberan. Son cosas que nos tocaron pasar, pero me hice más fuerte a partir de ese momento y nos fuimos de viaje con mi familia. Pero después, cuando yo me empiezo a aflojar, me agarran los cólicos y la revolución mía por dentro”.

“No sé si me pincharon el teléfono y tuve policías todo el tiempo. Vivía en un barrio cerrado entonces tenía la tranquilidad de que podía moverme ahí adentro. El problema era cuando iba a la casa de mi vieja que por el tema de las guardias periodísticas yo no me podía mover y empecé a salir en el baúl”, concluyó.

El Jefe, como también se lo conoce a Astrada, se formó en River Plate y debutó en Primera en 1989. En 2000 se fue a jugar un año a préstamo al Gremio de Porto Alegre y retornó en 2001 hasta que se retiró en medio del drama que vivió con su padre. En la temporada 2004/2005 el club millonario le dio la chance de debutar como entrenador y ejerció hasta 2020, cuando dirigió al Real Potosí de Bolivia.

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