El festejo “poco deportivo” de Marcos Rojo tras consagrarse campeón con Boca: se puso a fumar en el campo de juego

El marcador central, que anotó el 1-0 en la goleada ante Tigre, participó del picnic con su familia dentro del campo de juego y celebró tomando cerveza y fumando un cigarrillo. La provocativa foto que posteó el jugador en las redes sociales tras las críticas

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El defensor disfrutó la nueva estrella comiendo y fumando en el campo de juego

Marcos Rojo fue protagonista clave en el título de Boca Juniors en la Copa de la Liga Profesional: anotó el 1-0 ante Tigre a los 48 minutos de la primera etapa con un cabezazo que se le escurrió de los guantes al arquero Gonzalo Marinelli. Y ofreció su solidez en tándem con Carlos Izquierdoz para mantener la valla invicta y cimentar desde el fondo el 3-0 final que decretó la consagración.

Pero el defensor, de 32 años, también dio la nota en los festejos. Es que durante la celebración el plantel armó un picnic junto a sus familias dentro del campo de juego del estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Y allí, en la intimidad, las cámaras lo captaron tomando cerveza mientras degustaba pizzas y empanadas, al igual que el resto de sus compañeros. Pero el hombre surgido de Estudiantes de La Plata encendió un cigarrillo y lo fumó tranquilamente, en una imagen que llamó la atención en las redes sociales.

Poco después, el jugador alimentó la polémica cuando publicó en su cuenta de Instagram una provocativa foto del retirado astro del baloncesto Michael Jordan fumando un habano luego de haber conseguido uno de los títulos que logró con los Chicago Bulls en la NBA. Además, al posteo le agregó unos emojis de caritas riéndose.

La respuesta de Marcos Rojo a las críticas
La respuesta de Marcos Rojo a las críticas

No es poco habitual que los futbolistas fumen. Sucede en el fútbol argentino y también en el exterior: Zlatan Ibrahimovic celebró hoy el título de la Serie A con el Milan fumando un habano. Pero sí es poco común que lo hagan públicamente, ante las cámaras, y en el mismísimo césped donde Rojo acababa de completar una faena de 90 minutos.

* El grito de Marcos Rojo que abrió el encuentro en Córdoba

El tema cigarrillo ya fue foco de polémica en Boca en 2016, aunque no con el dos veces Mundialista Rojo en el foco. Fue cuando en el entretiempo de un partido entre Nacional de Montevideo y el Xeneize Daniel Osvaldo encendió un cigarrillo en el vestuario, Guillermo Barros Schelotto lo reprendió y eso terminó determinando su salida de La Ribera.

En este caso no hubo trauma, más allá de las reacciones que generó la actitud del ex Manchester United en las redes. Polémica aparte, Rojo logró su segundo título desde su arribo a La Ribera, contando la Copa Argentina que alzó en diciembre de 2021. Y mantiene el sueño de obtener la Copa Libertadores, para lo cual Boca debe ganarle el jueves a Deportivo Cali en La Bombonera para avanzar a los octavos de final. Incluso, dependiendo de lo que suceda en el cruce entre Corinthians y Always Ready, todavía puede aspirar a ser puntero del Grupo E.

“Es muy gratificante, les decía a mis compañeros que disfruten porque nunca se sabe cuándo vas a volver a estar en un partido así. La familia siempre está. Mis hijas se hicieron fanáticas de Boca y me da mucha alegría que estén acá al lado mío”, comentó tras bordarse la estrella.

“Fue difícil porque cada partido jugué con Zambra, Figal, el Gato Ávila, Aranda... No es lo mejor ni lo recomendable, pero había que afrontar y acomodarse y tratar de hacerlo bien. Yo en la Copa no podía jugar, traté de ayudar a los chicos que iban rotando”, detalló las dificultades que afrontó Boca a lo largo de la competencia.

* Las principales declaraciones de Rojo

“Que no nos conviertan genera confianza a nuestros compañeros de mitad de cancha para adelante. Pueden estar tranquilos que atrás estamos para bancarlos”, apuntó sobre el hecho de que el Xeneize mantuvo la valla invicta en las tres series de eliminación directa.

“Soy consciente de que no estaba en mi mejor nivel y no lo estoy todavía, me falta seguir mejorando. Entreno día a día, me esfuerzo. A veces salen las cosas y a veces no, pero trato de mantener la calma”, hizo autocrítica. Y llevó esa autoevaluación al aspecto colectivo, partiendo de las críticas que rodearon al entrenador Sebastián Battaglia a lo largo del semestre. “Obvio que rebota en el vestuario, en el rendimiento de cada uno. Si te digo que no, es mentira. Pero tratamos de hablar mucho, de hacernos fuertes y de tomar esas críticas. Nosotros somos muy autocríticos también. Se nos veía un poco lentos, no podíamos presionar en campo rival. Se vio la mejora al final del torneo”, concluyó.

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