De la persecución de convictos prófugos en Francia a la prueba en un auto “robado”: las aventuras del argentino Nico Varrone para llegar a las 24 Horas de Le Mans

Tomaba chocolatada y seguía las carreras por Internet. Ahora correrá la legendaria competencia tras una adaptación en Europa con poco presupuesto. Sus historias abajo del auto que lo marcaron para ser profesional

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Varrone debutará este año en las 24 Horas de Le Mans  (@nicovarrone1)
Varrone debutará este año en las 24 Horas de Le Mans (@nicovarrone1)

Corre de forma regular en Europa desde 2018 y con todas las complicaciones económicas del caso Nicolás Varrone logró hacerse un lugar en el Viejo Mundo. A fuerza de talento, sacrificio y perseverancia, cuando tuvo un pie abajo consiguió su continuidad y ahora será uno de los dos argentinos que correrán las 24 Horas de Le Mans el 11 y 12 de junio. Hizo malabares abajo del auto para poder seguir corriendo, tiene varias historias para contar y las compartió en charla con Infobae.

“Le Mans será una experiencia única. Hace cuatro años venía corriendo del colegio para ver las prácticas libres. Me hacía una chocolatada y me quedaba viendo las tres horas de clasificación. Lo veía siendo un chico y estaba muy ilusionado por seguir ese evento. Ahora la voy a estar corriendo”, cuenta desde el departamento donde vive en Barcelona.

Nico nació el 6 de diciembre de 2000 y siendo hijo de pilotos su destino estuvo marcado. Su padre Martín, quien recuperó el primer auto 0 KM de Diego Maradona, corrió en categorías zonales como la Fórmula 1000 y Sport Prototipo, donde también compitió su madre, Sandra Castrogiovani, que además participó en la Copa de Damas. Su hermana menor se llama Camila.

Nico fue campeón de la Fórmula Renault Francesa en 2019  (@nicovarrone1)
Nico fue campeón de la Fórmula Renault Francesa en 2019 (@nicovarrone1)

Los Varrone son de la zona norte bonaerense, de Ingeniero Maschwitz. “Arranqué a los siete años a un karting. Mi viejo corría hasta que un día pedí subirme a un karting y arranqué. Iba a una escuela, pero como un hobby. Un día me regalaron un karting y ahí empecé a entrenar con mi viejo y a los ocho arranqué a correr y hasta los 15 competí en la Argentina. Fui campeón regional (Buenos Aires) en 2015 y peleé campeonatos argentinos”, relata.

Martín vio potencial en su hijo y lo acompañó para correr de forma regular en Europa. “Llegué con mi viejo y corrí campeonatos europeos de karting y siempre dije que al menos quería correr una carrera en un autódromo. Apareció José Manuel Balbiani (piloto argentino con gran experiencia internacional) que es mi mánager desde 2018 y me consiguió una butaca para la Fórmula Renault Francesa. Fui sin expectativa de nada porque nunca había manejado autos de Fórmula y más en una pista de F1 como Barcelona. El dueño de equipo me regaló un juego de gomas nuevo y en la primera carrera terminé tercero y en la segunda pude ganar. Lo que iba a ser una experiencia terminó siendo mi participación en todo el campeonato y pude lograr el título”, recuerda.

Logró continuidad en el Viejo Mundo, pero la falta de presupuesto y su último año del colegio le impidió instalarse allí. “En la Fórmula Renault Francesa lo máximo que me quedaba eran dos semanas y siempre estuve en algún hotel y ahí estaba mi papá. Además, fue mi último año de la secundaria y quedé libre en el colegio y rendí materias en diciembre y marzo”, agrega.

Planchando sus remeras en los quehaceres diarios (Nicolás Varrone)
Planchando sus remeras en los quehaceres diarios (Nicolás Varrone)

En esas idas y vueltas tuvo algunas anécdotas y recuerda una en particular: “Se demoró el vuelo de Argentina a Barcelona y como tardó tanto perdimos la escala, pero conseguimos un vuelo a otra parte de Francia. Llegamos y alquilamos un auto y llegué una hora antes de la primera práctica, con la lengua afuera. En una carrera terminé sexto y en la otra gané. A la vuelta dijimos ‘terminamos el finde, tranca’ ya sin el apuro que tuvimos a la ida (risas). Teníamos volver al país e íbamos al aeropuerto Charles de Gaulle de París. Veníamos por la autopista, pero estaba cortada y llena de policías. No podíamos llegar al aeropuerto y pensamos que perdíamos otro vuelo. De a poco comenzó a liberarse y vemos un helicóptero que había aterrizado. Después nos enteramos que era de unos presos que se fugaron de un penal. Fue toda una operación para liberarlos, se escaparon en helicóptero y cuando no pudieron escaparse más aterrizaron en medio de la autopista. Y sí, terminamos perdiendo otro vuelo…”

Tras coronarse en el campeonato francés de Fórmula Renault, en 2019 pasó a correr en la Fórmula 3 Británica, la histórica promocional donde se coronaron Ayrton Senna, Sir Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi, Nelson Piquet, Mika Häkkinen y Rubens Barrichello, entre otros. “Tuve presupuesto para correr tres fechas y en la primera fue un desastre porque el auto no andaba. Fuimos a la segunda fecha y gané en Spa-Francorchamps”, comenta.

Comenzó a instalarse en el Reino Unido y contó una historia de esa época. “Allá tenés que manejar del lado derecho y el tránsito va al revés a como lo conocemos. Recuerdo que un día eran las 9 de la noche y a esa hora ya no hay nadie en la calle. Entonces me pregunto, ‘¿estamos yendo bien?’ Hasta que vi un auto y me di cuenta de que estaba yendo a contramano. Casi me la pongo, por suerte los dos veníamos a baja velocidad”.

Acelerando el prototipo de Le Mans P3 (@nicovarrone1)
Acelerando el prototipo de Le Mans P3 (@nicovarrone1)

En 2020 quiso seguir en la F3 Británica, pero la pandemia interrumpió la actividad. De todas formas, siguió viviendo allá y fue vecino del legendario Autódromo de Silverstone. “Viví dos meses en Inglaterra y fue lo más aburrido que viví en mi vida. Estuve en una terraza y era todo campo. Lo único que hacía era ir a entrenar a un centro de alto rendimiento y salía a correr. Resulta que yo nunca había podido ir a ver una carrera de F1 y en 2020 hubo dos en una semana en Silverstone, pero no pude entrar al circuito por las restricciones de la pandemia. Al menos pude escuchar los motores. Se largaba y escuchaba más los autos que los que estaba escuchando por la tele”.

Aunque Nico no bajó los brazos y gracias a las gestiones de Balbiani pudo quedarse en Europa. “José me decía ‘quedate tranquilo que algo vamos a conseguir para que puedas correr’. Habló con Michele Rinaldi (dueño de equipo de autos de Gran Turismo y Sport Prototipos) que lo conocía y le pidió una prueba. Rinaldi le dijo, ‘tráelo y vamos a probar dos días a Portimao’. Fui y estaba en un momento medio desganado. El primer día me empezaron a subir y era una prueba para ver quién corría la última fecha en la Le Mans Cup con el piloto principal que era el que bancaba el auto. Al final de los dos días terminé siendo el más rápido. Ahí se enderezó todo y me puse contento. Nunca había corrido carreras de Endurance. Fue un mundo nuevo para mí. Pude correr y en la carrera terminamos quintos con una penalización que tuvimos. Fue con un prototipo Le Mans P3″.

Varrone debió adaptarse al mundo de las competencias de larga duración en las que se debe administrar mucho más el auto para poder cumplir en eventos que suelen durar varias horas. Con ese envión al final de 2020 encaró la temporada siguiente para quedarse de forma definitiva en Europa. “Me fui a vivir a la casa de José y me puse a trabajar para poder conseguir el presupuesto y dos semanas antes de que empiece el campeonato conseguí el dinero para hacer toda la temporada. No nos fue bien en la primera fecha en Barcelona, más por estrategia que por velocidad del coche ya que terminamos siendo uno de los autos más rápidos y la fábrica de los prototipos me convocó para desarrollar sus autos. En la última fecha, en la última parada me bajé para cambiar de pilotos y el auto no arrancó. Perdimos el campeonato en los últimos 15 minutos”.

Tomando un helado en Londres. Vivió en Inglaterra en plena pandemia  (Nicolás Varrone)
Tomando un helado en Londres. Vivió en Inglaterra en plena pandemia (Nicolás Varrone)

Ante ese panorama en los últimos meses de 2021 comenzó a gestarse su participación en el Campeonato Europeo de Le Mans de 2022. “Me llamó Michele y me dice, ‘Nico, lunes y martes voy a probar con una Ferrari en Paul Ricard’. Vamos, estuve ahí y no me subía. Michele me vio mi cara de enojado y me planteó, ‘vos te pensás que esto es fácil para mí, te traigo para que me ayudes y me metés presión…’ Luego vino y me dijo ‘subite que quiero probar algunas cosas para Portimao’. Cuando el dueño del coche, Pierre Ehret, salió a girar con los autos de colección, me metieron en la Ferrari. Yo no sabía ni arrancarla. Pusieron bandera roja (actividad neutralizada por un incidente) y volvió Michele y me tiró: ‘tenés 4 vueltas para hacer el tiempo’. Medio que le ‘robamos’ el coche para probar (risas). Reanudaron la actividad y Erets paró y preguntó ‘¿quién está manejando mi auto?’ Cuando me bajé pensé que él sabía y cuando me lo cruzo le digo ‘muchas gracias por prestarme el auto’. Ehret no sabía que le habíamos ‘robado’ el auto por esas cuatro vueltas. Los tiempos fueron buenos y pude asegurar mi participación”.

A Ehret le gustó el rendimiento de Varrone y lo contrató para esta temporada. A bordo de la Ferrari 488 GTE Evo, ambos y el estadounidense Memo Gidley ganaron la primera fecha corrida en Paul Ricard en la clase Le Mans GTE y luego llegó la gran noticia: su participación las 24 Horas de Le Mans en la clase LMGTE Am. “Luego de ese triunfo Ehret cerró para correr con otro equipo de Ferrari, el Iron Lynx Motorsport Lab”, afirma con entusiasmo el joven de 21 años. Sobre la experiencia en la clásica prueba francesa, sostiene: “Lo que más me va a costar es la noche porque no sabés qué viene atrás porque hay varias categorías. Será un sueño”. Respecto de sus expectativas indica: “El objetivo es hacer un buen papel. Por ejemplo, entrar en la Hyperpole que es donde entran los seis más rápidos de la clasificación. Eso sería algo lindo porque demostraría mi velocidad. Después en carrera y más en una de 24 horas el resultado es una circunstancia. No me pongo ningún resultado como objetivo, sí hacer un buen papel y poder estar en el ritmo de los pilotos oficiales y poder correrles de igual a igual”.

Varrone luego de ganar en Paul Ricard el mes pasado (@nicovarrone1)
Varrone luego de ganar en Paul Ricard el mes pasado (@nicovarrone1)

Nico es uno de los dos argentinos que correrá la edición número 90 de las 24 Horas de Le Mans, donde el cordobés José María López (Toyota) buscará revalidar su victoria de 2021. Pechito ganó la clasificación general y fue el segundo albiceleste en lograrlo en 67 años después de José Froilán González (Ferrari).

Más allá del resultado final en Le Mans lo más importante para Varrone es que logró convertirse en profesional en Europa. No consiguió plasmar su sueño de correr en la F1, pero es una muestra de que hay vida después de la Máxima y que existen alternativas para que un corredor pueda vivir de lo que le apasiona.

Este domingo Varrone y sus compañeros correrán la segunda fecha del Campeonato Europeo en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola. Será un buen examen para lo que se viene. De aquella chocolatada luego del colegio a poder vivir desde adentro y competir en las 24 Horas de Le Mans, Varrone cumplirá en un mes uno de sus grandes sueños.

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