La derrota por 2 a 1 ante Tigre que dejó a River Plate sin Copa de la Liga golpeó en la intimidad del plantel y Marcelo Gallardo no lo disimuló en la conferencia de prensa. “Hay que digerir esta derrota que golpea”, dijo. Incluso evitó cualquier excusa: admitió que la gran polémica del encuentro, la infracción que reclamó todo el Monumental por una supuesta falta de Marinelli a Palavecino, no fue penal. “Estuve observando la repetición y estuvo bien que Espinoza no lo haya cobrado”, subrayó.
En su análisis sobre el tropiezo tampoco hubo vueltas: “No sentimos que el rival nos haya superado, sí que estuvo bien, jugó un buen primer tiempo, nosotros mejoramos en el segundo, no encontrábamos los caminos con claridad, no estábamos lúcidos para ver las posibilidades y en ese momento cambiamos para seguir intentando más allá de los bloqueos que encontrábamos hacia el arco de Tigre. Llegó el gol, nos dio el envión y a ellos también los golpeó, estábamos posicionados en el campo de ellos, había un nuevo partido que comenzaba... Y el segundo gol de ellos nos golpeó muy fuerte, cuando te pasan esas cosas emocionalmente cualquier equipo siente el golpe”, resaltó.
“Intentamos hacia el final, pero nos tocó quedar eliminados de esta Copa. Nada para decir, felicitar a Tigre, no creo que nos haya superado, sí estuvo en partido siempre, pero nosotros no tuvimos la mejor noche. Hay que dar vuelta la página. Hay que tratar de ser más regulares en lo que viene, nos va a dar enseñanzas”, agregó el Muñeco.
LAS PRINCIPALES DEFINICIONES DE GALLARDO
Las virtudes de Tigre
“Plantearon un buen partido, nos quitaron las posibilidades de las líneas de pase, fueron muy agresivos en ese robo de pelota. El gol tempranero les facilitó el juego, después encontraban en cada corte posibilidades de contra. Les dio confianza. Estuvieron bien. En el segundo tiempo tuvimos un enfoque diferente, pero nos costaba entrar. El gol vino con una media distancia. Un error no forzado nos golpeó”.
Cuánto incide el golpe
“Es una derrota dura, que no esperás, habíamos llegado bien al partido, no hay excusas. Nos quedamos en la puerta de una semifinal, duele, golpea, no lo esperábamos, nos encontramos una mala noche, no pudimos fluir, ni en funcionamiento general, ni con las individualidades”.
Otro capítulo de autocrítica
“Nos costó entrar en partido. Ese primer tiempo no fue para nada bueno. No hay otra que asumir la responsabilidad de no haber podido sacar el partido adelante, empezando por mí. En cuanto a la no lectura, a no haber sido más ambicioso en la búsqueda. Suelo hacer una autocrítica muy precisa de lo que veo y siento. No todas las veces podés ganar, y cuando te toca perder, hay que seguir trabajando”.
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