Llegó a River como el “nuevo Francescoli”, pero no se adaptó, y anunció su retiro a los 36 años: “Estaba cansado del ambiente del fútbol”

El uruguayo Robert Flores fue una de las promesas que no se pudo consolidar con la camiseta de La Banda. Litex Lovech de Bulgaria, Palestino de Chile, Deportivo Quito de Ecuador y Sport Recife de Brasil fueron algunos exóticos destinos en los que jugó

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Robert Flores llegó a River como el heredero de Enzo Francescoli
Robert Flores llegó a River como el heredero de Enzo Francescoli

Llegó a River con un bolso cargado de ilusiones y una expectativa enorme. Los especialistas aseguraban que el Millonario había encontrado al heredero del mítico Enzo Francescoli. Sin embargo, su producción estuvo muy por debajo de lo esperado. El uruguayo arribó al club de Núñez en 2008 con 28 años y sólo disputó 15 partidos, en los que convirtió apenas dos goles.

Si bien sus estadísticas no despiertan gran asombro, cuando debutó en 2006 en River Plate de Uruguay y el plantel porteño estaba a cargo de Juan Ramón Carrasco, Robert Flores era una promesa indiscutida. “Si bien no fue la persona con la que tuve mi debut absoluto en Primera, quien lo hizo fue Leonardo Rumbo. Obviamente fue Juan quien me dio la total confianza para despegar”, explicó el ex volante en diálogo con El País luego de anunciar su retiro a la edad de 36. “Vivimos una etapa divina, histórica para el club, por como se dio ese año. Éramos muchos jugadores juveniles que estábamos dando nuestros primeros pasos en Primera, explotamos con él y de verdad fue un momento muy lindo. El grupo era muy bueno y estuvimos en la misma sintonía, guiados por algunos compañeros con más trayectoria que estaban en la misma línea que el entrenador”, agregó.

Durante esa etapa también tuvo la oportunidad de jugar en la selección de Uruguay, cuando fue convocado por Óscar Washington Tabárez para una serie de compromisos frente a Turquía y Noruega. Su proyección era indiscutida. Por tal motivo el Villarreal de España se interesó en él y lo incorporó para que sea parte de la ofensiva del Submarino Amarillo. Sin embargo, la ausencia de goles en los 23 encuentros que disputó hicieron se sume a River, donde permaneció durante un semestre.

Luego Rober Flores cruzaría el Río de la Plata para afianzarse en Nacional de Montevideo, club con el que logró su único título en la carrera. Sus pasos esporádicos por el Litex Lovech de Bulgaria, Palestino de Chile, Deportivo Quito de Ecuador y Sport Recife de Brasil significaron las aventuras exóticas antes de regresar a su país para sumarse al River Plate charrúa. Y como si se tratara de un hilo rojo del que no podía desprenderse de River, su último equipo fue Boston River.

“Se me terminó el contrato, después de estar a préstamo en Villa Española, y me quedé sin equipo. Estaba cansado del ambiente del fútbol, porque veía que los clubes pensaban más en los negocios que en los equipos. Creo que me ganó el enojo por ese lado y decidí dejar la actividad”, confesó.

Hoy su futuro es incierto. Si bien incursionó en varias capacitaciones para formarse como director técnico, Robert Flores aún no tiene decidido lo que le deparará el destino. “No hice el tercer curso porque no sentí mucha motivación para poder seguirlo porque tampoco me interesa mucho. Quiero extrañar el fútbol y vivirlo como hincha, espectador y separarme un poco para que me vuelva el amor que tenía hasta hace un tiempo”, explicó.

En el recuerdo de la trayectoria de Robert Flores es posible que se relaciones a frustraciones para los simpatizantes del Millonario, pero los amantes del buen fútbol acobijarán en su memoria al tradicional enganche que se destacaba por su velocidad y buen pie. El uruguayo dijo basta.

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