Además de pregonar el buen fútbol en sus equipos, River Plate se caracteriza por ser una cantera inagotable de jóvenes talentos; algo que queda en evidencia al ver a talentos como Julián Álvarez, Enzo Fernández o Santiago Simón brillar bajo el mando de Marcelo Gallardo.
Uno de los proyectos que más ruido hizo en el último tiempo es el de Agustín Ruberto, compañero del Diablito Etcheverry en la Séptima División. El Gigante, como es apodado en el club millonario, tiene 16 años y viene de brillar con la camiseta de la selección argentina Sub 17 en el torneo Mondial Football Montaigu de Francia.
Su historia de amor con la pelota nació desde chiquito, cuando a los cuatro años comenzó a ir al club Barrionuevo de baby fútbol ubicado en la zona de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Dos años más tarde, durante una maratónica jornada de partidos, Pablo Espiñeira, uno de los captadores de talentos de Parque Chas, quedó obnubilado por un defensor que sobresalía por su potencia física.
El destino quiso que en su camino se interpusiera River Plate. Producto de una amistad con el arquero de su equipo acudió a una prueba en las infantiles del Millonario en el 2011. Christian López, entrenador y coordinador de las categorías que participan de la Liga Metropolitana de la entidad de Núñez fue el encargado de “tomarle examen”. Tras tres días de verlo de cerca lo ficharon sin dudar.
Con el correr del tiempo, Ruberto se fue acostumbrando a su cuerpo y dejó de ser un jugador que ganaba sólo por potencia física a ser alguien más técnico. Al notar este cambio, Fabián Mazza decidió colocarlo como centrodelantero, haciendo del área su hábitat natural para no parar de romper las redes.
“Me considero un 9 de área, con buen juego aéreo. Le pego con las dos piernas y pivoteo bien. Lo que me falta es serenarme un poco más en la definición, que es algo que estoy trabajando mucho. De River el que me gustaba mucho era Borré, porque va a todas. De afuera me gusta Robert Lewandowski, porque es un jugador muy técnico”, explicó el Gigante (1.80 metros y 74 kilos) en diálogo con La Máquina Radio.
Sus primeros pasos por las infantiles con la banda roja cruzada en el pecho fueron prometedores, ya que salió campeón ante Boca dando la vuelta olímpica en La Candela de la mano del Betito Alonso. Al año siguiente, tras participar de un torneo internacional en Venecia, Italia, salió campeón de manera invicta en el torneo de AFA.
Sergio Spataro, actual encargado de la coordinación de Liga Metropolitana - Juveniles Menores del club, fue el primero en incentivar su apetito goleador. Le prometió una camiseta de River Plate dependiendo de su promedio de gol. El joven cumplió el objetivo una fecha antes, quedándose de este modo con su primera remera original de la institución.
Esa voracidad y facilidad para marcar nunca se apagó. Al contrario, se incrementó. Tras un parate de aproximadamente un año y medio producto de la pandemia por el coronavirus, la pelota volvió a rodar en el fútbol juvenil de argentina y Ruberto la descosió en la Octava División. Si bien su equipo terminó como el mejor posicionado del año cayó en la final ante Vélez en el predio Mariani Dolan de Platense. No obstante, el punta cerró su campaña con unos números brillantes: 16 goles en 13 presentaciones (uno fue en la definición del certamen).
“Agustín es un 9 de área que también sabe salir a jugar si el partido lo requiere. Sabe jugar muy bien de espaldas. Sabe y es muy fuerte haciendo de pivot para que sus compañeros entren a las descargas. También tiene mucha potencia cuando se pone de frente al arco. Es muy buen definidor y tiene un muy buen juego aéreo”, le explicó a Infobae Martín Pellegrino, ahora entrenador de la Octava División de River Plate. .
Los conocedores de las inferiores de la entidad de Núñez sostienen que cuenta con una capacidad notable para el anotar y que no necesita de muchas chances para convertir. “Su mayor virtud es que le sale muy fácil el gol. De derecha, de zurda, de cabeza. Se genera las situaciones solo, como pasó en el partido con Brasil”, le remarcaron a este sitio desde las inferiores de la entidad de Núñez
Por supuesto, el otro gran incentivo para Agustín es la recurrente presencia de Marcelo Gallardo en el River Camp observando con atención los partidos de las juveniles millonarias. “Que te esté mirando el técnico de la Primera te da una fuerza más, una motivación doble”, esbozó.
En los pasillos del Monumental tomaron nota de su talento y no dudaron en ofrecerle un contrato profesional pese a su corta edad. “El delantero juvenil Agustín Ruberto (categoría 2006) firmó su primer contrato con el club. El vínculo se extiende hasta diciembre de 2024. ¡A seguir creciendo, Agustín!”, con esas palabras anunció la noticia River Plate en sus redes sociales.
Sus tantos llamaron la atención de dos ex millonarios como Diego Placente y Pablo Aimar, quienes lo citaron para ser el referente de área de la selección argentina Sub 17 en el Mondial Football Montaigu de Francia. El bonaerense no decepcionó, al marcar tres tantos en cuatro presentaciones, destacándose su gol ante Brasil en la final. Ruberto olfateó sangre y no dudó. Encontró una pelota dentro del área, la controló con el abdomen y ensayó una notable pirueta de espaldas para nivelar las acciones en el clásico.
En su lista de víctimas también estuvieron Bélgica y el local Francia. El único que se salvó de su sufrir su hambre de gol fue Países Bajos.
Agustín Ruberto también se está destacando en el equipo dirigido por Javier Alonso. El delantero participó en dos de los tres partidos del campeonato de la Séptima División y marcó dos tantos: uno en el debut ante Lanús y otro ante Atlético Tucumán en condición de visitante.
Todo hace indicar que en River Plate hay promesa de gol garantizada.
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