La secuencia completa: el gol, la intervención del VAR y la mala decisión de Lamolina
Corrían 16 minutos del segundo tiempo y Huracán y Colón empataban 1-1 (a la postre, el resultado final) en el estadio Tomás Adolfo Ducó. Tras un balón profundo desde el fondo, Federico Lértora sorprendió con una asistencia de pecho y arrojándose al césped para el ingreso de Delgado, quien remató, pero se topó con la resistencia del arquero Meza. En el rebote, surgió Ramón Wanchope Ábila, quien no perdonó. El delantero celebró con mesura su gol con sus compañeros y les pidió disculpas a los fanáticos del Globo. El árbitro Nicolás Lamolina indicó el centro del campo, hasta la transmisión oficial dibujó sobre el campo de juego el resultado actualizado, con el 2-1 en favor del Sabalero. Sin embargo, la acción terminó siendo anulada, provocando una nueva gran polémica con la intervención del VAR en la Copa de la Liga.
El juez demoraba en reanudar el juego, en señal de que la Asistencia Arbitral por Video estaba revisando la secuencia. Mientras, los jugadores de Colón siguieron celebrando, convencidos de que nada ahogaría la conquista. Lértora, por su pase de pecho, era el más felicitado. Ábila se acercó al entrenador Julio César Falcioni para recibir indicaciones. Recién más de dos minutos después, el VAR, a cargo de Silvio Trucco, invitó a Lamolina a observar la acción en la pantalla montada junto al campo.
¿Dónde estaba el punto de conflicto? En el inicio de la jugada, cuando Merolla cabecea ante la marca de Garcés. En las imágenes se advierte que el defensor visitante intenta ganar el duelo, pero el que gana es el hombro del Globo. Existe un roce de juego, pero en ningún momento con identidad de falta. Para Lamolina fue suficiente para retrotraer la acción y sancionar falta.
Las faltas se miden por el contacto y sus consecuencias. El contacto del jugador de Colón no tiene ninguna identidad como para ser considerado como falta, y las consecuencias negativas no existieron, porque en ningún momento le impide cabecear a Merolla. En conclusión, entonces, los santafesinos fueron privados de un gol legítimo a partir de un error doble: el VAR llamó por una situación que no ameritaba, y Lamolina interpretó en la pantalla una infracción donde no la había.
Las mejores acciones del encuentro disputado en Parque Patricios
El VAR ya venía de un error evidente el último domingo, en el penal que, tras ser convocado por Darío Herrera desde la sala VOR en Ezeiza, sancionó Pablo Echavarría para River Plate ante Banfield, por una mano natural de Quinteros dentro del área. Enzo Fernández cambió por gol (fue el 1-1 parcial; luego el visitante se llevó la victoria del Florencio Sola con la conquista de Matías Suárez).
Tal fue el revuelo que se generó que Federico Beligoy, quien está al frente de la Dirección Arbitral, realizó declaraciones públicas aceptando el error y ofreciéndole disculpas a los hinchas del Taladro. Acto seguido, quitó a Herrera de la designación en el VAR de la fecha en curso.
Pero nuevamente se produjo una falla evidente, con foco en la interpretación. Lamolina, árbitro designado internacional, protagonizó la gran controversia del cierre de 2021: la sanción del penal decisivo en la semifinal por el segundo ascenso a Primera entre Quilmes y Ferro, cuando en realidad había falta del delantero (Federico Anselmo) al arquero (Marcelo Miño). En aquella ocasión, el juez se expresó ante los medios, también aceptando el error y pidiendo perdón. En Parque Patricios, otra vez quedó en el ojo de la tormenta.
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