La carrera de Julio Lamas en el básquet es digna de resaltar. El histórico entrenador anunció hace varios días que se alejará definitivamente del deporte que tan feliz lo hizo a lo largo de su vida para concentrarse en su vida personal. Aunque al principio se lo vinculó a un cambio al fútbol de la mano de Abel Balbo, el mismo técnico se encargó de despejar rumores y explicar las razones de su decisión, además de hacer un repaso de temas íntimos.
En charla con el programa Radio Con Vos, Julio explicó qué lo llevó a abandonar las pizarras. “Lo decidí porque quería poder manejar mi tiempo de otra manera. Para poder realizar la actividad, como ya la vengo realizando hace varios años, tengo que poner mi tiempo familiar y personal organizado de tal manera para poder hacer mi actividad. Mudanzas, viajes, un montón de cosas que son invisibles para el espectador pero para los que la vivimos, tienen un determinado costo. Esa es la principal razón por lo que yo decidí ponerle punto final a una carrera de 33 años cuando estoy en plenitud. No lo decidí para dedicarme a otra cosa específicamente sino para poder invertir el orden de prioridades porque yo como persona lo necesitaba”, argumentó.
Además, se detuvo a aclarar los rumores que lo vincularon con un salto al fútbol: “No sé si va a ser así o no, pero no tiene nada que ver con esta decisión que yo tomé. Entiendo que justo por un tema de comunicación, de que justo en los medios coincidieron sin ninguna intención de que sea así. La verdad que no tengo intención de dedicarme al fútbol, no es mi plan. Es una idea de Abel Balbo como entrenador me ha invitado a la construcción de un cuerpo técnico interdisciplinario. Yo no sé de fútbol, no tengo conocimiento táctico o técnico como para dar alguna opinión de valor”.
Por otro lado, hizo un repaso de su carrera profesional para elegir sus momentos más felices, más triste y la personalidad que lo sorprendió. “El jugador Ginóbili, y los momentos un par con la selección argentina tendría que elegir. Ser campeón de América con el equipo en casa con el himno todos juntos, los Juegos Olímpicos. Son momentos que no son sólo el éxito, es algo que desde el punto de vista humano es un subidón. Derrota en lo deportivo la que más me dolió en mi carrera fue en Londres 2012, partido por medalla de bronce que perdemos con Rusia, fue doloroso. Dolió realmente”, rememoró Lamas.
Pero si de duros momentos se trata, Julio relató que de chico tuvo que sobreponerse a una dura pérdida: “Yo tenía ocho años íbamos en el coche mi mamá, mi papá y yo, chocamos. Once días después mi papá murió y yo tenía ocho años. Eso condicionó muchas cosas que vinieron de ahí en adelante. No puedo hablar de algo ni dramático ni que sea extraordinario pero fue una pérdida que hizo que mi recorrido posterior sea de una determinada manera. Mi mamá y yo tuvimos que luchar muchas situaciones”.
El mítico entrenador de básquet explicó los breves momentos que recuerda junto a su figura paterna. “Tengo fotos con mi papá y algunas frases de la vida cotidiana. Cosas en la cancha de San Lorenzo, él cocinando, era mozo y cocinaba muy bien. Mi mamá diciéndole ‘estás ensuciando todo’. Después muchas anécdotas de mi mamá que terminé construyendo en mi cabeza. La puerta del hospital para despedirme, el choque. Son las últimas y las grabás”.
Sin embargo, reveló que su madre lo ayudó muchísimo para salir adelante en todo momento: “Mi mamá era una persona muy fuerte, luchadora, italiana, enfermera, la persona más trabajadora que yo conocí. Ella me cuidó hasta que yo pude cuidarme por mí mismo y me transmitió con el ejemplo. Para mí fue hermoso poder hacer toda la vida lo que me gusta y buscar desarrollarme”.
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