Continúa la investigación en torno al asesinato de Federico Martín Aramburu. Con los tres principales sospechosos ya detenidos, la Policía se esfuerzo por comprender cuál fue el rol exacto de cada uno en el crimen y en este contexto una nueva información ha provocado un giro en la causa que complica aún más a uno de los acusados.
Hasta el momento, gracias a las declaraciones de varios testigos, se supo que el ex deportista de 42 años había discutido con dos hombres, Loïk Le Priol y Romain Bouvier, en el bar Le Mabillon y al salir del lugar el enfrentamiento llegó a ser físico, aunque los empleados del establecimiento intervinieron para calmar la situación. Más tarde cuando regresaba al hotel, el argentino, que se encontraba con su socio Shaun Hegarty, fue alcanzado por los disparos que, según se creía, habían salido desde una camioneta conducida por una mujer llamada Lison, quien también fue detenida.
Este miércoles, el diario francés L’Equipe reveló que fuentes cercanas a las investigación aportaron nuevos datos que ayudan a comprender aún más qué fue lo que ocurrió esa noche y que ponen a Romain Bouvier en el centro de la escena. Es que hasta ahora Loïk Le Priol había sido señalado como el autor principal del crimen, pero en realidad habría sido su amigo el que provocó todo.
Según lo publicado, fue Romain Bouvier quien se encontró con Federico Aramburu en la vía pública después de la pelea en el bar. El ex jugador de los Pumas había ido al hotel a pedir algo de hielo para su rostro cuando se topó nuevamente con este ex militante del GUD (un sindicato de estudiantes de extrema derecha), quien, tras un breve y violento entredicho, le tiró dos disparos al suelo que dieron cerca de sus pies. Inmediatamente después, Bouvier “disparó dos veces más contra la víctima, hiriéndolo en la pierna y en la región del bajo vientre” con una Smith and Wesson del calibre 32. Los informes a los que tuvo acceso el portal galo indican que el francés huyó rápidamente de allí a pie hasta tomar un taxi varias cuadras más adelante.
En ese momento, Loïk Le Prio se encontraba a pocos metros del lugar y al escuchar los disparos corrió hacia el hacia la escena. Allí se reencontró con un herido Aramburu, con quien tuvo un nuevo forcejeo que terminó cuando el francés tomó su arma y disparó seis veces. Cuatro de las balas calibre 22LR impactaron en el cuerpo del argentino, quien murió en el acto.
“Reinaba cierta confusión el hecho de que Federico Aramburu hubiera sido alcanzado por los disparos de Romain Bouvier”, explicó al diario L’Equipe una fuente anónima cercana a la investigación. Ahora, gracias a las pruebas de las balas que dieron en Aramburu, parecería ser claro que tanto Bouvier como Le Priol le dispararon al ex deportista argentino, lo que complica la situación del primero de ellos, quien hasta ahora era visto como un cómplice. Aún no queda claro si Lyson, la mujer de 24 años que manejaba la camioneta en la que los sospechosos se fueron del bar luego del primer enfrentamiento, estuvo presente al momento del crimen.
Romain Bouvier fue el último detenido por el crimen. Según le confiaron fuentes cercanas del caso a la agencia de noticias AFP, el hombre de 31 años fue encontrado por el BRI (Brigada de Investigación e Intervención) de Nantes en el departamento francés de Sarthe (al oeste del país). Su abogado, Me Antoine Vey, habló con la prensa francesa el 25 de marzo y contó que el único pedido que hicieron ante el juez fue que su cliente quedara en una celda individual para poder “concentrarse, recordar los detalles y poner la cronología en su lugar”. A su vez, cuando fue la hora de comparecer, el acusado optó por no contestar las preguntas que le realizaron: “Por consejo de mi abogado, deseo ejercer mi derecho al silencio”, fue lo único que dijo.
No es la primera vez que este sujeto tiene roces con la ley. El diario digital frances Mediapart detalló que él y Le Priol frecuentaron durante varios años un círculo que reunía a activistas del Frente Nacional de la Juventud y la GUD (Grupo de Defensa de la Unión), un sindicato de estudiantes de extrema derecha francés. En octubre de 2015, ellos y otros tres miembros del GUD fueron acusados de golpear y humillar violentamente a un ex dirigente del sindicato, obligándolo a golpes a desnudarse.
Pese a todos estos antecedentes, el abogad Vey describió a su cliente como un hombre inteligente y calmado: “Lo conocí en su juventud, era un joven recto y sereno. Asistía a concursos de elocuencia y además era bastante dotado”.
Las autoridades lograron dar con el sospechoso gracias a su tarjeta de crédito. Mientras era buscado por la Policía, utilizó el plástico en un hotel en Solesmes y luego en un cajero automático. Según los informes periodísticos, no se resistió a la detención: “Estaba sentado tranquilamente en un banco”, reveló el sitio L’Equipe. El juez de instrucción de libertades y detención (JLD) del Palacio de Justicia de París decidió ponerlo en prisión preventiva, al igual que a los otros dos detenidos.
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