Las 4 preocupaciones de Scaloni a siete meses para el debut de Argentina en el Mundial

Aunque el técnico argentino confía en el rendimiento del plantel, le crea dudas el organigrama de partidos y el tiempo qué tendrá para trabajar antes de Qatar. Por qué le inquietan los jugadores del PSG

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A Scaloni lo invaden algunas
A Scaloni lo invaden algunas preocupaciones vinculadas con la preparación del equipo y otras con la particular época del año en que se jugará el certamen

Lionel Scaloni pasa los días en su casa de Mallorca empapado de fútbol. Desde Buenos Aires le llegan videos e informes de Arabia Saudita, México y Polonia, los rivales que tendrá Argentina en el Mundial de Qatar. Mira todos los partidos que puede de las distintas ligas europeas en general y de la Champions en particular. Y mantiene charlas permanentes y videollamadas con sus principales ayudantes: Walter Samuel, Roberto Ayala, Pablo Aimar y el preparador físico Luis Martín.

El videoanalista de la Selección, Matías Manna, nutre de material no solo a él, sino también al resto de los integrantes del cuerpo técnico. Scaloni se la pasa viendo imágenes de partidos, de futbolistas y de jugadas que le gustaría ensayar con su equipo.

A siete meses para el comienzo del Mundial, el director técnico no quiere dejar detalles librados al azar y es por ello que también lo invaden algunas preocupaciones vinculadas con la preparación y otras con la particular época del año en que se jugará el certamen para evitar el calor insoportable del verano árabe: no será a mitad de año como es costumbre sino del 21 de noviembre al 18 de diciembre.

Existen dos temas que, en la intimidad, le quitan el sueño al entrenador. Uno es el de la indefinición de la cantidad de partidos que Argentina jugará antes del Mundial. Y el otro es el muy escaso tiempo de trabajo en el que podrá disponer de los futbolistas en los meses previos y también en la antesala definitiva del Mundial, ya que las ligas europeas finalizarán demasiado cerca del comienzo del Mundial.

A Scaloni le gustaría tener definido el calendario del seleccionado desde aquí hasta el Mundial y por ahora solo tiene la certeza de que el 1 de junio enfrentarán a Italia, en Londres, por la final Euroamericana. Todo lo demás son rumores. Uno de ellos dice que el clásico suspendido ante Brasil podría jugarse unos días después del choque ante los italianos en Wembley para inaugurar el estadio Lusail, que será la sede de la final del Mundial y del primer encuentro de Argentina en Qatar, ante Arabia Saudita. Otro rumor señala que el juego ante Brasil podría mudarse a Australia, aunque lo cierto es que el TAS todavía no resolvió si le dará lugar al pedido de la AFA de ganar los puntos en los escritorios de la FIFA o si determinará que el clásico se debe jugar sí o sí.

Lionel Messi escucha instrucciones del
Lionel Messi escucha instrucciones del seleccionador Lionel Scaloni EFE/Juan Ignacio Roncoroni

Antes del Mundial, las dos ventanas de fechas FIFA para jugar amistosos son la mencionada de junio y otra que irá del 19 al 27 de septiembre. Scaloni pretende jugar frente a un rival de la CONCACAF y ante otro árabe. Esta última posibilidad podría llegar a concretarse ya en Qatar, en los días previos al comienzo del Mundial. Sin embargo, por ahora se trata solo de deseos y de posibilidades que mantienen algo preocupado al entrenador.

Conforme con el crecimiento futbolístico que tuvo su equipo tras consagrarse en la Copa América de Brasil 2021, Scaloni sabe que la preparación será mucho más breve de lo que le gustaría. En ese sentido, tiene un solo consuelo: a los 32 equipos participantes les caben las generales de la ley. Esto es porque las Ligas europeas finalizarán demasiado cerca del comienzo del Mundial. La Premier inglesa, la Bundesliga alemana, la Serie A italiana, la Liga española y la Ligue 1 francesa, por caso, jugarán su último partido antes de Qatar 2022 el 13 de noviembre, es decir ocho días antes del choque inaugural que animarán Senegal y Países Bajos. La normativa de la FIFA obliga a que todos los jugadores estén con sus seleccionados el 14 de noviembre y eso es lo que ocurrirá.

En consecuencia, los últimos días de preparación servirán para no mucho más que intentar asimilar los conceptos futbolísticos que no estén del todo firmes a criterio de Scaloni. Y está por verse si en ese marco de escasa disponibilidad de tiempo la AFA terminará cerrando un amistoso con un seleccionado árabe o con un club de esa región para cinco o seis días antes del debut ante Arabia Saudita, previsto para el martes 22 de noviembre a las 7 hora argentina.

A modo de contrapeso para esas preocupaciones, Scaloni quedó muy conforme luego de resolver recientemente otro de los temas que lo inquietaba: el del lugar de concentración y entrenamiento que tendrá el equipo en Qatar. El técnico quería un predio donde los futbolistas pudieran practicar y descansar, evitando traslados para ir a entrenar, y eso es lo que podrán hacer en el complejo de la Universidad de Qatar. Se trata de un predio gigante, de 25.500 metros cuadrados, con más de ocho canchas de primer nivel (dos de ellas con luz artificial para entrenar de noche por las altas temperaturas) y un estadio con capacidad para diez mil personas. Scaloni lo pudo recorrer por completo cuando estuvo en Qatar para el sorteo del Mundial y está más que satisfecho con las instalaciones, que ya fueron reservadas oficialmente por la AFA.

La selección, al mando de
La selección, al mando de Scaloni, lleva un invicto de 31 partidos

En cuanto al aspecto futbolístico propiamente dicho, a Scaloni le hubiera gustado que el París Saint Germain siguiera con vida en la Liga de Campeones para que Lionel Messi, Angel Di María y Leandro Paredes, tres titulares indiscutidos de su equipo, tuvieran la más alta competencia europea hasta las últimas instancias. Sin embargo, el equipo francés quedó eliminado en los octavos de final a manos del Real Madrid y entonces Messi, Di María y Paredes se quedaron sin jugar los partidos más convocantes de la Champions.

A Scaloni también lo tiene atento una cuestión que considera central: que los futbolistas del seleccionado tengan continuidad en sus clubes. Para el técnico, esa está lejos de ser una cuestión menor en los próximos meses. Por eso sigue atento el andar de todos los jugadores en sus clubes y también aguarda ansioso qué será del futuro de Paulo Dybala, quien a mitad de año se irá de la Juventus y todavía no sabe adónde actuará a partir de julio.

Scaloni, en definitiva, tiene preocupaciones razonables y a la vez llevaderas, acaso las mismas que tendría cualquier otro colega suyo estando en su lugar. Por lo menos hasta ahora, no se perciben problemas serios a la vista. En el fondo, el técnico está tan entusiasmado como los hinchas argentinos, deseosos de que el actual invicto de 31 partidos que ostenta el equipo se extienda hasta el 18 de diciembre, cuando se juegue la final del Mundial, ese preciado objeto de deseo.

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