La batalla contra los barrabravas argentinos tuvo este fin de semana un nuevo capítulo que aún sigue dando que hablar. Tanto que los líderes de Los Borrachos del Tablón y de dos de las tres facciones de los violentos de Independiente están viendo que no es gratis seguir provocando desmanes en el fútbol argentino.
Por un lado Héctor Guillermo Godoy, alias Caverna y mandamás de los violentos de River Plate quedó detenido como jefe de asociación ilícita, cargo que le endilgó esta tarde la fiscal de Eventos Masivos de la Ciudad, Celsa Ramírez. Si en la audiencia de mañana a primera hora la jueza Susana Parada que entiende en la causa convalida esa decisión, seguirá detenido durante todo lo que dure el proceso, lo que como mínimo le augura dos temporadas a la sombra.
¿Qué hará la jueza? Es difícil saberlo: si se atiene a la fría letra de la ley hay grandes chances de que Godoy sea excarcelado, puesto que no parece haber riesgo de fuga, ya que en todas las causas que tiene, que son varias relacionadas a la violencia en el fútbol, está a derecho y no tiene condenas previas, sólo una probation en la justicia contravencional que está cumpliendo regularmente. Y parece difícil que le apliquen la otra causal de detención, la de entorpecer el proceso judicial, ya que su detención fue infraganti y que además se le secuestró también el teléfono, y que hace rato lo vienen investigando por este delito. Y si no ameritaba la prisión antes, ahora más allá del evento del domingo, cuando fue detenido a 20 cuadras del estadio, parece difícil que cambie su situación. Junto a él quedó detenido también Emiliano Nicolás Damico, otro miembro de Los Borrachos del Tablón que tiene antecedentes penales, en su caso un robo con armas producido en Quilmes, lo que ameritó que la fiscal no le diera la libertad aún cuando la condena según su defensa está cumplida en 2018.
Los que sí recuperaron la liberad son los 252 barras restantes, que tras ser indagados fueron quedando en la calle entre ayer y hoy. Pero no se la llevarán de arriba: además de la formación de la causa judicial por atentado y resistencia a la autoridad, y la investigación sobre varios de ellos como miembros de asociación ilícita, serán incluidos todos en el derecho de admisión por lo que no podrán ingresar más al Monumental por un espacio de al menos seis meses y hasta dos años. Esta medida fue impulsada en forma conjunta por el club y por la secretaría de seguridad deportiva de la Ciudad, que vienen trabajando mancomunadamente desde hace algunas semanas para parar el regreso de Los Borrachos a la cancha, algo que se había materializado desde el partido con Racing que le dio el título a River en el torneo 2021, y que tuvo su máximo nivel de incidencia en el Superclásico de la octava fecha de la Copa de la Liga cuando entre otras cosas, de la barra oficial tiraron dos bengalas marinas que de milagro no produjo víctimas.
Por el lado de Independiente, la Justicia también actuó rápido. De los 119 detenidos de la facción Somos Nosotros que lidera César Loquillo Rodríguez, la jueza Brenda Madrid concedió sobre el jefe y sus 16 hombres más cercanos la prisión por atentado y resistencia a la autoridad, y en el caso de Loquillo se le sumó la agresión al jefe del operativo por lesiones leves agravadas, convalidando todo lo pedido por la fiscal Solange Cáceres. Loquillo tiene pendiente también una causa por homicidio, lo que muestra a las claras la peligrosidad de la gente que está intentando copar la popular del Rojo. Y si bien la defensa encabezada por el abogado Rodrigo González apeló cursando un pedido de excarcelación, la Justicia tiene cinco días hábiles para dar la respuesta con lo cual, contando Semana Santa, los barras no saldrían de prisión mínimo hasta el próximo martes. Esa medida llevó alivio al operativo de seguridad del partido de esta noche por la Copa Sudamericana, ya que al no estar presente la cúpula de la facción Somos Nosotros, ésta queda desactivada por lo menos para el encuentro que comienza en minutos. Por otro lado, el Aprevide pidió el derecho de admisión para los 119 detenidos, lo que se hará efectivo desde el próximo partido de local.
Además, los 10 detenidos de la facción oficial de Juan Ignacio Lecznicki, si bien quedaron también libres, serán incluidos en la lista prohibida. Pero la gran novedad por estas horas fue la formación de un expediente judicial contra Pablo Bebote Álvarez, quien creía que sus provocaciones para intentar regresar al comando de la popular local no tendrían ningún tipo de consecuencias. Con el impulso del Ministerio de Seguridad de Provincia, la fiscal Solange Cáceres le abrió una causa por amenazas e intimidación pública que tiene pena de hasta seis años de prisión. Se verá si eso persuade a Álvarez de seguir caminando junto a su ejército de 250 hombres por las calles de Avellaneda gritando que van a matar a sus rivales. Ahora sólo falta que la Justicia vaya por la facción oficial, que por ahora parece tener blindada su situación, y es la única que viene entrando a la cancha con el presunto apoyo de la dirigencia del club.
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