Gimnasia logró una importante victoria como visitante en el Monumental José Fierro, la casa de Atlético Tucumán. Con un doblete de Cristian Tarragona, el equipo de Pipo Gorosito logró quedarse con los tres puntos y ahora suma 12 puntos en la Zona 1, mientras que los locales volvieron a perder -sumaron su sexta derrota- y marchan en la última posición con 5 unidades.
Más allá del triunfo, durante la etapa complementaria se vivió un momento difícil. Después que el delantero de la visita puso el 2-1 definitivo, el asistente Damián Espinoza sufrió una agresión a los 17 minutos. Un proyectil le pegó cerca de su ojo derecho. Rápidamente, el árbitro Jorge Baliño se acercó a su posición para ver cómo estaba y le consultó si podía seguir. “Estoy bien”, parece decir el juez de línea mientras anotaba en una de las tarjetas el gol de Tarragona.
Acto seguido, uno de los doctores del plantel tucumano se acercó para revisar a Espinoza. En las imágenes de la transmisión de la TV, se logra ver el impacto que le dejó el elemento que golpeó en la cara al asistente. Es más, el médico movió su mano por delante de la cara del juez de línea para ratificar que no había tenido ningún daño en la visión de sus ojos.
Justo antes de la ejecución del penal, se pudo ver como el réferi le mostró a la policía algunos de los proyectiles que tiró la parcialidad del Decano desde las tribunas. Entre lo más destacado, se vio un pedazo de mampostería del estadio.
Hay que recordar que el reglamento le permite al árbitro poder decidir concluir el partido en caso de una agresión semejante a cualquiera de los protagonistas, inclusive la de la terna que imparte justicia en el juego. Antes de continuar con el encuentro, tras varios minutos de analizar lo ocurrido, el juez les advirtió a la fuerza de seguridad a cargo: “Una más y me voy”. De esta manera, quedó demostrado que el juego continuó por la buena voluntad del asistente Espinoza, dispuesto a seguir con su tarea.
Además de la agresión, otras situaciones también marcaron el duelo entre Atlético Tucumán y Gimnasia. Por ejemplo, el comienzo del juego se retrasó varios minutos por la gran cantidad de serpentina que tiró la parcialidad local. En varios pasajes del encuentro, un láser apuntó contra la cara del propio Baliño y varios jugadores del Lobo de La Plata.
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