El argentino Damián Díaz es un emblema del Barcelona de Guayaquil, donde llegó hace once años más allá de una interrupción en el medio. Bien metido en el corazón de los hinchas del equipo amarillo, este jueves les regaló una perla que fue de billar en la goleada 4-2 de su equipo sobre Wanderers de Uruguay, en el primer partido de ambos por el Grupo A de la Copa Sudamericana, el mismo que integra Lanús y Metropolitano de Venezuela.
El encuentro siempre estuvo bajo control de los locales que pronto se pusieron en ventaja con un doblete del uruguayo Gonzalo Mastriani a los 9 y 11 minutos. De inmediato, a los 14 minutos, los charrúas descontaron por medio del argentino Hernán Rivero. Pero a los 35 minutos, el local Michael Carcelen amplió las diferencias. Con ese resultado parcial terminó la primera mitad.
En el complemento, Barcelona buscó ampliar las diferencias y fue a los 54 minutos que encontró la llave para liquidar el partido con la joya del Kitu Díaz. En un tiro de esquina desde la derecha, el volante vio al arquero que salió del área chica para dar algunas indicaciones y, tras dar dos pasos hacia atrás, remató con el clásico tres dedos con su pie derecho, al mejor estilo del Chelo Delgado. Fue un golazo olímpico, con el valor agregado que la pelota entró de forma rasante.
Díaz, que también es carismático, levantó sus brazos como saludando a la gente y con el gesto de que se tenía que ir de la cancha por el gol que había hecho. Estuvo en lo cierto porque el efecto que tomó la pelota fue especial y se terminó metiendo para convertir el cuarto tanto del equipo ecuatoriano.
Cuando el gol de Díaz se subió a las redes fue furor y se convirtió en viral. Al ver el boom que se generó, un hincha subió su grabación del tanto, desde la tribuna que está cerca de donde ejecutó Damián, que cuando llegó para patear primero recibió el aplauso del público y desde ese ángulo se pudo apreciar de mejor manera cómo le pegó. “¡Qué golazo!”, gritó más de uno y otro más enfervorizado disparó: “¡Está loco!”.
Luego los uruguayos consiguieron otro descuento por medio de Mauro Méndez (61 minutos), pero el pleito ya se había liquidado. Fue el último gol del encuentro y que solo sirvió para la estadística. La nota del partido fue sin dudas el tanto de Díaz.
El mediocampista surgido en Rosario Central y que en la Argentina jugó en Boca Juniors e integró el plantel que fue campeón del Torneo Apertura 2008 (jugó 7 partidos), también militó en Colón. Desde su llegada al elenco ecuatoriano, tiene acostumbrado al público del Barcelona a sus pegadas y goles de alta factura. Se transformó en ídolo del equipo de Guayaquil, con el que logró tres títulos. En el medio estuvo dos años en el Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos.
Díaz suma 272 partidos en el Barcelona en el que marcó 63 goles y brindó 68 asistencias, en una muestra de su sutil pegada que le permitió convertir, pero también que sus compañeros lo hagan. A sus 35 años se muestra en gran nivel y el golazo que entregó este jueves fue una perla en la noche de Guayaquil.
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