Desde el día de hoy el fútbol es un poco más triste. Es que la noticia de la muerte de Pedro Marchetta, a los 79 años, dejó un saldo cargado de dolor en los amantes de la pelota que vivieron las ocurrencias más extravagantes del histórico jugador y entrenador que dejó su huella por Racing, Gimnasia, Rosario Central, Vélez, Platense, Independiente y varios equipos del ascenso.
Tal vez la una de las mejores maneras de recordarlo sea con las anécdotas que contaron a lo largo de los años los protagonistas que compartieron con el Negro alguna cancha o algún vestuario.
1) Sus humorísticas charlas técnicas y la viveza en las concentraciones
Durante sus días como estratega de Racing en 1995 Marchetta tenía a un equipo cargado de figuras que querían terminar con la sequía de títulos en el ámbito local. La Academia contaba con jugadores de la talla de Nacho González, Teté Quiroz, el Piojo López, Marcelo Delgado, el Mago Capria y Silvio René Carrario, entre otros grande jugadores que cargaron de ilusiones a un plantel que no logró cumplir el objetivo. Justamente, el Tweety repasó en su momento sus días junto al Negro.
“Me decía que a Ruggeri lo encare como a un teléfono público, porque si quería lo podía agarrar o también podía pasarlo de largo. Vos lo encarás dos veces y se desmaya, me decía. Entonces, durante el partido Oscar me empezó a pegar y me pedía que le dijera lo que había dicho Marchetta de él. Cuando le mencioné lo que había dicho, porque era horrible, el Cabezón agarró la pelota y la pateó hasta donde estaba el Negro. Lo puteó de arriba abajo. A los tres minutos me sacó y me dijo que era un botón”, recordó el ex delantero.
El cordobés también apeló al humor para explicar cómo eran sus charlas técnicas: “Para ellos juega Goberville, a ese le tirás un gato y resbala. A ese encaralo porque transpira y se queda pegado al suelo, de la grasa que larga. También tienen a Almandoz, que se pega solo. Tiene que usar dos pares de medias y cuando se le cae una se pega con la otra pierna”...
Finalmente repasó una anécdota en una concentración junto al Chelo Delgado, con quien logró escaparse del hotel para ir a bailar. “Cuando volvimos a las 3 o 4 de la mañana, estaba Marchetta con todos los profes en nuestra habitación jugando a las cartas tomando algo”. “Ahí están los vivillos, el rosarino y el cordobés. Cuando ustedes fueron yo ya volví, pavotes”, fueron las palabras con las que los recibió el DT.
2) El árbitro que pudo ser futbolista, pero el DT lo echó del entrenamiento
En una nutrida charla con Infobae, Claudio Martín reveló que estuvo “muy cerca” de ser jugador profesional. “Me probaron en Racing de Córdoba, pero el Negro Marchetta me echó antes de empezar a jugar directamente. Me mandaron al muere”, fue la sorpresiva sentencia que había dicho el ex árbitro.
“En el año 82 yo trabajaba en una zapatería e íbamos a jugar al fútbol con mis compañeros de laburo. Ahí, entre empleados de comercio, me las rebuscaba. Apareció un hombre que compraba al por mayor y me consiguió una prueba en Racing de Córdoba. Había paro de micros y viajé a las 4 de la mañana en un tren que iba repleto porque se celebraba un festival de rock en Villa Carlos Paz. Llegué a las 10 a Córdoba, me dieron de comer, me fui a acostar y cuando estaba a punto de dormirme me llamaron para ir a entrenar. Marchetta me echó desde la mitad de la cancha. Me dijo que no podía atajar un colchón de dos plazas. Y verdaderamente no podía atajar un colchón de dos plazas. Tenía arreglado ser el tercer arquero del plantel pero no llegué ni a ser el quinto”, explicó el rosarino.
3) El Padre futbolístico de varias generaciones
El ex defensor de Racing y Platense, Walter Viqueira, también había hecho referencia a su vínculo con Marchetta durante sus días en el Calamar. La primera impresión que tuvo de él, fue después de una victoria por 2 a 0 contra el Rosario Central de Vitamina Sánchez, el Kily González, Tito Bonano, Celso Ayala, Carbonari y Gordillo en el tradicional partido de los lunes. Durante esa noche, cuando todos los protagonistas se encontraban en las duchas, Marchetta ingresó al vestuario local para felicitar a sus rivales y desearles un buen cierre de campeonato. Pero como todos sabían que el técnico daba las charlas previas a los partidos defenestrando a los jugadores contrarios, Pablo Erbín se animó a preguntarle qué les había dicho a sus dirigidos sobre él.
—¿Qué dijiste de mí, Pedro? ¡Dale que te conozco!— le gritó el central mientras se enjabonaba.
—Nada, Pablito ¿Qué les voy a decir de vos que no sepan? Les dije que te encaren por la pierna izquierda que no tenés zurda— le dijo con su característica voz aflautada.
—¡Dale Pedro! ¿Qué más les dijiste?— insistió el defensor.
—¡Nada! Solamente eso, que no tenés zurda. Chau muchachos, que sigan bien. Hoy jugaron un muy buen partido—cerró el DT.
Tras el portazo del Negro, los jugadores volvieron a su rutina para terminar de bañarse y comentar alguna jugada en particular. Pero el silencio invadió el lugar cuando la puerta se abrió nuevamente y la figura de Marchetta reapareció en la escena.
—¡Y derecha tampoco tenés! ¡Ni zurda, ni derecha!—gritó el técnico, causando una enorme carcajada grupal.
4) Un peronista de ley
Su parecido físico con Juan Manuel de la Sota no tenía ninguna relación con su ideología política. En 1973 Pedro trabajaba en Embalse (Córdoba) a cargo de la gastronomía de hoteles y un día lo llamaron para un evento en la Quinta de Olivos. “Había que concurrir para premiar a Central, campeón Nacional, y Huracán, del Metropolitano. Ahí le di la mano al general y no me la lavé por años. Caminaba imponente, compadrito. Pero estaba medio achacado y mal acompañado”, fue su descripción luego de conocer al General.
5) Sus mejores frases
—“Ataja Angelucci, muchachos. Empiecen a patear cuando bajen del micro que a ese le clavan un colchón en el ángulo”.
—“Es tan burro que, si se pone dos medias de distinto color, se caga a patadas solo”.
—“Me quedaron dos bypass de cuando dirigía. A uno le puse Erbin y al otro Irusta”.
—“Tirale la pelota larga a Ruggeri que es una cabina telefónica: pasás, ponés una ficha, hablás y seguís”.
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