Una excursión para mostrar poder. Eso es lo que generó La Doce el martes en Colombia. Como mensaje interno para los que aún quieren pelearle el poder en La Bombonera y como mensaje externo hacia las autoridades políticas y judiciales que aún le mantienen el derecho de admisión a la cúpula de la barra. Porque todos ellos estuvieron en Cali, incluso Mauro Martín no tuvo problemas en pagar doble pasaje después de que Panamá lo haya mandado de regreso por estar en una lista negra y salir otra vez desde Ezeiza rumbo directo a Bogotá; y, también, porque pusieron las banderas en el estadio para sentar presencia. La del Jugador Nro 12 y también la de Leopardi, el club de la familia Martín.
Y como si fuera poco, se fotografiaron con la v de la victoria antes y después del partido, para dejar en claro que si bien la excursión en el debut copero fue deficitaria para el equipo de Battaglia, para los que juegan desde el paravalancha resultó ganancia pura. Por primera vez desde abril de 2019, sí tres años atrás, pudieron disfrutar de sentirse los dueños del tablón. Y con esto se sienten cada vez más cerca de pelear el retorno a la segunda bandeja que da a Casa Amarilla, ya que suponen que es violatorio de todos sus derechos que sigan en admisión cuando ya pasaron seis años desde el inicio de la medida. Por ahora, la Ciudad de Buenos Aires les dio la derecha y avisó que ya no corría esa prohibición en la jurisdicción, que estaba vencida desde marzo de este año. Pero tienen dos medidas más para pelear: una la de Nación, que sigue vigente hasta abril de 2023 y no parece haber señales por ahora de adelantar su vencimiento. Y la otra la judicial, ya que la cúpula tiene un juicio pendiente por encubrimiento de un secuestrador (Mey Oetinger, ex número tres de La Doce) y Di Zeo tiene otro por instigación a cometer un presunto doble homicidio por la guerra interna que terminó con dos muertos el 21 de julio de 2012. Mientras esto no se resuelva, seguirán sin poder ingresar.
Tal como muestran las fotos que obtuvo Infobae, ellos están confiados. De hecho, en la instantánea grupal (las hubo de todos los que viajaron por un lado, y después del grupo de Mauro y el de Rafa por separados) se los ve exultantes, con Di Zeo haciendo la V de la victoria. Entre los que aparecen en la instantánea además de la dupla gobernante se puede ver a históricos de Rafa como Roberto Ibáñez, alias Tyson y a Sebastián Maciel, apodado Esqueletor, a quien en la cancha de Vélez el mes pasado cuando Boca hizo de local frente a Central lo atraparon revendiendo presuntamente entradas. También aparece una cara más nueva, que es la que en el exterior cuida los intereses de Marcelo Aravena, el lìder de la facción de Lomas de Zamora. Se llama Osvaldo e intimida por su contextura. De ese mismo grupo se hizo presente un histórico, Fernando Lana Gatica, quien se hizo famoso comandando al grupo de la barra de la Selección en el Mundial de Sudáfrica en 2010. Y también apareció en la foto Demian, alias el petiso de Moreno, que fue acusado por Marta Tato, ex esposa de Fernando Di Zeo y cuñada del líder, de haberla agredido en la Bombonera por orden de Rafa.
Tato venía denunciando por las redes a Di Zeo de robo y de mandarla a callar y hasta hubo una denuncia anónima en la Justicia que algunos adjudican a ella para que se investigara a su cuñado por supuesto tráfico de drogas, causa que no avanzó por falta de pruebas. Por último, de ese bando también se vio al Negro Ávalos, uno de los tantos barras que suele hacer custodia y otros trabajitos en el Sindicato de la Carne, y un hombre apodado el Morza, con mucho manejo de entradas de la barra.
Del lado de Mauro también hubo presencia fuerte. Sobre todo de laderos que pisan fuerte, como el ex jugador profesional de Huracán, Luis Arrieta, apodado el Loco y que comanda al grupo de Caseros. Y también estuvo en Colombia la mano derecha de Martín, de nombre Federico, y uno de los sobrinos, César. Ambos crecieron mucho en el círculo de la barra. Todos juntos entraron a Colombia vía Panamá, salvo Mauro, y todos juntos estaban pegando el regreso a nuestro país para llegar mañana a la madrugada. Obvio, ninguno tiene problemas laborales para ausentarse cuatro días del país y todos los consumos fueron pagados en dólares que tanto le escasean al gobierno, pero que en la tribuna suele ser material de uso cotidiano. Apenas pisen Ezeiza, se pondrán otro objetivo: convencer a la Justicia que mientras no se los condene, ya es suficiente el tiempo que se les prohibió ir a la cancha. Y dicen estar convencidos de que pueden ganar también ese partido, aunque las informaciones que llegan desde Comodoro Py y desde el Ministerio de Seguridad de la Nación los sigue ubicando lejos de la Bombonera por bastante tiempo más.
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