La historia de superación de Santiago Silva conmocionó a todo el fútbol argentino. El Tanque había recibido una discutida sanción tras haber dado positivo en un control antidopaje por “una hormona más elevada de lo común” a raíz de un tratamiento de fertilidad que estaba llevando a cabo en ese momento junto a su esposa. En abril del 2021 ya había recibido una habilitación provisional para volver a jugar, pero los tiempos legales se demoraron hasta que pudo sellar su vuelta a jugar en Aldosivi de Mar del Plata.
Hoy, en el arranque de la fecha 7 de la Copa de la Liga, la jornada denominada de los clásicos, el delantero uruguayo de 41 años quebró una larga racha de 762 días sin anotar y anotó el tercer gol del triunfo por 3-0 del Tiburón ante Patronato en Mar del Plata. Con una gran ejecución de tiro libre, Silva volvió a celebrar después de aquella última vez, el 15 de febrero de 2020 ante Atlético Tucumán, cuando vestía la camiseta de Argentinos Juniors.
Ni bien vio que se infló la red, Santiago salió corriendo y comenzó a celebrar con su grito tradicional. Pero una vez que se detuvo, se tomó la cara y rompió en llanto. Acto seguido, todos sus compañeros se acercaron para festejar con él la conquista mientras Martín Palermo, entrenador de los locales, aplaudía la conquista del jugador que pasó por 10 clubes en Argentina.
“Estoy muy bien. Sinceramente se ganó un partido difícil. Venimos sumando, creciendo y me tocó convertir. Una emoción enorme, mucha gente lo vivió de cerca y a la institución en este caso”, dijo Santiago Silva en diálogo con SportsCenter por ESPN una vez que acabó el duelo en el José Minella de la ciudad marplatense.
“Siempre tuve buenos ejecutantes. Siempre copiando… Y justo lo pedí y entró”, agregó el 9 de Aldosivi en su regreso al gol.
Más allá de que la noticia de su doping positivo llegó cuando ya defendía los colores del equipo de La Paternal, el encuentro de las controversias se desarrolló el 12 de abril del 2019 cuando él militaba en Gimnasia de La Plata y enfrentó a Newell’s por la Copa de la Superliga.
“Cuando entre a una cancha voy a estar muy emocionado. Me voy a emocionar... Soy bastante duro pero tampoco soy una piedra. Voy a agradecer, como agradecía cada vez que entraba a una cancha desde cierta edad. Agradecía todos los partidos que me tocaba vivir dentro de una cancha. Y disfrutarlo porque soy un privilegiado. Ya cuando tenía 33 era un privilegiado de poderme mantener, tener esta constancia. Así que voy a estar muy eufórico. Me imagino muy eufórico”, se confesó ante Infobae meses atrás cuando estaba en plena batalla legal por lograr su habilitación. “Yo voy a seguir jugando al fútbol. No me van a retirar. Es muy fácil tirar la toalla, pero no”, había advertido.
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