Emiliano Martínez y Lionel Messi. Lionel Messi y Emiliano Martínez. En el orden que se quiera, esos fueron los dos baluartes del seleccionado argentino para conquistar la última Copa América en Brasil. Arquero y capitán formaron un lazo fraternal a lo largo de la competición que sirvió como piedra fundamental para un equipo conducido por Lionel Scaloni que hizo historia. Cuando se está por llegar al primer aniversario del logro, Dibu realizó confesiones que nunca antes había hecho.
En una entrevista con Ben Foster para Prime Video en Inglaterra, Martínez describió cómo se vivió por dentro: “Argentina tenía mucha presión. Messi nunca había ganado un torneo así de grande en su vida. Entonces habló diciendo que iba a ser el último de él y que iba a darlo todo o hacer todo. Yo estaba con piel de gallina. Messi hablando... ¡Por dios!”. Cuando el periodista le preguntó si todos se callaban cuando Messi hablaba, el marplatense reveló: “Todos se callaban y estaban como... (hace un gesto de estar embelesado). Cualquier persona, el entrenador, el presidente de Argentina, cualquiera que estuviera ahí se callaba”.
El poder de motivación que tiene el 10 es total. Así lo graficó Martínez: “Una vez me dijo ‘una cosa antes de que te vayas’. Estábamos jugando el último partido contra Uruguay en la fase de grupos. Estaban Cavani, Suárez... ‘Asegurate de estar sólido en los cruces porque es la única manera en la que nos pueden meter un gol’. Hermano, ahí quise ir por todo. El tipo dice ‘Emi, por favor ayudame con un par de cosas y está tranquilo’. Yo empecé a hacer exactamente lo que dijo”.
Hace algunas semanas, Dibu encargó una obra que colgó en una de las paredes de su casa en Londres en la que está inmortalizado junto a Lionel Messi: “Esta pintura es abrazando a mi hermano. Fue después de los penales de la semifinal. Él decía ‘hermano, te lo merecés’. Yo solamente lo abracé y le dije ‘todo esto es por vos, ¿lo sabés?’. Quería llorar, lloré durante toda la Copa América”.
El futbolista que milita en el Aston Villa confesó que vivió con las emociones a flor de piel a lo largo de toda la estadía en Brasil: “Era como un niño. Recuerdo que lloraba por todo. Pensaba ‘¿por qué estoy llorando?’. En ese momento sentía que tenía que llorar. Entré al vestuario un día y estaba solo llorando. Todos me preguntaban por qué lloraba si estábamos en la final. Yo simplemente no podía aguantar”.
Luego de su célebre frase “mirá que te como, hermano” en la tanda de penales frente a Colombia, su figura creció exponencialmente en territorio argentino. “Mis redes sociales explotaron. Todos hablaban de lo bueno que era y yo pensaba que tenía que calmarme un poco, así que llamé a mi psicóloga. Pasé de tener 700 mil seguidores a 2,4 millones un día después de los penales contra Colombia. Miles de comentarios, entrevistas y yo no quería saber nada. No había ganado nada, solamente era una semifinal. Así que pasé horas hablando con mi psicóloga y empecé el otro partido (la final contra Brasil) muy relajado)”, confesó.
Sobre su lazo inquebrantable con Messi, ahondó: “Después de los penales, publicó una foto que decía ‘te lo merecés, bestia’. Él sabe por todo lo que pasé. Conoce la carrera de todos. Sabía lo que había pasado yo, el hecho de haberme ido de casa a una temprana edad, como él. Por eso sabe exactamente lo que siento”. Y cerró: “Yo seguía temblando. Argentina no ganaba un torneo así hacía 28 años, así que teníamos una gran presión. Él tuvo la mayor presión, lo podías ver en su cara. Le dije ‘jugá tu partido que yo te sigo’”.
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