Desde que Darío Benedetto volvió a Boca Juniors, causó una revolución. No solamente por haber trascendido que fue el propio futbolista el que se comunicó con Juan Román Riquelme para acordar su nuevo vínculo sino porque además demostró su total vigencia en el arranque de la Copa de la Liga: gol en el debut frente a Colón, asistencia contra Aldosivi y doblete frente a Independiente. Pero cuando Pipa empezaba a encaminar al equipo entre los primeros lugares, una lesión inesperada trastocó los planes.
El 9 azul y oro fue preservado en el encuentro por Copa Argentina ante Central Córdoba de Rosario en Córdoba, en medio del escándalo que se produjo interamente por la separación del plantel de Agustín Almendra y Alan Varela, las declaraciones de Sebastián Battaglia y las del propio Benedetto, quien fustigó a sus compañeros (fundamentalmente al primero mencionado). El ex Elche viajó junto al contingente a suelo cordobés, pero ni siquiera fue al banco de suplentes. Fijó la mirada al compromiso por Copa de la Liga ante Huracán en la Bombonera que también vio de afuera.
En uno de los últimos entrenamientos, el atacante de 31 años sintió una dolencia muscular que se juntó con una pérdida familiar (falleció su abuela). Mientras el plantel se reunió en el búnker de Puerto Madero para concentrarse, Benedetto fue liberado y reemplazado por Norberto Briasco en la nómina. Desde el club no brindaron informaciones precisas. Sebastián Battaglia mantuvo en el once a Nicolás Orsini y en el segundo tiempo le dio minutos a Luis Vázquez, que casi empata sobre la hora.
Se mencionó, por lo bajo, que el delantero surgido en Arsenal de Sarandí se sometería a estudios médicos para determinar una probable lesión el lunes pasado, día de descanso para los jugadores. Transcurrió el martes, cuando se esperaba por el parte oficial, pero nunca se publicó nada.
El total hermetismo se debe a una cuestión: el siguiente fin de semana Boca afrontará el Superclásico ante River en el Monumental, un compromiso que puede marcar un antes y un después en el ciclo de Battaglia como DT. Si algo lo motiva a Benedetto es jugar los duelos ante el Millonario, por eso trabaja a contrarreloj para ponerse a punto desde lo físico y no dar ventajas en Núñez (en caso de que finalmente esté en condiciones y sea convocado).
A través de las redes sociales, Boca compartió imágenes de lo que fue el último entrenamiento -de forma particular- del Pipa. Con cronómetro en mano, trotó, hizo algunos alargues y ejercicios de coordinación para probarse a sí mismo y medir el grado de dolor en uno de sus gemelos, zona implicada. A Infobae le revelaron desde Ezeiza que Benedetto está en observación, al igual que otros dos futbolistas importantes que arrastran fuertes dolores: Carlos Izquierdoz y Jorman Campuzano.
De cara al duelo ante Estudiantes en La Plata del próximo domingo (arrancará 21:30 en el estadio Uno), Battaglia probó en la última práctica a Agustín Rossi; Luis Advíncula, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Frank Fabra (vuelve por Agustín Sandez tras su suspensión); Cristian Medina, Guillermo Fernández, Juan Ramírez; Óscar Romero; Sebastián Villa y Luis Vázquez. Campuzano, preservado, le dejó su plaza al chico Medina aunque fue Pol el que se paró como número 5.
El cuerpo técnico se tomará un par de días más para determinar si arriesga a los jugadores tocados este fin de semana o si opta por dejarlos al margen para poner toda la carne al asador en la visita al Millonario. ¿Un dato para tener en cuenta? El Pincha llegará con poco descanso, producto de su viaje a Chile para disputar la ida de la Fase 3 eliminatoria de la Copa Libertadores (venció 1-0 a Everton de Viña del Mar y la semana que viene buscará la clasificación a la fase de grupos del certamen, en La Plata).
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