20 historias del Autódromo de Buenos Aires, que cumple 70 años: el ascensor de Eva Perón, las quemaduras de Fangio y el llanto de Reutemann

Se construyó en un bañado y en su momento fue de los mejores del mundo. El debut de Prost, los argentinos ganadores en MotoGP, el triunfo de Schumacher y las 100 mil personas que lo colmaron con la Fórmula 1

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Al igual que en las
Al igual que en las canchas, los papelitos llegaron al Autódromo. 100.000 personas se preparan para vivir el GP de F1 de 1980 (Archivo CORSA)

Luego de la primera temporada de la Fórmula 1 en 1950, Juan Manuel Fangio y José Froilán se reunieron con el entonces presidente, Juan Domingo Perón.

JP: “Muchachos, los felicito, pero, ¿en qué los puedo ayudar”?

Ambos respondieron: “Necesitamos un autódromo, General”.

JP: “Podría ser en unos bañados del sur de la ciudad ¿Qué les parece?”

JMF: “Me parece bien. Es un lugar grande y aparte está cerca del aeropuerto internacional”.

En una décima, como en la pista, Fangio hizo la diferencia y analizó la comodidad para los equipos de F1 a solo 17 kilómetros de Ezeiza. Otro conejo que sacó de su galera el Chueco de Balcarce para hacer más grande el automovilismo argentino y que se convirtió en la Catedral de este deporte en nuestro país: el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez. Se inauguró el domingo 9 de marzo de 1952 y fue diseñado con una proyección de vanguardia, permaneció sin cambios por 16 años y supo ser uno de los mejores del mundo. Tiene cientos de historias y aquí recorreremos algunas de ellas.

1. Pueblos originarios. Antes. Mucho tiempo antes, hace unos 700 años, debajo de las tres tribunas Talud y pegado al Parque Ribera Sur, vivieron tribus prehispánicas y en 2016 se llegó al hallazgo arqueológico más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires. Es que en esa época el Riachuelo cruzaba lo que hoy es parte del circuito.

2. La obra. En el llamado “Bañado de Flores” se erigió el “Coliseo”, otro de los apodos que recibió el escenario luego de 14 meses y un presupuesto de 9.769.245,22 de pesos. Fue desarrollado por la empresa constructora Fernando Vannelli e Hijos y coordinada por el entonces Intendente de la Ciudad, el arquitecto Jorge Sabaté, que también fue intendente municipal (hoy Jefe de Gobierno). Aunque otra persona clave fue el presidente del Automóvil Club Argentino (ACA), Francisco Borgonovo, uno de los dirigentes más importantes de la historia del automovilismo y quizá el mejor presidente que tuvo el ACA. Para su diseño y trazado se contó con la asesoramiento del neerlandés Johannes Hugenholtz, creador del autódromo que marcó tendencia en esos años, Zandvoort, el mismo, pero remodelado, en el que ganó Max Verstappen en 2021.

Postal histórica: la carrera de
Postal histórica: la carrera de Fórmula Libre que ganó Fangio el 9 de marzo de 1952 (Archivo General de la Nación)

3. Supervisión de lujo. En una entrevista con CORSA en 2011, José Froilán González recordó que “cuando volvimos a Europa con Fangio, le pedimos al taxista que se diera una vuelta por los terrenos donde se iba a construir el Autódromo. Cuando pasamos nos quedamos impresionados ya que vimos 100 máquinas trabajando”.

4. El ascensor para Eva Perón. La entonces Primera Dama ya estaba complicada con su enfermedad, pero no quiso perderse el estreno y se colocó de forma provisoria un ascensor para que pudiera subir al palco de honor que luego iba a ser usado en el Hospital de Villa Lugano, hoy conocido como el Elefante Blanco. Como esa obra no se terminó, el ascensor quedó en el Autódromo y hoy lo utiliza la gente que trabaja en la administración que forma parte de las instalaciones del palco.

El ascensor que fue hecho
El ascensor que fue hecho para Eva Perón quedó luego en el Autódromo de Buenos Aires

5. Primera carrera. El escenario que tuvo como primer nombre “Autódromo 17 de Octubre” (en homenaje al Día de la Lealtad), fue inaugurado el 9 de marzo de 1952 con la disputa de la “Copa Perón”, con el principal atractivo de la categoría Fórmula Libre, ganada por Fangio ante 120 mil personas.

6. Quemaduras de Fangio. En 1955 el balcarceño ganó con su Mercedes, pero por el fuerte calor sufrió quemaduras de segundo grado en una de sus piernas. Dos años después repitió victoria y quedó una postal histórica con Andrea “Beba” Barruet, la pareja del Quíntuple, refrescándolo con una botella de agua. En los años cincuenta y setenta se corrió en enero y las altas temperaturas hicieron estragos al punto que en el Gran Premio de 1960 los corredores recibieron baldazos de agua.

7. Triunfo histórico. El 19 de enero de 1958 Stirling Moss le dio la primera victoria en la historia a un auto con motor trasero en la F1. El inglés venció a bordo de un Cooper T43.

Fangio, Perón y Froilán González
Fangio, Perón y Froilán González en el día de la inauguración del Autódromo (Archivo CORSA)

9. Made in Argentina. Los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires fue un clásico del Mundial de Autos Sports o Endurance como se llamó luego. En los años cincuenta el circuito se conectó con la Avenida General Paz y la Autopista Ricchieri en trazados que fueron casi de 17 kilómetros. Esa categoría internacional llegó a compartir fecha con el Turismo Carretera en 1955. El Autódromo tenía una entrada a la pista pegada al ingreso principal en el arco y una salida por el lado opuesto que iba hacia Puente la Noria. En los setenta esa carrera siguió ya con los Sport Prototipos y uno de ellos fue un coche argentino que sorprendió a las potencias europeas en 1970, el Berta LR, que con Luis Rubén Di Palma y Carlos Marincovich al volante, clasificó tercero. Luego desertó por fallas mecánicas, pero fue otro hito del gran Oreste Berta.

8. Gloria en dos ruedas. Jorge Kissling (1961) y Benedicto Caldarella (1962), fueron los únicos argentinos en ganar en MotoGP. Ambos vencieron con sendas Matchless y fue en 500 cm3, que era la categoría reina del Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad, que tuvo otras dos etapas en Buenos Aires, en los años ochenta y noventa. En 1998 ganó un chico italiano de 19 años llamado Valentino Rossi (Aprilia), en 250 cm3.

Andrea “Beba” Barruet, la pareja
Andrea “Beba” Barruet, la pareja del Fangio, lo refresca tras ganar en 1957 (Archivo CORSA)

10. Reventó el Autódromo. La F1 volvió de forma oficial en 1972 y ese año debutó Carlos Alberto Reutemann, que generó una explosión popular al punto que el aliento de la gente y sus gritos eran comparables a los del fútbol. Aquellos veranos el GP argentino abrió la temporada y el país estuvo en los ojos del planeta. El apoyo al Lole y una época espectacular de la Máxima llevaron a una presencia de 80 mil a 100 mil espectadores en las tribunas que desde la madrugada coparon el recinto y se bancaron estoicos temperaturas mayores a 30 grados y la carrera en pleno mediodía. Era el templo en el que los fieles acudieron en masa para rendir tributo a sus dioses.

11. De primer mundo. Entre 1974 y 1981 la F1 usó el Circuito 15 del Autódromo que fue elegido por la mayoría de los pilotos y los equipos como uno de los mejores del mundo porque tenía (y tiene) todo: rectas largas, curvas veloces, frenajes, lugares de sobrepasos, sectores lentos, al punto que los fabricantes de neumáticos lo eligieron como banco de pruebas en aquella época. Lo que hoy pasa en Barcelona o Bahréin con las pruebas de pretemporada, hace más de 40 años ocurrió en Buenos Aires y la gente podía concurrir de forma libre y gratuita.

Cámara a bordo de Jean-Pierre Jabouille sobre el Renault RS01 en el Circuito 15 del Autódromo de Buenos Aires

12. La lapicera de Perón. El 13 de enero de 1974, Carlos Alberto Reutemann lideró hasta la última vuelta cuando su Brabham se quedó sin nafta... En el palco estuvo el propio Perón que lo saludó y lo felicitó más allá del resultado y le dijo “mirá, pibe, no tengo otra cosa para entregarte, es la lapicera que tengo”.

13. Debutó el Profesor. Otro 13 de enero, pero de 1980 un joven francés de 25 años de nombre Alain Prost corrió su primera carrera en la F1. Fue con un McLaren M29B y tuvo una buena labor: terminó sexto y en su debut sumó su primer punto en la categoría.

14. El llanto y el cumple del Lole. El mismo día que debutó Prost, el Lole Reutemann peleó en la punta, pero abandonó por el recalentamiento del motor. Con 38 años el santafesino no tuvo consuelo porque supo que era una de sus últimas chances de ganar ante su gente. Se bajó de su Williams y ante una multitud se quebró y lloró al lado del auto. El 12 de abril de 1981, fue segundo detrás del ganador Nelson Piquet, pero alcanzó la punta del campeonato en soledad e hizo vibrar a 100 mil personas que le cantaron el feliz cumpleaños luego de su festejo en el podio.

Sonido ambiente del Gran Premio de la República Argentina de 1981. Nótese la ovación del público a cada avance del Lole Reutemann. Ese día 100 mil personas le cantaron el feliz cumpleaños.

15. Largo aliento. En los años sesenta, setenta y principios de los ochenta, fueron un clásico las 24 Horas de la Asociación Pilotos Automóviles de Turismo (APAT), más conocido como el Turismo Nacional. Se solían hacer en verano y fue una verdadera fiesta. La gente se pasaba todo el fin de semana en el Autódromo o iba y venía. Los jóvenes que salían de los boliches llegaban a la madrugada para asistir a la última parte de la carrera.

16. Definiciones históricas. Fue sede de todas las categorías nacionales y tuvo carreras épicas con definiciones infartantes de campeonatos como la del TC 2000 en 1987, con la coronación de Silvio Héctor Oltra; la de la Fórmula 3 Sudamericana en 1989 y 1993, con los títulos de los argentinos Gabriel Furlan y Fernando Croceri; del TC en 1994 y 2009, la primera bajo la lluvia en la que se consagró Eduardo “Lalo” Ramos, y la segunda en la que José María “Pechito” López perdió el título por pisar una mancha de aceite a seis vueltas del final, y su percance lo aprovechó Emanuel Moriatis, que fue campeón.

17. Las hinchadas. Al ser la “Catedral” las hinchadas del Turismo Carretera se ubicaron en diversas tribunas, pero cada grupo eligió una en particular y el nombre es el número de la grada que optaron. Hoy se conocen como “La 4 de Ford”, “La 15 de Chevrolet”, “La 7 de Dodge” y “La 16 de Torino”, que es una de las tres del Talud, en el sector opuesto.

Oscar junto a su cupecita
Oscar junto a su cupecita aún en su época de piloto. En 1989 el Autódromo fue rebautizado a nivel popular con su nombre (Archivo CORSA)

18. Merecido homenaje. El 19 de marzo de 1989 comenzó la gestión formal para que el Autódromo fuera rebautizado con el nombre de Oscar Alfredo Gálvez, que junto a su hermano Juan fueron los máximos exponentes porteños. Esa iniciativa fue por medio del periodista y relator Carlos Alberto Legnani padre. Recién el 12 de septiembre de 2002, trece años más tarde, por medio de un proyecto del Diputado Jorge Giorno, la Legislatura Porteña sancionó la Ley 885 donde se formalizó el nombre de “Oscar Alfredo Gálvez”. En 2005 se incluyeron los dos nombres y pasó a conocerse como el “Oscar y Juan Gálvez”.

19. Visita de Senna. La primera y única vez que Ayrton Senna estuvo en el Autódromo fue en noviembre de 1993 luego de terminar el campeonato de F1. En ese momento estaban avanzadas las gestiones para la vuelta de la Máxima a Buenos Aires y el astro brasileño giró en un auto particular y dio sus opiniones de lo que sería un eventual trazado.

20. Festejo del Kaiser. Otro 12 de abril, pero de 1998, Michael Schumacher logró el único triunfo en la Argentina y venció con su Ferrari. Fue una victoria trabajada, ya que los McLaren-Mercedes de Mika Hakkinen y David Coulthard eran los favoritos. El Kaiser hizo delirar a todos los tifosis locales y ya se había metido en el corazón de todos los argentinos desde su primera carrera en 1995.

Michael Schumacher a fondo con
Michael Schumacher a fondo con su Ferrari rumbo al triunfo en 1998 (Archivo CORSA)

Pasado reciente, presente y futuro.

En los años noventa el Autódromo se privatizó y durante la gestión de un gran apasionado como Martín Salaverry, el escenario volvió a vivir, fue remodelado y el 13 de diciembre de 1992 regresó al primer mundo con una carrera de la Fórmula 3000, que era la antesala a la F1. El evento fue sin plata del Estado, como la vuelta de la Máxima entre 1995 y 1998. El fallecimiento de Salaverry en 2004 se sintió y luego el escenario pasó por sus peores años, en los que llegó a clausurarse e igual se corrió una carrera del TC 2000 el 20 de julio de 2014.

Tras la ley sancionada en la Legislatura Porteña en 2016 se formó un fideicomiso a 25 años en el que una parte privada (se busca la inversión para obras en el predio) se hizo cargo del 49 por ciento de las acciones y el Estado del 51 por ciento restante. En 2017 se hizo una puesta en valor con obras que no lucieron, pero fueron importantes como el reemplazo de todo el cableado eléctrico. En 2019 se hizo una reforma de seguridad (muro en el sector opuesto, recambios de las defensas de gomas y camas de leca, refuerzo en el túnel) que fue la más importante desde 1994, cuando se remodeló para la vuelta de la F1 en 1995. En plena pandemia de COVID-19 recibió a todas las categorías nacionales y tiene actividad todos los fines de semana. Pero aún falta mucho trabajo para que vuelva a ser el de sus mejores épocas.

A lo largo de este repaso se habrá leído la palabra “Autódromo”, así, con mayúscula. Es que en toda su historia y en especial en sus años dorados, el imaginario colectivo argentino conoció al Oscar y Juan Gálvez como el “Autódromo”, porque fue, es y será el más importante de nuestro país. Las publicidades de décadas pasadas decían “se corre este domingo en el Autódromo” y se daba por entendido que era en Buenos Aires. Este escenario siempre fue algo más que una pista de carreras: es un monumento histórico que representa lo que supo ser el país.

POSTALES DEL AUTÓDROMO DE BUENOS AIRES

Las tribunas recién terminadas unos
Las tribunas recién terminadas unos días antes de la inauguración (Archivo General de la Nación)
Hubo épocas en que el
Hubo épocas en que el Autódromo se conectó con la Avenida General Paz. Oscar Gálvez girando en la extinta rotonda del Puente La Noria (Archivo CORSA)
El circuito de 17 kilómetros
El circuito de 17 kilómetros que combinó el Autódromo con la General Paz y la Ricchieri (Wikipedia)
El arranque de los 1.000
El arranque de los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires en 1970, fecha válida por el Mundial de Sport Prototipos y el Berta LR adelante (Archivo CORSA)
La Fórmula 1 Mecánica Argentina
La Fórmula 1 Mecánica Argentina en la Catedral (Autódromo de Buenos Aires)
El histórico ingreso principal con
El histórico ingreso principal con el arco en una de las carreras de F1 en los años setenta (Autódromo de Buenos Aires)
El Turismo Nacional fue furor
El Turismo Nacional fue furor con las "24 Horas de APAT" (Archivo CORSA)
Bernie Ecclestone y Carlos Alberto
Bernie Ecclestone y Carlos Alberto Reutemann (Autódromo de Buenos Aires)
Perón saluda a Reutemann en
Perón saluda a Reutemann en el palco (Gentileza Alejandro de Brito)
Tribunas reventadas en el GP
Tribunas reventadas en el GP de F1 de 1975 (Archivo revista CORSA)
Los Fiat 128 de la
Los Fiat 128 de la Clase B del Turismo Nacional a pura "chapa" llegando a la Chicana de Ascari (Archivo CORSA)
El día que el Lole
El día que el Lole Reutemann se quebró tras su abandono en 1980 (Gentileza Alejandro de Brito)
El MotoGP a principios de
El MotoGP a principios de los años ochenta (Prensa MotoGP)
El Turismo Carretera reventó el
El Turismo Carretera reventó el Autódromo muchas veces, como esta carrera de 1984 (Archivo CORSA)
Silvio Oltra logró el título
Silvio Oltra logró el título de TC 2000 en la épica definición de 1987 (Archivo CORSA)
Ayrton Senna el día que
Ayrton Senna el día que conoció el Autódromo de Buenos Aires, en 1993. Fue su única visita. A su izquierda, Martín Salaverry hijo y asoma Felipe McGough (crédito: Felipe McGough)
Largada del GP de Argentina
Largada del GP de Argentina de F1 en 1997 con Jacques Villeneuve en punta, que fue ganador ese domingo (Archivo CORSA)
Sebastián Porto celebrando con la
Sebastián Porto celebrando con la gente luego de ser cuarto en 1999 en 250 cm3. Hasta ese momento era su mejor resultado en el Mundial de Motociclismo (Archivo CORSA)

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