Los vínculos de Generación Zoe y Leonardo Cositorto con el fútbol: tres clubes propios, sponsoreo y una red para la venta de jugadores

El hoy prófugo de la Justicia y su estructura buscaron pisar fuerte en el fútbol: del gerenciamiento de Deportivo Español a la fundación de dos instituciones en Zárate y Córdoba. Los lazos con las ligas de Andorra, España, Tailandia, Finlandia y Colombia

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Cositorto y los escudos de Cañuelas y Chacarita, a los que sponsoreó, y el Zoea Athletic Club, institución que creó en Villa María
Cositorto y los escudos de Cañuelas y Chacarita, a los que sponsoreó, y el Zoea Athletic Club, institución que creó en Villa María

En algunos de sus sueños, Leonardo Cositorto se imaginó levantando la Copa Argentina rodeado de sus jugadores y avisándole al país que su nombre iba a estar en el primer lugar de las marquesinas por razones muy distintas a las que lo pusieron ahora en ese lugar. En alguno de sus sueños, el líder de Generación Zoe se veía como un Bragarnik de la nueva era virtual, llevando futbolistas de aquí para allá hasta hacer no sólo un negocio alrededor de la redonda, sino fortaleciendo la imagen del imperio que creía estar formando bajo la marca Zoe. En algunos de sus sueños, Cositorto veía todo eso y sonreía. Lo mismo que los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores que estaban bajo su ala. A todos el futuro les parecía promisorio. Hasta que el sueño se transformó en pesadilla.

Si bien algunos creen que el oscuro mundo de las finanzas del deporte es un lugar donde se puede canalizar con poca sospecha dinero de otras maniobras, la apuesta de Cositorto con su alto perfil parecía ir por otra dirección. Por lo pronto y según lo que recabó Infobae, en los dos clubes más importantes que sponsoreaba se ofrece como prueba de ello transferencias bancarias con CBU de importantes entidades nacionales a la hora del pago de las facturas y honorarios de los jugadores. Su proyecto da la sensación en un primer paso de ir por otro lado: la generación de futbolistas para exportarlos a lugares remotos del planeta o ligas del ascenso europeo donde se paga en dólares y la visibilidad para fortalecer la marca, y desde allí generar nuevos adherentes a su modelo empresario de coaching financiero que la Justicia investiga como una estafa piramidal de gran envergadura.

En realidad su primer acercamiento al fútbol se da como sponsor de Cañuelas Fútbol Club en el regreso del fútbol tras la pandemia a fines de 2020. Con un acuerdo que incluía pago de 300.000 pesos mensuales, Zoe Capital con el logo del León apareció por primera vez en una camiseta de un equipo de AFA. Por entonces, el equipo militaba en la Primera C y el ahora prófugo de la Justicia argentina arribó a la institución a partir de que en el cuerpo técnico había gente de su staff de coaching.

Rápidamente entendió que ser sólo un sponsor no le garantizaba más que un posicionamiento de imagen cuando lo que Zoe quería también era tener una estructura deportiva para manejar futbolistas. Por eso, y tras el ascenso a Primera B, la relación con Cañuelas sólo duró unos meses más, hasta que decidió volcar sus recursos y energías por otro lado: fundar un club propio, llamado Deportivo Zoe, cuya meta era ingresar a los torneos AFA y para eso debía empezar compitiendo en los regionales y mientras tanto armar una estructura paralela bajo el paraguas de Deportivo Español. Además, invertir dinero en publicidad: su nombre y el de su empresa ,que en Cañuelas sólo aparecía mencionado como agradecimiento, ahora estaba en primera plana en los medios especializados en el deporte y hasta en los flashes deportivos. Cositorto daba su primer paso en serio en el mundo del fútbol.

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“Cuando llegó a Español nos armó una estructura que no tienen ni algunos equipos de Primera Nacional. Invirtió una fortuna en mejorar el campo de juego, llevó al equipo de pretemporada a Entre Ríos, pagaba los premios por partido ganado a las 48 horas y los sueldos siempre a tiempo, algo que no sucede ni en Primera. Y todo en efectivo, nada de criptomonedas como decían por ahí. Lo único que hizo de esa forma fue abrir una billetera virtual con 300 dólares por futbolista que si ellos querían podían ir y retirar o mantenerla y poner plata e invertir. Sé que hubo de los dos casos. Pero con nosotros cumplió siempre”, cuenta Ricardo Caruso Lombardi, el manager deportivo de Deportivo Español y quizás el hombre más famoso del fútbol que estuvo bajo el paraguas de Cositorto.

-¿Pero no te parecía raro semejante inversión en un club de Primera C?

-No, porque su negocio era llevar jugadores afuera. Yo, con mi cuerpo técnico, les potenciaba los futbolistas y después él los transfería a otras ligas, a Andorra, a Tailandia, a Colombia. Eso en el fútbol es muy habitual: acá pagaba en pesos y transfería en euros o dólares. Para mí su negocio era redondo. Por eso te digo: no sé qué hizo afuera del fútbol, pero a nosotros siempre nos cumplió. Y nos pagaba en blanco, con transferencia bancaria. Por eso era imposible dudar.

En paralelo a su desembarco en Español, cuya inversión alcanzaba 1.650.000 pesos por mes, Cositorto armó su club propio: Deportivo Zoe, donde tenía como reclutador entre otros a Alejandro Mancuso. Lo anotó en el Torneo Regional Amateur zona Sur por el partido de Zárate y la idea era ascender rápido al Federal A, paso previo al intento de subir a la Primera Nacional. Estuvo cerca de lograrlo, pero fue eliminado en semifinales por Sportivo Baradero. Si bien es una categoría absolutamente amateur, los futbolistas de Zoe cobraban viáticos de 3500 pesos semanales más 2500 pesos en efectivo por partido ganado. En un buen mes podían sumar casi 25.000 pesos (bastante más de lo que se da por viáticos en la categoría), más la promesa si se destacaban de ir a Español o pasar a un equipo del exterior. Esto último no era una quimera: en su corta experiencia de vida, Cositorto llevó cerca de 25 jugadores a ligas remotas como la de Andorra, donde tiene intereses en el club Santa Coloma, a la comuna de Sagunto en España, en la región de Valencia, donde intervino en el club Atlético Saguntino y sobre todo a Tailandia donde tiene intereses en el club Thawi Watthana Samut Sakhon United, y a Finlandia donde se lo asocia con la institución Oulu Tyoväen Palloilija.

Salvo Santa Colomma, que está en la primera de Andorra, las otras instituciones juegan en la Tercera divisional. También tejió lazos con clubes del Ascenso de Colombia, Ecuador y varios países centroamericanos con Costa Rica como base operativa. En España, en cambio, su hombre de negocios es Daniel Paterna, presidente de Generación Zoe en Europa y de vínculo informal también con la empresa Ballena Azul que Cositorto fundó en Londres en mayo de 2021 junto a su socio Maximiliano Batista, bajo la forma de consultora financiera y con domicilio en el número 4 de la calle Orsett Terrace, en el barrio de Paddington, a escasas 15 cuadras del Palacio de Kensington donde suelen alojarse varios miembros de la realeza británica. Batista también tiene pedido de captura en la Argentina por el escándalo Zoe.

Zoe Athletic Club, la iniciativa en Córdoba que tuvo al frente a los hermanos Graieb
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Sumado a todo esto a Cositorto también en el mundo del fútbol se lo vincula al club paraguayo Tacuary, que juega en la Primera División y es gerenciado por la firma con sede en Dubai, AX Capital que designó como su hombre fuerte en la institución a un costarricense, Carlos Aveddisian, que en la Argentina dirigió a… Deportivo Zoe. La Comisión Nacional de Valores de Paraguay fue la primera entidad en el mundo en advertir la posible comisión de delitos de Zoe cuyas oficinas en el vecino país fueron allanadas en octubre de 2021.

Pero nada de esto detuvo a Cositorto y sus muchachos. En el mundo del fútbol seguían con planes de crecimiento exponencial. Por un lado, armaron el Zoe Atletic Club, en Villa María, Córdoba, con los hermanos y ex futbolistas Rodolfo y Diego Graieb como cabezas deportivas, más la llegada de Néstor Apuzzo, el ex técnico de Huracán, para ponerse al frente del equipo. “Parecía Disney”, aceptó Diego Graieb sobre las condiciones de trabajo que les estaban brindando, con la construcción de un centro deportivo de alto rendimiento. La idea era similar a la de Deportivo Zoe en Buenos Aires: jugar en la Liga para después conseguir el ascenso e instalarse fuertemente en Córdoba como plataforma de imagen. Los principales directivos del club eran Claudio Álvarez y Silvia Fermani, al frente de Zoe Córdoba, quienes están prófugos.

Pero como el arribo a la Primera Nacional se demoraba, Cositorto buscó un atajo más tradicional: convertirse en el principal sponsor de Chacarita, club con el que acordó poner su logo en la parte frontal de la camiseta a cambio de 25,2 millones de pesos pagaderos en cuatro cuotas de 6,3 millones, de las cuales la primera se hizo efectiva al momento de la firma del contrato. La segunda está venciendo en abril y todo indicaría que es de imposible cumplimiento.

La dirigencia de Chacarita, al igual que la de Deportivo Español y el resto de los clubes involucrados con Zoe, sólo hablan maravillas de la relación y marcan su sorpresa sobre la situación judicial de Cositorto, cuyo vínculo con el fútbol para lograr visibilidad para atraer nuevos clientes, más la posibilidad de hacer negocios con jugadores en ligas exóticas, terminó por levantar sospechas.

La cata documento con la que River cesó la relación con Generación Zoe
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Las mismas que ocurrieron con River Plate. Porque Generación Zoe hizo el 26 de mayo de 2021 un acuerdo con el Instituto Universitario River Plate por el cual éste auspiciaba institucionalmente los programas y cursos dictados por Generación Zoe S.A. Claro que tras la intimación a dejar de operar financieramente que hizo la Comisión Nacional de Valores, el 21 de octubre de 2021, en la Comisión Directiva de River (el Instituto es un ente autárquico) alguien advirtió que la situación de Zoe estaba presentando irregularidades manifiestas y le pidieron al Instituto que diera por concluido el contrato cuya vigencia era de un año, lo que finalmente sucedió por carta documento el 29 de noviembre de 2021. Faltaban aún 45 días para que el escándalo estallara en toda su plenitud y la Justicia dictara la captura internacional de Cositorto y la plana mayor del Zoe Group.

Con Chaca había acordado una inversión de más de 25 millones de pesos por ocupar el frente de la camiseta (Prensa Chacarita)
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