Según cuenta la leyenda, uno de los personajes de está historia nació en Ghana y su rol era el de un noble guerrero Ashanti que peleó para cuidar el oro de su pueblo. Era un luchador desconocido que viajó desde África a la Argentina. Con un físico imponente, con su escudo y su lanza, fue como Musambe Tutu se presentó en sociedad. ¿Dónde? Ni más ni menos que en 100% Lucha, el show de la TV que cautivó a miles de niños y fanáticos de la lucha libre en la década del 2000.
El tiempo pasó y Tutu se convirtió en uno de los actores más afamados del concurso de lucha libre. Tanto que hasta compartió dueto con Vicente Viloni, el rockero que se ganó el cariño de propios y extraños. Hoy, a más de 10 años de su última aparición en uno de los rings más famosos de la televisión, este hombre se sacó el traje y es conocido por su verdadero nombre y apellido: es Jeff Aaliya, el ganhés que vive en La Plata y es el padre de unas de las joyas del básquet argentino de cara al futuro.
“A mi familia siempre le gustó el deporte. Mi mamá era muy fanática, mi papá, mi hermano mayor es taekwondista y a mi siempre me gustó el boxeo, el fútbol y la lucha libre”, le contó Aaliya, o Musambe Tutu, a Infobae.
“Llegué a Argentina el 20 de agosto de 1997 con la intención de hacer una breve estadía y seguir con unos amigos a Estados Unidos. Pero me gustó el aire de Buenos Aires, la bondad de la gente. Me recibieron de manera excelente desde el primer día, por eso me decidí a quedarme”, agregó el hombre que, gracias a su cuerpo, se hizo famoso luego de varias presencias en televisión.
“Un amigo me dijo que necesitaban luchadores y sabía que era bueno. Ahí me conectó con Telefe y comencé a entrenar hasta que a Eduardo Husni -comentarista junto a Osvaldo Príncipi- le gustó mi estilo, le gusté como persona y ahí, gracias a Dios, firmé contrato. Ahí fue donde se destacó mi imagen, pero antes había estado en Videomatch, el programa de Tinelli, cuando fui campeón de fisicoculturismo”, explicó quien enamoró a una generación vestido como Musambe Tutu.
Instalado en suelo argentino, este luchador formó una familia. Primero nació Jeff y un año más tarde apareció Lee en su vida y en la de su por entonces esposa. El menor de los Aaliya tiene 17 años, mide 2.05 metros y juega en Gimnasia y Esgrima La Plata. Fue promovido para esta temporada al plantel de primera que milita en la Liga Argentina, la segunda categoría en importancia del básquet en el país. Es más, durante el 2021, el joven fue citado para ser parte de la preselección U19 que dirige Daniel Farabello, luego de ser parte del combinado que representó a la Provincia de Buenos Aires en el Argentina Sub 17.
El hijo del personaje que brilló en la lucha libre se sumó a los entrenamientos de la Selección que afronta una nueva ventana de eliminatorias para el Mundial FIBA que se llevará a cabo en 2023. De la mano del Che García, el entrenador de la mayor que le echó el ojo hace ya un tiempo, Lee aprovechó estas jornadas para trabajar en el estadio de Obras junto a varios jugadores que fueron subcampeones en la última Copa del Mundo de China y un histórico de la Generación Dorada como Carlos Delfino.
Más allá de este presente soñado, Lee desembarcó en una de las grandes instituciones de La Plata tras un paso por el clásico club de barrio, pieza esencial para el desarrollo de los jóvenes en Argentina. “Arrancó en el club Sudamérica y se incorporó a Gimnasia en 2014 en infantiles. Juega de chiquito al básquet”, le dijo a Infobae el entrenador de la primera del Loco, Fabián Renda.
“Es un jugador que desde que llegó al club y vimos la talla que tiene y el biotipo, lo proyectamos como perimetral. Él jugó los años pre pandémicos en su categoría en los puestos 1, 2 y 3. En esas categorías jugamos sin posiciones, pero sí con esa responsabilidad de estar involucrado en el traslado en el perímetro. De hecho tiene un aceptable tiro de tres puntos, que tiene que seguir mejorando, claro”, agregó el coach.
Con la camiseta 11 del Lobo platense, Aaliya ya jugó en 12 oportunidades para el equipo, que marcha en la novena posición de la Conferencia Sur de la Liga. Promedia poco más de 5 minutos en cancha, con 2.2 puntos y 1.2 rebotes por juego.
“Es un pibe excelente, absorbe todo. Mejoró muchísimo desde que está en el club, tanto física como técnicamente. Está muy bien. Y ya lo estoy poniendo minutos importantes en la Liga Argentina, de a poco. Porque no deja de ser un nene, es un chico en el buen sentido. Pero ya está tomando responsabilidad. Contra Pergamino, en el último partido, jugó 10 minutos. Y la intención es que llegue a la próxima temporada como un jugador de Liga Argentina con mucho protagonismo”, contó Renda.
Pero Lee no es el único Aaliya en el GELP. Su hermano también es parte del club. Mide 1.85 metros y juega en la primera división de la liga local.
“Cuando Lee llegó a Gimnasia, los padres estaban intranquilos porque llegó de un club de barrio. Pero ambos son excelentes padres. La mamá es una maravilla de persona, docente. No es casual que los hermanos sean así. Y el papá va siempre a verlo. No hablé mucho porque, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los casos, no se mete. Es muy afectuoso con los hijos, siempre junto a ellos. Por eso los chicos son así”, afirmó el entrenador del primer equipo sobre el valioso aporte de los papás en la crianza de la joya que es seguida de cerca por el DT de la selección argentina.
Así, mientras el menor de los hijos Aaliya cumple un sueño de pertenecer al seleccionado nacional, su padre no dejó de disfrutar de la lucha. Una vez que culminó su participación en el segmento de TV tras cinco años, creó su propio grupo llamado Lucha Extremo en el que forma a jóvenes entusiastas que son fanáticos de la disciplina. Musambe, como todavía se hace llamar en sus redes, tiene su gimnasio en el club Villa Rivera, en la calle 3 y 52 de la ciudad platense, en la que da clases todos los días, de lunes a viernes, por la tarde.
“Sí, logré que dos de mis alumnos sean contratados por la lucha libre de los Estados Unidos, algo que no pudieron lograr dos programas históricos como Titanes en el Ring y 100 por ciento Lucha”, contó Jeff.
Con el gen deportivo corriendo por sus venas, los chicos del icónico personaje de 100% Lucha disfrutan de jugar al básquet. Y a papá les encanta verlos, claro. Como le dijeron a Infobae, no hay partido que quien fuera Musambe Tutu deje de acercarse al estadio para alentarlos y estar junto a ellos.
“Jeff también es muy bueno. Ahora todos miran a Lee, pero los dos hermanos son muy buenos. Además, son chicos muy disciplinados. Están todo el día practicando su tiro y con la pelota. Desde que nacieron me ven a mi entrenar y compartimos el momento de hacer musculación en mi club. Son honestos y trabajan duro”, expresó un papá emocionado.
No caben dudas que la historia de los Aaliya se hizo viral por tratarse del hijo de un ex luchador de un afamado programa de TV. Hace más de 20 años, un hombre que venía de Ghana tomó la decisión de quedarse en Argentina cuando no lo había pensado. Y su vida cambió para siempre. También la de sus chicos, que hoy disfrutan de jugar al deporte que tanto aman y, uno de ellos, ya se imagina haciendo vibrar a la gente en una cancha de la misma forma que su papá lo hizo con cientos de niños que no paraban de corear el nombre de Musambe Tutu.
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