A pesar que el ciclo de Mario Ledesma era cuestionado desde la eliminación en el Mundial de Japón 2019, la noticia no dejó de sorprender a propios y extraños. Eran las 13 horas del miércoles cuando llegó el mensaje vía WhatsApp al grupo de PRENSA UAR que decía: “Me pongo en contacto con ustedes para invitarlos a participar de una conferencia de prensa que brindarán el presidente de la Unión Argentina de Rugby, Marcelo Rodríguez, y el head coach de Los Pumas, Mario Ledesma”.
La primera reacción fue para todos sorpresiva; la segunda fue: ¡algo serio pasó!
Una conferencia presencial en la mismísima UAR después de tanto tiempo, con sólo cuatro horas de anticipación para organizarse y sin ningún aviso previo sobre cuál sería el tema, era urgente y sentenciaba problemas. Entonces el razonamiento siguiente dejó caer la otra alternativa: “Renuncia Ledesma”. Hecho que se confirmó cuando esta tarde el ex entrenador de Los Pumas señaló: “Doy un paso al costado”. y explicó las razones de porqué dejaba el cargo.
Un repaso del proceso de tres años que obligó al alejamiento del Head Coach de Los Pumas
Mario Ledesma asumió en 2018, en reemplazo de Daniel Hourcade, el entrenador tucumano que llevó al seleccionado nacional al cuarto puesto en el Mundial de Inglaterra 2015. Ledesma había llegado al país a principios de ese año desde Australia para asumir como Head Coach de Jaguares, y así disputar la tercera temporada de la única franquicia argentina en el Súper Rugby. Ese año, el equipo llegó por primera vez a los cuartos de final, pero fue derrotado por los Lions sudafricanos, en la altura de Johannesburgo.
El ex hooker de Curupaytí y del seleccionado argentino debutó como entrenador de Los Pumas en Sudáfrica, el 19 de agosto de 2018, con una derrota por 34 a 21 en la primera fecha del Rugby Championship. Pero, de allí en más su arranque fue muy prometedor. Una semana más tarde conseguía en Mendoza un triunfo histórico sobre los Springboks por 32 a 19 y casi un mes después festejaba la primera victoria en el certamen como visitante, ante Australia, por un ajustado 23 a 19.
Por primera vez Los Pumas ganaban dos cotejos en un año y Mario Ledesma era el entrenador. Tal vez el punto de inflexión se dio en el último partido de ese torneo. En Salta, Los Pumas jugaron un primer tiempo espectacular, dónde batían a los Wallabies por 28 a 7. Pintaba para una gran victoria y hasta se hablaba de goleada, pero todo se derrumbó en el segundo tiempo. La caída por 45 a 34 caló hondo en el plantel y se evidenció aún más en la ventana de noviembre en donde se perdieron los tres partidos que jugaron, ante Irlanda, Francia y Escocia; con la importancia que ello tenía en el ranking de WR y el posterior sorteo de grupos para el Mundial de Japón. Esas caídas hicieron que finalmente Los Pumas compartieran la Zona con Inglaterra y Francia, los dos equipos clasificados a la siguiente fase, quienes derrotaron al equipo nacional en Japón.
Pero no todo quedó ahí. Previo a la gira europea, Ledesma tomó una decisión clave que hizo mucho ruido, y sorprendió en la interna del equipo: cambió al capitán de Los Pumas. De esa forma dejó sin la cinta, nada menos que a Agustín Creevy, cuando este iba a quedar en la historia como el jugador con más caps con la banda de capitán al frente del seleccionado argentino (estaba por cumplir 50 partidos ante Irlanda) y lo reemplazó por Pablo Matera, el jugador en el que depositó su confianza cuando asumió en Jaguares.
Un camino con muchas turbulencias
El 2019 fue un año extraordinario para el rugby argentino. Con Gonzalo Quesada como Head Coach, Jaguares entró en la historia grande en el Súper Rugby y llegó a la final ante el multicampeón, Crusaders. El partido decisivo en Christchurch fue para los neozelandeses por 19 a 3.
La preparación para Japón llegaba y el equipo estaba muy confiado, pero al límite físicamente. Luego de colaborar en esos partidos se llegó a un acuerdo para que Gonzalo Quesada no viajara con el staff a Japón. Tras cartón, Los Pumas perdieron los cuatro partidos que disputaron en la previa y llegaron al mundial “tocados” y sabiendo que debían jugarse a todo o nada en el duelo del debut ante Francia para clasificar a la siguiente ronda. Así, el que perdía en el partido del debut tendría un pie afuera del torneo.
Un primer tiempo nefasto, una gran recuperación y un penal de Benjamín Urdapilleta dejaba arriba a Los Pumas 21 a 20 con muy poco por jugarse. La pérdida de la posesión en la salida le dio la chance a Camille Lopez de meter un drop espectacular. Con el score 23 a 21 abajo Los Pumas tuvieron la última chance, pero un penal muy lejano de Emiliano Boffelli se fue ancho y la caída derivó en la posterior eliminación del equipo argentino del mundial con el sabor a fracaso en sus rostros.
La pandemia y el éxito ante los All Blacks
En 2020 llegó la pandemia, la suspensión de todos los torneos y la elección para comandar el rugby a nivel mundial, en donde Agustín Pichot intentó desbancar nada menos que al presidente de World Rugby, el inglés Bill Beaumont. Eso no ocurrió y a partir de allí un panorama incierto se avizoró para el futuro del rugby argentino.
En medio de burbujas, concentraciones largas y entrenamientos caseros se viajó a Australia para disputar el Rugby Championship. El resultado fue el mejor de la historia: se venció por primera vez a los All Blacks y se empató dos veces con Australia. Un logro impensado por entonces, con un esfuerzo supremo de un equipo que se juramentó dejar todo en ese torneo de la pandemia y demostrar que podía.
Pero, y siempre hay un pero... Entre medio de los grandes resultados deportivos hubo un pésimo homenaje por la muerte de Diego Maradona con el consabido repudio popular. Los All Blacks se tomaron revancha por 38 a 0 y esa noche salieron a la luz los ya conocidos tuits xenófobos de Pablo Matera, Guido Petti y Santiago Socino. Todo se descalabró nuevamente en la UAR y a pedido de su CD se decidió la suspensión de los jugadores y la remoción de la capitanía del tercera línea surgido en Alumni, el mismo Matera que le había “sacado” su lugar a Creevy por decisión del staff, que no opuso resistencia ahora ante la dirigencia.
De allí en más todo se hizo cuesta arriba. En la ventana de julio el plantel se volvió a reunir, esta vez con casi todos los jugadores llegados desde el exterior. Se le ganó a Rumania jugando mal y a Gales en donde se mejoró, para luego sumar nueve caídas consecutivas, la última fue la peor de todas, cuando el 21 de noviembre de 2021, Irlanda nos goleó por 53 a 7
Bajos porcentajes de rendimiento y un ciclo atado con alfileres
Para Ledesma fueron 33 partidos, con 8 triunfos y 3 empates. El resto fueron 22 derrotas y un 29% de eficacia. En esos éxitos, se le ganó a Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. El anterior ciclo de Daniel Hourcade fue de 54 partidos, casi cinco años en el cargo y un 27%. de productividad. La etapa de Santiago Phelan fue desde 2008 a 2013 con la misma suerte que Ledesma, el 29%. En tanto, la de Marcelo Loffreda, de siete años y dos mundiales, fue la más exitosa, coronada con el podio de Francia 2007. Fueron 36 éxitos en 62 partidos y un 58% de efectividad.
Así comprobados los últimos entrenadores desde el mundial 1999, el ciclo de Mario Ledesma fue el más estrecho, evidentemente cortado en forma abrupta e intempestiva por la decisión de las últimas horas tomada por el entrenador y seguramente consensuada con la dirigencia.
Una cantidad de razones que explican la caída de los últimos años
Los últimos dos años fueron trascendentales en la decisión del ex entrenador, que podría tener su futuro en un club francés, aunque lo desmintió en la conferencia de prensa. La pandemia golpeó como pocos al rugby argentino. La exclusión del Súper Rugby dejó al sistema sin un equipo profesional en el país. Esto llevó al éxodo casi completo de los mejores jugadores al exterior, potenciado por los problemas económicos que sufre la UAR (quizás no se ven en el balance, en donde las arcas denotan un gran superavit).
Como alternativa llegó la SLAR, la Súper Liga Sudamericana que apareció como la única opción. Pero, la pandemia suspendió la primera edición del 2020, la segunda se jugó en burbujas, en Chile y Uruguay y en la tercera -que deberá arrancar en marzo próximo- ya no están la mayoría de los mejores jugadores que salieron campeones con Jaguares XV el año pasado. Y es más, este año debía jugarse una etapa en nuestro país, que una vez que fue comunicada se reprogramó, porque según la UAR no estaban en condiciones económicas de hacerse cargo de la organización de esos partidos.
De más está decir, que ver a Marcelo Rodríguez en la Unión Argentina de Rugby, preparado para comunicarle algo a los medios de prensa en su totalidad, junto con el saliente entrenador, también fue un factor que sorprendió. Rodríguez hace dos años que no estaba visible para todos los medios en una conferencia de prensa (la última vez había sido para presentar el RUGBY 2030 tras el lamentable asesinato de Fernando Báez Sosa). Y desde el año pasado cuando fue nombrado Charmain de la SANZAAR (la sigla agrupa a las uniones de Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia y la Argentina) que no se hacía una aparición pública.
La baja de Jaguares del Súper Rugby fue vital para recortar gastos en todos los sectores de la Unión. Sin los ingresos de dólares anuales por jugar en el mejor torneo del mundo de franquicias, la Argentina perdió su mayor entrada. Y no hay alternativas a la vista para volver a tener otro equipo profesional en lo mediato. Pero lo peor, es que no se ven proyectos cercanos, con cada vez más jugadores diseminados por las distintas ligas del mundo y sin una competencia estable será muy difícil volver a ser competitivos, cuando sólo queda un poco más de un año para el mundial de Francia 2023.
Con los constantes cambios, bajó la confianza en el equipo. Así, Nicolás Sánchez, el goleador histórico de Los Pumas perdió su lugar en Japón. Y salvo su notable producción contra los All Blacks en 2020 nunca volvió a ser el de antes en la Selección. Sin un apertura natural, el equipo falló puntos claves en 2021 ante las potencias. Y la falta de Agustín Creevy en cada convocatoria siempre hizo ruido, especialmente porque el hooker de London Irish es el actual tryman de la Premiership de Inglaterra y se sabía de su importante llegada al resto del plantel.
Además, al equipo se lo ve sin energías y desgastado por tantos contratiempos. Sin resultados, y con un juego de escaso nivel, el final de la gira de noviembre ofreció la peor versión, con una derrota contundente por 53 a 7 ante Irlanda, en Dublin, un rival que demostró estar en un nivel muy superior al argentino.
El Seven la carta del triunfo del rugby argentino
Por eso no hay que dejar de resaltar de una manera muy especial los resultados que obtuvieron Los Pumas 7s en estos últimos tiempos, con la medalla de bronce en los JJOO de Tokio como máximo logro. Santiago Gómez Cora y todo su staff representan una especie de oasis dentro del desierto. Un entrenador que fue cuestionado en algún momento por parte de la dirigencia, pudo aplicar en la cancha un proyecto claro y a largo plazo en medio de tanta incertidumbre, la misma que los responsables de la organización del rugby argentino no pudieron destrabar para seguir con el proceso que se inició con Jaguares y llegó al máximo nivel con la final en el Súper Rugby del 2019.
Los Pumas tocaron fondo sobre el final del 2021. El entrenador se dio cuenta, pero intentó tener una chance más. Algunos pensaron que era tarde y que su mensaje no llegaba. Así y todo, la peleó a fin de año y los creyó convencer. Pero cuando todo hacía prever que tendría esa última oportunidad con la ventana de julio ante Escocia, llegó el mazazo, la conferencia y el: “Doy un paso al costado”, que expresó Ledesma entre lágrimas y muy angustiado. Para dejar en claro, como él mismo lo señaló, que nunca se hubiera bajado de Los Pumas.
Ser el conductor del equipo era el objetivo para tener “su revancha” en Francia, la misma que se había fijado desde que quedó eliminado en Japón: dirigir y clasificar a los Pumas entre los mejores del mundial del 2023. No pudo ser.
Para Ledesma es el fin de un sueño, así como lo fue para Daniel Hourcade. Ahora habrá que ver quién será el sucesor -se habla de Felipe Contepomi- y si éste puede cambiarle de forma urgente el rumbo a un barco que está a la deriva y necesita a la brevedad volver a ser lo que fue para encaminarse en el camino al 2023.
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