En marzo de 2021, a poco más de un año de haber asumido como vicepresidente primero de Boca Juniors, Mario Pergolini renunció a su cargo dirigencial y compartió las sensaciones que le dejó su breve experiencia en el club. Transcurrió bastante tiempo desde su alejamiento y ahora volvió a reflexionar sobre su paso, a la vez que no descartó involucrarse nuevamente en la política de la institución en el futuro.
“Si yo acá no puedo hacer nada, se terminó. Es un poco esa la conducta. Si esto no lo puedo llevar hasta otro nivel, ¿para qué voy a ver cómo cae? Intenté hacer eso”, manifestó Pergolini en diálogo con Andy Kuznetzoff en Radio Urbana. Y explicó por qué no se quedó a luchar desde adentro: “Hay lugares en los que te das cuenta que tenés herramientas para pelearla. Si acá se empieza a mover la interna, sabés cómo manejarte y podés encontrar otro enfoque. El fútbol te hace sentir todo el tiempo, si sos de afuera, qeu sos de afuera”.
Más tarde, expresó: “Yo no era un dirigente que estaba rosqueando, que iba a la confitería del club y tenía amigos en las organizaciones. Yo era un tipo que estaba en la platea, que era de Boca, que le fue bien en su trabajo y los otros entendían que siempre es más fácil promover a uno conocido que crear a una persona. Me subí a algo que creí que iba a funcionar. Cuando lo hablamos de estar con Román me empecé a entusiasmar y digo ‘bueno, acá tengo un rol para jugar’”.
Lentamente empezó a ver cómo se le cerraban algunas puertas: “Hay un código futbolístico que no mira a la gente que viene de afuera como alguien que viene a aportar o sumar. Son desconfiados, te boludean un poco. Están todo el tiempo cacheteándote hasta que más o menos podés hacerte un poco fuerte y hacer pie. Creo que no logré eso y me frustró bastante”. También aclaró que “no fue igual que si me hubiese agarrado hace 20 años atrás, cuando estaba más competitivo, que era a todo o nada. ‘Yo acá me planto y sacame’. Acá veía que no iba a pasar”.
Pergolini analizó que el fútbol es muy “presidencialista”, sobre todo en un club como Boca, y detalló sobre su vivencia personal: “Si vos vas y decís que querés mejorar la tecnología y generar ingresos por otro lado, te dicen ‘no, esto es Boca, vamos a ganar la Libertadores’. Yo digo ‘bueno, yo les doy todo el colchón para que ganen la Libertadores’. No sé comprar jugadores, no tengo idea a quién elegiría como técnico, me dejo llevar como cualquier hincha. Déjenme en el lugar que me corresponde. Es muy difícil. Me frustró. Cuando me fui pensé ‘me comí el sapo’”.
Para graficarle a Andy con qué se compara ser presidente, vice o dirigente de Boca, Mario dijo: “Es como tener un programa de 48 puntos de rating en los 90. No hay rincón en donde alguien no te diga algo, no te pida o sugiera. Y las puertas que se te abren... Te da una agenda que no te da tal vez ser presidente (de la Nación)”. Y ejemplificó: “De golpe te encontrás hablando con el Emir de Qatar, con el que podés charlar de cosas personales, de una empresa de tecnología. Si yo hoy quiero una reunión con (el magnate norteamericano) Jeff Bezos, no me la da. Ahora si él viene a Argentina, seguro quiera conocer la cancha de Boca. Entonces tenés 5 minutos con Jeff Bezos”.
“¿Si Riquelme me hizo acordar a mí años atrás? Son culturas muy distintas. Cuando nosotros competíamos (por Pergolini y Kuznetzoff), yo fui y te dije qué iba a pasar. Yo compitiendo no veo amigos de por medio. Te lo conté, te pudo haber molestado, pero no te sorprendió. A mí esa no me la avisaron. ‘Sí, ja ja ja, blu blu blu’, y cuando te das cuenta... opa”, añadió.
Sin rumbo dentro de la institución, optó por dar un paso al costado: “Iba para acá, no. Iba para la tecnología, no, lo va a hacer tal dirigente porque tiene un amigo. ‘Che, está pasando esto acá’, ‘Dejémoslo’. Listo, me voy. Todos te dicen ‘quedate’. ¿Sabés la cantidad de gente que me dijo ‘quedate’? ‘Pero no puedo hacer nada’; ‘¡Qué importa, es Boca!’. Nooo, yo quiero seguir yendo a la cancha y que la gente me diga ‘Hola Mario’. Casi todos los dirigentes no pueden volver a la cancha. Yo no quiero eso, voy con mis hijos desde chiquito”.
Por último, admitió haberse ido con “bronca” por no haber podido llevar su proyecto adelante y cuando lo consultaron por una revancha a futuro, respondió: “Solo la unión de todos va a hacer que haya revancha. Si no, no hay forma. Faltan dos años, en esto podés crecer mucho y si seis meses antes ganás la Libertadores, listo, ya está. Hasta yo empiezo ‘Riqueeelme, Riqueeelme’. Esto es así, esto es resultados”.
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