Después de un exitoso paso por Colón de Santa Fe, con título incluido, Eduardo Domínguez aceptó el desafío de dirigir Independiente, a pesar de las dificultades económicas y políticas que rodean al Rojo. “Estoy en un club de gran magnitud, hay mucho por ganar; no me arrepiento de haber venido cuando me llamó el Rolfi Montenegro”, aseguró el ex defensor en diálogo con radio Mitre.
“Yo veo en Independiente algo diferente a lo que ve el resto. Yo creo en mi trabajo”, agregó el hombre surgido en Vélez, que también condujo a Huracán y Nacional de Montevideo. “Creo profundamente en este plantel que es muy joven, al que le voy a dar mi impronta”, agregó, mientras el club negocia la posible incorporación de Iván Marcone, hoy en el Elche de España.
Domínguez dejó varias frases que hasta lo definen en cuanto a estilo. “¿A quién no le gusta ganar imponiendo condiciones? Pero hay un rival. A veces hay que ser inteligentes y otras veces hay que ser atrevidos. La búsqueda que el hincha se sienta representado con este equipo”, dijo, exhibiendo su lado pragmático. Y buscó martillar mucho más allá del pizarrón, con un nombre como bandera: “Yo creo que hay que seguir a Pablo Aimar. Es un señor. Los valores que les ha dado a las Juveniles y ahora a la Mayor. Cuando hablen con Messi, con Di María, pregúntenle por Aimar. Es un gran referente para lo que viene”
Eduardo es el yerno de Carlos Bianchi, quien dejó una huella en los bancos de suplentes de Boca y de Vélez, por títulos, pero también por su modo de gestionar planteles. “Siempre termino en lo que me dijo mi suegro: ‘Sé vos’. Desde que llegué al club está muy pendiente de lo que pasa en Independiente”, contó.
“Al principio Bianchi y mi mujer estaban más nerviosos que yo. Yo aprendo de hablar de la vida con él. De los valores que le gusta representar con su ejemplo”, añadió sobre las enseñanzas que le dejó el Virrey, quien hoy, a los 72 años, envió a dormir al entrenador y se dedica a su familia.
“Cuando se hablaba del celular de Dios de Bianchi, creo que era la alarma: se levantaba a las 5 de la mañana para dirigir. Se metía en la cabeza, en la vida de sus jugadores. Por eso muchos jugadores lo saludan y le dicen maestro”, reveló.
OTRAS FRASES DE DOMÍNGUEZ
La herencia que recibió en el Rojo
“Me saco el sombrero con lo que hizo Julio (Falcioni) en Independiente, por todas las dificultades que le tocó pasar”.
El grandilocuente elogio a Marcelo Gallardo
“Lo que está haciendo es algo insólito en el mundo de hoy; sin dudas, la continuidad de su trabajo es muy buena”.
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