Oscar Ruggeri cumple 60 años. Surgido de las inferiores de Boca Juniors, protagonista del polémico pase a River Plate, donde ganó todo; campeón del mundo con la selección argentina en México 86 y dos veces vencedor de la Copa América. Además jugó en Real Madrid, América de México, San Lorenzo y se retiró en 1997 jugando para Lanús. Incursionó en la dirección técnica con suerte dispar, en los bancos del Ciclón e Independiente, entre otros. Y desde su aventura como panelista en Fox Sports y hoy en ESPN sacó a relucir todo su carisma ante las cámaras, con opiniones filosas, anécdotas y también opiniones políticas que le han generado simpatías y detractores.
Aquí, 60 frases que lo ilustran y definen en su cumpleaños N° 60.
“Cada vez que me cambiaba para entrar con la camiseta de la selección argentina me transpiraban las manos, no sentí nada igual en ningún equipo”.
“La cinta de capitán es lo más increíble que te pueda pasar, hay que ser responsable por esa cinta que tenés y el grupo se tiene que mover de acuerdo a la necesidad de lo que la Selección requiere, y vos sos el encargado de decidir hacia dónde”.
“La Copa del Mundo es la más linda de todas, es incomparable con cualquier otra”.
“Argentina-Brasil es el clásico más grande del mundo, no sólo de Sudamérica”.
“Muero por trabajar en la Selección; no dirigir, porque no estoy preparado, pero sí para lo otro, estar, estar con los juveniles, acompañar”.
“En el 90 contra Brasil no iba a jugar, pero era Brasil y tenía que estar. Entonces, lo agarré al doctor y le pedí que me infiltrara”.
“Ver llorar a los brasileños en la tribuna fue de las satisfacciones más grandes que tuve en mi vida”.
“Con lo que le está costando a Argentina ganar la Copa del Mundo, teniendo un gran 10 como lo teníamos nosotros, tomamos mayor dimensión del logro que alcanzamos en 1986. Ojalá pase otra vez”.
“Si no me dejan entrar al predio de la Selección voy con mi Pathfinder y tiro abajo el alambrado”.
“En el 90 teníamos una cábala que era afeitar por completo a Tito, el utilero de la selección. Le traíamos alcohol y le tirábamos alcohol. ¡Los gritos que pegaba! Con la hojita lo afeitabamos. Era cábala, porque ganábamos. Después juntábamos guita y sabés el premio que le dábamos…”.
“Cuando le dije a mi mamá que quería ser jugador de fútbol ella me respondió: ‘¿Jugador de fútbol? andá a estudiar, andá a laburar, los jugadores de fútbol son todos vagos”.
“De chico yo era de Boca, un día me metí al hotel donde estaban los jugadores, me pude meter al pasillo de los cuartos y de golpe apareció Potente, que era una de las figuras del equipo, me vio y me gritó ‘¡pendejo de mierda! ¿Qué haces acá?’. Eso me marcó mucho. Por eso hoy cuando veo algún nenito freno y me saco fotos.
“Un día me saqué una foto con Mouzo y le dije que yo iba a jugar en la Primera de Boca, él me dio su teléfono y me dijo: ‘Hagamos una cosa, si un día jugás en Boca, me llamás y me mostr´´as la foto”. Tiempo después pude cumplir ese trato”.
“En la cancha donde más se siente la localía es la de Boca, por un tema de estructura del estadio. Si ponés a la gente de San Lorenzo es lo mismo”.
“La final contra Steaua Bucarest en el 86 fue más importante que la de River contra Boca en Madrid”.
“Un día la barra de Boca entró a la concentración con 100 revólveres. Nos pedían entradas, camisetas, plata y que ganáramos. Qué cagazo”.
“Cuando fui con River a la cancha de Boca miraba la popular, buscaba al Abuelo (jefe de la barra) y lo señalaba”.
“Yo lo único que quería era jugar al fútbol en un equipo grande. River me abrió las puertas y me fui. En ese momento Boca no era grande, era de lo peor”.
“En River teníamos un hobby que era comprar armas. Un día vino un tipo a la concentración a vendernos armas a los jugadores, abrió el baúl y era Bin Laden. Escopetas, granadas, revólveres, nunca habíamos visto armas así. Me compré una escopeta y una itaca”.
“A mí me encantaba que me putearan. Me puteaban y me inflaba de una manera que iba a trabar con la cabeza, las dos piernas, el cuerpo. Me agarraba una energía... Eso necesitaba”.
“El insulto que más me dolió fue cuando las hinchadas rivales me cantaban: ‘Boromcombón, borombombón, para Ruggeri, jubilación’”.
“Si el vestuario no es sano, no tenés chance de nada”.
“Hay que usar slip para jugar porque te retiene las bolitas”.
“Si perdiste, bien no jugaste. Ganar es lo más importante”.
“Al carnicero hay que conocerlo para que te dé la mejor carne, y no la que tienen ahí en la heladera del mostrador”.
“Para mí, sacando los Mundiales, la final con Brasil en el Maracaná debe ser de los partidos más importantes que tenemos. Es la Copa América más valiosa, sin dudas”.
“Me di cuenta que tenía COVID cuando fui al baño a hacer lo segundo y me di cuenta que no olía nada”.
“Cuando un jugador se retira hay que contenerlo, Si yo no tuviera hoy el respaldo tan grande que tengo de mi familia, no sé qué hubiese pasado conmigo”.
“La gente en la calle me mira y debe tener miedo de que ande gritando como lo hago en la tele. Pero no. No me peleo en la calle. Vivo mi vida muy tranquila con mi familia”.
“Ando en auto sin aire acondicionado. Me siento y digo ‘no tengo calor’ y me concentro y voy. Me acostumbré jugando, porque no se prendía el aire cuando íbamos en el micro porque tenés que estar con el clima del día. El aire te hace mal”.
“Cuando jugaba por ahí era la estrellita y alguna vez me equivoqué y me la creí. Pero con la gente, no. Siempre anduve con los pies sobre la tierra. Es algo que uno trae de chico”.
“Valoro ir por la calle y que me saluden. Por ahí entro a un lugar y la gente se sorprende al verme. Me gusta hacer la vida que hacen todos”.
“Cuando debutó Aguero le dije, si le tenés que tirar caño, tirale caño a los grandes, a todos. Divertite y pasala bien”
“Yo miro a Messi hoy y lo desconozco. Me está demostrando que es el líder de todos estos pibes”.
“Al más difícil de pegarle, Bochini. Para mí no le pegó absolutamente nadie. Mirá que yo le tiré, eh”.
“A Riquelme le pegabas y no lo movías, era fuerte y muy dificil de anticipar”.
“Yo ese día de la pelea con Chilavert no veía a nadie. Ni hinchas ni compañeros. Eran Chilavert y yo. Solos. Él primero me escupió en un córner. Ahí le dije ‘antes de que termine el partido, una te voy a pega’”. Estaba ido. No me importaba nada. Fue la única vez que me pasó”.
“Diego Maradona fue el mejor compañero que tuve”.
“Maradona fue el mejor de todos, a la hora de entrenar y de tomar las grandes decisiones”.
“Cuando fui con Diego a ver a Juan Pablo II, los curas lo dejaban al Papa de lado para sacarse fotos con él”.
“La de Maradona no era la vida de un ser humano normal. Yo me peleé mucho con él, pero no por fútbol, sino por el tema de drogas”.
“Maradona nos hizo muy felices, muy grandes a nosotros. Era muy difícil que hubiese levantado la Copa si no lo hubiésemos tenido a él”.
“Maradona hizo conocer a Argentina en cada rincón del mundo. En cada rincón del mundo si vos decías Argentina, te decían Maradona, ésa era la respuesta”.
“Yo creía que a Diego no le podía pasar nada. Cuando vi el nombre en el cajón me fueron cayendo las fichas. Empecé a llorar solo, hasta ahí no creía nada”.
“Bilardo no fue nuestro entrenador, fue nuestro educador”.
“Bilardo nos comió la cabeza, nos hizo ganadores a todos”.
“Si Bilardo me decía que me tirara al río, iba y me tiraba”.
“El que se mete con Bilardo se mete conmigo. Más ahora... Cuando tenía el programa y se podía defender, lo hacía él mismo. Ahora que está enfermo y no se puede defender, tenemos que saltar”.
“Soy muy buen amigo. Mis amigos saben que por cualquier cosa que les pase, pueden venir a golpearme la puerta y van a recibir respuestas”.
“Tengo un amigo que trabaja en la AFIP y con mis otros amigos lo volvemos loco, le decimos que vive de arriba, de nuestros impuestos”.
“Nunca me miré bailando en ShowMatch. Me daba vergüenza. ¿Sabés lo que me cargaban mis amigos en Corral de Bustos cuando me veían bailando con calzas? Se me cagaban de risa”.
“Soy mejor abuelo que padre”.
“Hoy me preocupa mucho la felicidad de mis dos nietos y de mis hijos por todo lo que veo en el país”.
“Desde que tengo uso de razón escucho ‘la pobreza’ y lo que menos hacen los políticos es ayudarlos de verdad”.
“Me emociona cuando veo que pasan cosas con chiquitos, no entiendo por qué les pasan cosas a los nenes. Creo en Dios, pero estas cosas me hacen preguntarme si existe”.
“Odio el hermoso país que tenemos y que no podamos disfrutarlo entre todos”.
“Voy a putear a todos esos irresponsables que se vacunaron con 40 o 30 años y le sacaron la vacuna a la gente grande”.
“Le tengo miedo a la muerte, mucho. Tengo miedo de enfermarme, tener una enfermedad jodida. Me da miedo porque quiero ver a mis nietos grandes, encaminados”.
“Estaré agradecido de por vida a mis padres porque me enseñaron con toda la humildad del mundo”.
“Trato de seguir una vida normal. Sin el fútbol cuesta demasiado, pero la trato de llevar de la mejor manera”.
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