Cuando el Rally Dakar llegó a Sudamérica en 2009 en la edición que se disputó en la Argentina y Chile se generó un fervor por querer participar de la carrera más dura del mundo. Ese evento que parecía inalcanzable en la época de África se convirtió en una posibilidad para muchos pilotos profesionales y otros que no se dedicaban al deporte motor, pero que lo vieron como un gran desafío. En los once años que la competencia se disputó en Sudamérica la legión argentina se multiplicó y a pesar que desde 2020 se corre en Arabia Saudita una veintena de aventureros se hacen presentes y para ello es necesario un presupuesto y cumplir una serie de requisitos deportivos.
Hay dos maneras de participar. La primera siendo un piloto contratado por una fábrica como ocurre con los hermanos Kevin y Luciano Benavides en motos, donde ambos están bajo el ala de KTM y Husqvarna, respectivamente. Se suma Franco Caimi, que es piloto oficial de Hero, pero no pudo correr en esta edición por una lesión. Por otro lado, están los que pagan para poder correr, que son la mayoría en distintas categorías.
Una cosa era el presupuesto para poder participar en Sudamérica y otra hacerlo en Medio Oriente, lo que complicó mucho las posibilidades de los argentinos. Aunque la pasión pudo más y para la 44ª edición hubo 27 albicelestes que formaron parte ya sea como pilotos o navegantes. Recorriendo el campamento o parque de asistencia de Riad, Infobae pudo averiguar qué números son necesarios para poder acceder a un vehículo en las cinco categorías.
En este artículo los valores fueron pasados a dólares, pero en la consulta original se informaron en euros porque la mayoría de los equipos que brindan un servicio de asistencia son del Viejo Mundo y tienen una gran experiencia. Varios de ellos vienen desde la época de las competencias en África y conocen el ambiente del rally raid como la palma de la mano. Los valores son por el alquiler del servicio que incluye el vehículo y el trabajo de la escudería durante dos semanas y media que dura el Rally Dakar, contando los días previos con las verificaciones técnicas y administrativas, y el shakedown, que es el último ensayo antes de la largada.
Motos. Sin ser un equipo oficial, pero con un buen equipo y medio mecánico para estar entre los 50 mejores, van de 63 mil dólares (56 mil euros) una de 2019 a 93 mil dólares (82 mil euros) una de 2022. Ese monto es para una réplica de KTM o Husqvarna. Sin embargo, hay valores más bajos con motos más viejas que cuestan 54 mil (48 mil euros).
Autos. Van de un millón de dólares (890 mil euros) a 1,2 millón de dólares (1,1 millones de euros) o 2,2 millones (2 millones de euros). Es la categoría más cara, pero la que siempre marca referencia en la general y donde un buen equipo privado puede pelearle a un oficial una etapa como pasa con el Bahréin Raid Extreme que con Sébastien Loeb ganó el segundo parcial en esta edición, o también disputar la chance de un podio, o terminar entre los cinco primeros.
Hay otros casos en esta divisional que son los propietarios del auto y solo pagan los trabajos del equipo y el valor es de 511 mil (450 euros).
Camiones. Para solo participar y no tener chances de terminar entre los 20 primeros se requieren entre 200 mil dólares (180 mil euros) a 227 mil dólares (200 mil euros). Si el objetivo es estar más adelante y alquilar los servicios de un equipo más fuerte se debe desembolsar unos 285 mil dólares (250 mil euros).
Cuatriciclos. Oscila de 90 mil dólares (80 mil euros) a 102 mil (90 mil). Como es una categoría donde los argentinos se destacan algunos equipos saben que suelen ser acompañados por familia y amigos en una época que son vacaciones en la Argentina y ofrecen un pack completo con 113 dólares (100 mil euros) el cuatriciclo, la asistencia y un motorhome.
UTV o Side by side. Son los vehículos tipo areneros y su divisional les dio la chance a muchos pilotos que por falta de presupuesto no pudieron correr en autos. Para acceder a uno de los vehículos tipo areneros los precios varían. Si se pretende competir con la asistencia del equipo South Racing, el más fuerte de todos en la especialidad, los precios son:
Luchar por los diez primeros puestos, 363 mil dólares (320 mil euros).
Luchar por los veinte primeros puestos, 383 mil dólares (280 mil euros).
Solo con la aspiración de llegar, 227 mil dólares (200 mil euros).
“Original”. Este es un espacio para las motos y cuatriciclos destinados a quienes van con lo justo y no pueden pagar la asistencia de un equipo y los competidores se convierten en los mecánicos. Los pilotos están solos y pagan 18 mil dólares (16 mil euros). La empresa que gestiona el Rally Dakar, Amaury Sport Organisation (ASO) se hace cargo del traslado de la moto o cuatriciclos desde cualquier lugar del mundo y el combustible. Se ubican todos en un mismo lugar y también les proveen de algunos asistentes. Al monto mencionado se le deben agregar el viaje del piloto y los gastos que deba abordar en caso de tener que adquirir algún repuesto. Pero esta es la variante básica para que alguien pueda formar parte del evento.
Inscripciones. Al costo de la asistencia de los equipos se le deben sumar las inscripciones que deben pagar los pilotos para poder participar y a cambio ASO otorga la cobertura médica, comida y combustible, entre otras cosas. Los precios varían según las categorías y están informados en el sitio del evento y hay descuentos para quienes tuvieron diez o más participaciones y son considerados “Leyendas”. Estos son los valores que se manejaron para la edición 2022 y todos fueron pagados en cuotas, la primera al momento de inscribirse, la segunda el 15 de septiembre y la tercera el 31 de octubre.
Moto/Cuatriciclo: 19.318 dólares (15.700 euros). “Leyenda”: 16.818 dólares (14.800 euros).
Autos: 30.227 dólares (26.600 euros). “Leyenda”: 28.522 dólares (25.100 euros).
Camiones: 44.772 dólares (39.400 euros). “Leyenda”: 42.500 dólares (37.400 euros).
UTV o Side by side: 27.954 dólares (24.600 euros). “Leyenda”: 26.250 dólares (23.100 euros).
Requisitos deportivos. No es solo dinero lo que se necesita para poder correr en el Rally Dakar ya que al ser una prueba extrema no es para cualquiera. El número de 33 víctimas fatales desde su primera edición llevó a la organización que quienes quieran participar deban tener una experiencia previa en algunos eventos similares para aprendan cuestiones básicas como la navegación que es la hoja de ruta que deben seguir para poder completar el recorrido. Cabe recordar que el rally raid o cross country se transita a campo traviesa y es diferente a las carreras de rally donde los autos van por caminos.
Sobre el tema, Infobae habló con Luciano Benavides y explicó que se debe haber corrido en alguna competencia similar: “Tiene que ser una carrera que sea clasificatoria para el Dakar, como una carrera de Abu Dhabi, una carrera de Marruecos, bueno, creo que la de Argentina también, el Desafío Ruta 40 era clasificatoria o ahora el SARR (South America Rally Race) ahora también es clasificatoria para el Dakar, básicamente es tener una de esas carreras adentro para que la organización sepa que estás apto para poder salir al desierto, tenés que ir navegando, no es que salís de un día para el otro. En mi caso y en el de Kevin venimos del Enduro toda la vida y nos pasamos a este mundo del rally y eso es básicamente lo que se necesita”.
En función de lo que indica Luciano, en la Argentina quienes quieran comenzar está el Campeonato Argentino de Rally Raid y el Campeonato Argentino de Navegación. El SARR es un evento internacional que se hace en el verano en nuestro país y la próxima edición será del 15 al 26 de febrero y recorrerá La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa y Río Negro.
A los montos mencionados hay que sumarles los costos de las participaciones previas como explicó Benavides. Poder competir en el Rally Dakar implica una preparación mínima de un año para poder estar en las carreras clasificatorias. Estar presente implica un objetivo a largo plazo y una importante inversión, aunque el esfuerzo vale la pena ya que formar parte del evento constituye un desafío deportivo y una gran experiencia de vida.
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