El plan “8+8″ de Ameal y Riquelme para contrarrestar a una oposición que se arma con Macri y Tevez: el mapa político de Boca de cara al 2023

El recordado abrazo entre Juan Román Riquelme y Carlos Tevez tras la conferencia en la que el Apache confirmó su retiro en la mismísima Bombonera no fue falso, pero sí solemne. Los puristas saltaron a la yugular de los que informaron sobre este cortocircuito entre ídolos que podía traer cola a futuro. Con el equipo clasificado a los octavos de la Libertadores y un Carlitos golpeado por colgar los botines, probablemente no era momento de instalar la puja política que podía llegar a acontecer en 2023. Esa versión, que muchos cuestionaron y tildaron de errada, hoy adquiere cada vez más forma.

Las últimas semanas en el Mundo Boca fueron a puro agite. No solamente por cuestiones pertinentes al vestuario (con el caso de “intoxicación” sobre el tapete) y la conquista de la Copa Argentina que llevó al equipo de Sebastián Battaglia a sellar su boleto para la Libertadores 2022, sino porque ya empezó a sonar el runrún político cuando el oficialismo acaba de cumplir la mitad de su mandato. Jorge Ameal bajó su perfil y perdió algo de contacto con la prensa. Román, por su parte, aprovechó algunas apariciones públicas para plantar bandera.

Sin embargo, el primero en figurar en el radar de la política xeneize fue Tevez. En la que fue su reaparición en los medios (principios de noviembre) informó que terminó su primer año del curso de entrenador, que fue tentado por su representante para ejercer labores en el mundillo de los agentes y que no descartó volver a jugar al fútbol profesional (siempre y cuando llegue una propuesta superadora desde el exterior). El último ídolo de Boca agradeció el respeto que el Consejo de Fútbol le brindó cuando tomó las riendas de la dirección deportiva aunque al mismo tiempo admitió que no tuvo relación con ninguno de sus integrantes. Ni siquiera, siendo capitán, se sentó con ellos para discutir los premios económicos del plantel.

“No sé si estoy preparado para meter los pies en el barro de la política. Si me meto, no voy a ir contra Román ni a tirarle mugre a esta dirigencia. No quiero ser un títere. Si estás, es por convicción y tener las cosas claras. No para que te usen porque ven alguna posibilidad de ganar”, manifestó Tevez.

El día que Riquelme cumplió justamente dos años como directivo, Boca se consagró campeón de la Copa Argentina en Santiago del Estero y el vice soltó munición gruesa frente al micrófono de la transmisión oficial. Casi sin que le mencionen el tema, Román fue filoso y apuntó contra la gestión anterior: “Sabemos lo que es Boca, sabemos lo que es nuestro club. Ha hecho presidente de un país, a Mauricio Macri, así que imaginate lo que es nuestro club. Lo que sí, el hincha tiene que tener claro es que todo lo que se dice no es verdad. El club está bien y yo se lo voy a cuidar mucho”.

Hasta se fijó en el plano deportivo para atacar al macrismo-angelicismo, a los que engloba en una misma época: “Con la dirigencia anterior, ellos (por River) se acostumbraron a ganar y a festejar. Ahora esto cambió, así que estamos contentos. Estos dos años nosotros estamos contentos”. No brindó precisiones acerca de su posible postulación como presidente en diciembre del 23, pero sí adelantó: “Vamos a estar muchos años en el club. La gente anterior estuvo 25 años y usó al club para lo que lo necesitaban. Ahora es hora de volver a ser un club de fútbol y sabemos que de a poquito lo estamos consiguiendo”.

Sorpresivamente -tal vez algo falto de timing- Tevez concedió otra extensa entrevista a dos días de la consagración de Boca en Santiago y fue más vehemente a la hora de referirse a sus posibilidades de lanzarse como político de fútbol. Primero aseguró que él, en caso de haber estado en el micro con los jugadores del plantel a los que Riquelme hizo bajar para dar una charla en el vestuario tras una derrota contra Gimnasia en la Bombonera, no hubiera hecho caso.

Después mencionó: “Todos saben la amistad que tengo con Mauricio (Macri), Daniel (Angelici) y la ex dirigencia, pero si pongo mi nombre, voy a ser el que maneje, no serán ni Macri ni Angelici. Es una decisión que tengo que tomar con mi familia y tengo tiempo hasta 2023 que ellos tienen mandato y hay que respetarlo. Si me meto, no me voy a fijar en lo que tengo enfrente. Será porque tendré una idea clara para el club y después la gente decidirá si elige a Román, Tevez o cualquier otro. Acá no es Riquelme ni Tevez, acá el hincha hace grande a Boca”.

La actual dirigencia no recogió el guante, se centró en la última fecha del campeonato con el festejo del Día del Hincha, la final del equipo femenino, el viaje a Arabia Saudita para disputar la Maradona Cup frente al Barcelona y el Trofeo de Campeones de la Reserva. Inclusive Riquelme se dio una vuelta por la Bombonera para ver en vivo los arreglos que se llevan a cabo con el drenaje del campo de juego, mientras gestionaba detalles para renovarle el contrato a Battaglia y evaluaba refuerzos y ventas junto al Consejo.

Al mismo tiempo que Román tomaba mate caminando por el removido césped, a escasas cuadras del Alberto J. Armando, más precisamente en una esquina de la Avenida Regimiento de Patricios, 9 agrupaciones vinculadas a la oposición inauguraron un búnker donde se reunirán de ahora en más a ver los partidos de Boca y debatir sobre el futuro institucional del club con motivo de una muestra de arte tributo a Diego Armando Maradona.

Ese miércoles 22 de diciembre se hicieron presentes las agrupaciones Dale Boca (Fran Quintana), Boca La Causa (Diego Lajst), SuperBoca (Edgardo Alifraco), Boca es Boca (Carlos Aguas), Resurgimiento Boquense (Marcelo London), Frente Único Orden y Progreso (Pedro Orgambide), Xeneizes por Siempre Boca (José Requejo y Leandro Pompilio, hijo del histórico Pedro), Arriba Boca (Jorge Bitar, fallecido en 2020) y Alternativa Boquense (Juan Carlos Crespi, ausente con aviso). Quien comandó ese evento al que acudió un centenar de personas fue Daniel Angelici, que un tanto más canoso y con una evidente pérdida de peso arremetió contra Juan Román Riquelme ante las cámaras: “Haber jugado bien al fútbol no te habilita a ser un buen dirigente”. Antes, alineado junto a los miembros de las agrupaciones, no quiso hacer alusión a su posible candidatura como presidente en 2023 y llamó a “recuperar el club”.

No hace falta ser un erudito para atender el proyecto a largo plazo que tiene Riquelme en Boca. Por si no había quedado claro su deseo de permanencia en Ezeiza y su palco de la Bombonera, despidió el año ante socios de la institución el miércoles pasado y compartió un breve discurso: “Estoy eternamente agradecido porque hace dos años le hicieron muy bien al club. Ustedes fueron los culpables de hacerme volver, eso no me lo voy a olvidar nunca. No tengan dudas que los dos años que vienen van a ser muy lindos. Vamos a trabajar muchísimo, al club se los vamos a cuidar mucho. Espero que nos apoyen durante muchísimos años. Yo quiero estar hasta el último día de mi vida en este club porque lo amo”.

Si bien en un momento tomó fuerza la versión de que Román apostaría a ser presidente dentro de dos años, una fuente importante de Brandsen 805 le reveló a Infobae que en realidad se baraja el Plan “8+8″. ¿En qué consiste? En que Jorge Amor Ameal complete 8 años de mandato (o sea, vaya por la reelección en 2023) y a partir de 2027 Riquelme, con dos gestiones en su espalda, ponga su apellido en la boleta con la meta de presidir a Boca hasta 2035.

Casi sobre la chicharra del 2021, Mauricio Macri abordó el presente del club al que presidió desde 1995 hasta 2008 antes de convertirse en Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en una entrevista radial: criticó la gestión de Riquelme, se refirió a Tevez como potencial candidato de la oposición y mencionó a ídolos que hoy no forman parte del día a día de Boca como Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto.

“No me gusta un club donde pasa todo a girar mucho alrededor de una persona. Me parece que no está bien. El club es una institución. Tiene que tener un conjunto de dirigentes responsables que actúen coordinadamente y eso no se ve. Hay una situación muy desdibujada del presidente”, apuntó. Y agregó sobre Carlitos: “Lo imagino participando en el futuro inmediato en la política de Boca, sin dudas. Lo veo muy comprometido. Es un hombre que ama a Boca, apasionado por Boca. Ahora hay inquietudes de todo tipo. Lo veo integrando un grupo de gente, primero en una etapa de aprendizaje y luego asumiendo mas responsabilidades”.

El oficialismo en Boca Juniors conformaría una fórmula para 2023 con Ameal y Riquelme a la cabeza, mientras que el hueco que dejó Mario Pergolini con su renuncia a la vicepresidencia primera sería ocupado por Ricardo Rosica, actual secretario general, hombre de confianza del actual mandatario y quien se convirtió en mano derecha de Román a la hora de gestionar y generar un nexo entre el Predio de Ezeiza y la Bombonera.

La oposición empezó a mover los hilos con Macri y Angelici como voces cantantes. Ambos tienen claro que para hacerle frente a la pesada figura de Riquelme necesitarán un candidato que dé la talla y por eso tentarán a Carlos Tevez para que se transforme en su caballito de batalla. No necesariamente para que sea el candidato, pero sí para que al menos acompañe y sea la cara visible dentro de la lista. Mientras tanto, varios representantes de las agrupaciones que pertenecen al bloque La Mitad más Vos como Carlos Aguas, Diego Lajst y Fran Quintana permanecen a la expectativa de encabezar la fórmula.

Como siempre, la suerte deportiva de Boca -sobre todo en la Libertadores- puede hacer inclinar la balanza para uno de los dos bandos. Arrancó el 2022, arrancó la carrera electoral en el Xeneize de cara al año próximo.

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