En una entrevista con TyC Sports, Marcelo Gallardo mostró su lado más reflexivo tras la confirmación de su continuidad al frente de River Plate por un año más. En charla con Gastón Recondo, el Muñeco repasó su carrera como futbolista y entrenador, y abrió la puerta de su pensamiento. A continuación, las mejores frases del DT que en 2021 ganó dos títulos con el Millonario: la Liga Profesional y el Trofeo de Campeones.
SUS OBSESIONES COMO DIRECTOR TÉCNICO
“Uno tiene que convivir o pelear con ese estado de obsesión. Estar en una vorágine que te come mucho tiempo, que te vuelca a ese sentido tan pasional que es el trabajo, pero también debo aprender a disfrutar. Es la lucha permanente con el estado de obsesión. Y a veces perdemos la racionalidad”.
COMO DOMINAR EL EGO Y LA FURIA EN LA VICTORIA Y LA DERROTA
“Hemos ganado y hemos perdido mucho más. El haber ganado y habernos comportado de otra manera, con el silencio, festejar para adentro, sin agredir a nadie ni apelar a la chicana barata, siempre con cierto perfil, aunque a cualquiera se le escapa una broma, no es algo que refleja nuestro comportamiento. Hubiese sido fácil entrar a la vorágine de chicana estúpida, tuvimos muchas posibilidades, pero no lo hemos hecho. Y en la derrota, saber convivir con eso. Porque saca lo peor. Yo me he equivocado mucho, pero estoy con otra edad, otra posición. Y aún así, te tenés que manejar de una manera equilibrada en la victoria y la derrota. La derrota muestra lo peor de vos y la victoria te confunde. Porque sos el mismo cuando ganás o cuando perdés”.
LAS REPERCUSIONES DE SU FRASE SOBRE LA FINAL ANTE BOCA EN LA FIESTA DE RIVER DEL 9/12
“Vos no podés contestarle a todo el mundo. Hay gente que está esperando para atacarte. Yo traté de transmitir lo que significa haber ganado lo que ganamos. Es un tesoro para toda la vida, porque no había existido en la historia. Quería que los hinchas de River disfrutaran ese momento, que no se lo va a quitar nadie. Que los demás quieran atacarme, es tema de los demás. Tuve miles de posibilidades, y sin embargo no lo hicimos. El que quiere generar eso tiene cosas adentro que no están bien”
SU EXPLICACIÓN SOBRE LA FRASE DE LA “GUARDIA ALTA”
“Es estar mirando a los costados, porque si vas caminando tenés que tener ojos abiertos para todos lados. Me desarrollé con eso de estar alerta en toda la vida. La Guardia Alta no es que esperás que te pase algo malo, lo que pasa es que no vivimos en un país donde todo funciona normalmente. Eso yo lo utilizo para mi forma de vida. Cuando vos bajás la guardia, sentís que todo funciona, te esforzás menos y te relajás... Y resulta que no te podés relajar. Eso yo lo dije para adentro (de River), fue un deseo de empujar siempre para adentro”.
CÓMO LE IMPACTAN LAS CRÍTICAS
“Si el que me critica puede argumentar y podemos debatir, y eso nos lleva a enriquecernos, está genial. Una crítica puede ser porque no le gustás como persona, o por un gesto que le hacés, o por tener o no empatía. Luego está la crítica que se argumenta. La que es fría, distante, aislada, no le doy importancia”.
CUÁNDO SE DESPERTÓ SU VOCACIÓN COMO DT
“Cuando era futbolista se me despertó la curiosidad a los 28, 29 años para saber por qué hacíamos lo que hacíamos. En esa época quizá para algún entrenador eso era una amenaza y está bueno que el jugador quiera aprender, pensar diferente sin generar una rispidez”.
EL PRIMER CIMBRONAZO EN LA SELECCIÓN Y LA AYUDA DE MARADONA
“Cuando tomás consciencia de que sentís el peso de la responsabilidad, ya no es lo mismo. Fue en 1995, en la Copa América contra Bolivia; ahí sentí el primer cimbronazo. Antes también recuerdo en un partido en la inauguración de la cancha de Quilmes cuando erré un penal… Después jugué el primer partido como titular en la Copa América y ahí sentí que no podía levantar las piernas y me agarró un temor. Me había paralizado y no podía levantar las piernas. Tenía 19 años y era un pendejo y cuando fui consciente me pasó eso. A esa edad me podía agarrar un tobogán o reponerme y ahí agarré un año de continuidad y después claramente después salí de ese lugar con un aire más racional. Maradona me llamó para respaldarme. Si Diego te veía claudicando tenía gestos muy humanos”.
¿POR QUÉ NO SE SACÓ LA MEDALLA DE SUBCAMPEÓN TRAS PERDER LA FINAL DE LA LIBERTADORES 2019?
“Tiene que ver con el aprendizaje de lo que uno va sintiendo. El haber llegado a la final de la Copa de 2019, después de lo que había pasado el año anterior, tuvo mucho mérito a pesar de haber perdido la final. Podría haber sido otro año futbolísticamente hablando, podríamos haber hecho la plancha, y se llegó a otra final”.
SUS DOS EXPERIENCIAS “NO GRATAS” EN LOS MUNDIALES
“Fueron dos experiencias que me quedaron marcadas, pero no fueron experiencias gratas por cómo se dieron. En el 98 tenía 22 años en una situación de inestabilidad, por todo lo que se había vivido antes del Mundial. Se había generado una división con un sector de la prensa y esa no fue una buena experiencia. En lo futbolístico, en cambio, recuerdo que jugué ese partido contra Croacia donde hice una jugada desde la mitad de la cancha y definí y pasó cerca. En el 2002, con jugadores ya establecidos a nivel mundial, que tenía cimientos de ganador, nos terminamos volviendo en la primera ronda”.
EL PARTIDO QUE MÁS LE PEGARON EN SU VIDA
En el Mónaco teníamos un equipo bárbaro y nos tenían que buscar desde ese lado. Y en un partido contra el Lyon salieron a cazarme, feo. De hecho, Sonny Anderson, que era una persona muy buena, salió a pegarme una patada por todo lo que se vivía. Nadie salió a pedirme perdón. Fue el partido que más me pegaron en mi vida”.
LA DECISIÓN DE PONER A ENZO PÉREZ DE ARQUERO ANTE INDEPENDIENTE SANTA FE
“Esa es otra cosa inédita que han pasado. Estas dos cosas (la final en Madrid y Enzo Pérez de arquero). Como fueron inéditos tuvimos que lidiar con eso. Esto no te lo enseñan en ninguna escuela de técnico. Nadie te dice cómo encarar ese episodio o salir a jugar con jugadores contagiados, con un jugador de campo como arquero y encima ganarlo. Jugamos como amateurs ese día. Salimos a defender a nuestro arquero donde, posiblemente, cualquier pelota que fuera al arco podía ser gol. Salimos a jugar con el objetivo de que el rival no pateara al arco. Él se visitó de arquero y tuvo la gloria, pero los diez leones que se mataron para que a Enzo no le patearan al arco es algo mucho más grande, porque defendieron a un compañero que podría haber quedado en ridículo. Por eso lo valioso de los jugadores de campo, que defendieron a Enzo de una manera extraordinaria”.
POR QUÉ SOLO FIRMÓ CONTRATO POR UN AÑO
“Involucrarme en un proceso largo no me iba a hacer bien a mí. Prefiero el estímulo corto antes que el largo que hoy no estaba preparado”.
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