Este martes, Gustavo Alfaro analizó su paso por Boca Juniors en 2019, cuando le tocó asumir al frente de un equipo que venía de perder la final de la Copa Libertadores ante River Plate. En diálogo con TyC Sports, reveló que en su búsqueda de poder igualar el rendimiento del conjunto dirigido por Marcelo Gallardo, recurrió a la tecnología para saber qué le faltaba a su equipo.
El actual entrenador de la selección de Ecuador, que está tercera en las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, sostuvo que el buen rendimiento del Xeneize estuvo vinculado en parte a la utilización de un programa que logra captar el funcionamiento de un equipo.
“El tema es cómo evalúas el rendimiento de un equipo cuando vos lo tomás y cuando lo dejás. Lo mismo me pasó con Boca y esto lo digo saliendo de la cuestión pasional y coyuntural. Nosotros lo teníamos medido a River de la misma manera que River lo tenía medido a Boca. Para mí el trabajo de Guillermo (Barros Schelotto) fue muy bueno. Ahora, si yo tengo que decir que fue bueno o malo porque ganó o no la Copa Libertadores, me quedo con un detalle puntual”, analizó.
“Hoy utilizo un programa de Inteligencia Artificial, que lo usan muchos equipos de Europa. Lo utilizan Boca y River también. Te miden los rendimientos físicos, tácticos, técnicos, cómo un equipo presiona, dónde, la capacidad que tiene para recuperar. Eso te da un índice de performance. Eso te da un nivel de rendimiento de equipo”, describió Alfaro.
“Cuando llegué a Boca, River estaba en un promedio de 93. Era top para Sudamérica. Boca estaba en un promedio de 86. Ese programa te dice que si hay una diferencia de 4.2, el equipo con esa ventaja tiene un 80 por ciento de las probabilidades de ganar un partido”, explicó.
“Cuando nos fuimos de Boca, estaba en un 92. Veíamos que Boca estaba en un nivel muy parejo a lo que estaba River”, agregó el DT. En noviembre de aquel año, sus conducidos quedaron eliminados ante el Millonario en la semifinal de la Libertadores traes caer 2-0 en el Monumental e imponerse 1-0 en La Bombonera.
Fue un largo camino el de Alfaro, quien esgrimió: “Me tocó tomar un buen Boca. Golpeado, pero el proceso fue muy bueno”. Sobre aquella eliminación ante River Plate en el certamen continental, reveló: “El vestuario estaba dolido por la derrota, pero de pie. Me tocó tomar un plantel que estaba golpeado cuando lo tomé y de pie cuando me fui”.
Un mes más tarde, con el cambio de dirigencia en la entidad de La Ribera, Alfaro dio un paso al costado. “La idea nuestra era hacer la transición, hacer una base, preparar todo lo que venía. Sentíamos que lo que había que ajustar era muy poquito. El equipo estaba. No se pudo porque se cruzó la política. No se pudo terminar el proceso de trabajo”, sentenció.
Además, el entrenador de 59 años destacó que su paso por el club azul y oro no fue sencilla: “Fue transición muy dura y difícil. Llegar a Boca es ganar la séptima Copa Libertadores. Y no se gana desde la voluntad, se gana desde la construcción de un equipo”. En este sentido, insistió: “Cuando yo me fui de Boca, estábamos a siete puntos de Racing que era el puntero y con dos partidos suspendidos y el equipo de 27 partidos había perdido dos, ante Independiente y Racing”.
Alfaro había llegado al club por medio del ex presidente Daniel Angelici. Dejó un conjunto competitivo, sólido en defensa, aunque sin brillo en el juego. En enero de 2020 lo reemplazó Miguel Ángel Russo, quien el 7 de marzo de ese año consiguió la Superliga 2019/2020. En agosto de 2020 Alfaro dio vuelta la página y empezó escribir el camino que por ahora lo está llevando al Mundial de Qatar 2022. La selección ecuatoriana completa el podio de las Eliminatorias por detrás de Brasil y Argentina y en las cuatro fechas restantes puede sellar su clasificación.
SEGUIR LEYENDO