En un partido con poco juego asociado, mucho roce y pierna fuerte, se generaron diversos duelos entre futbolistas de uno y otro equipo. En la final de Copa Argentina entre Talleres de Córdoba y Boca Juniors en Santiago del Estero sobraron los chispazos y uno de ellos ameritó tarjeta roja: el de Ángelo Martino a Luis Advíncula en el inicio del complemento.
El mediocampista del elenco cordobés llegó por el segundo palo buscando conectar un envío aéreo de Carlos Auzqui pero Agustín Rossi salió y descolgó bien el centro. Enseguida quiso sacar el contragolpe, pero la acción fue detenida por el árbitro Darío Herrera, quien ignoró la entrada de zurdo contra el incaico. Martino alzó demasiado su pierna y rayó a su rival con los tapones.
Luego de estar tendido unos instantes en el césped, el lateral derecho de la selección peruana se levantó con cara de pocos amigos tratando de hacer contacto visual con su verdugo, con el que tuvo roces a lo largo de todo el encuentro. El número 21 de Talleres debió haber sido expulsado por conducta violenta por el golpe sobre la cintura de Advíncula con la suela de su botín.
En el primer tiempo, todo Boca exigió tarjeta para Rafa Pérez por un codazo contra Agustín Almendra, que terminó cortado en su cabeza (motivo por el cual debió usar un gorro de natación el resto de la primera mitad y recibió pegamento en el entretiempo). Herrera tuvo que haber considerado esa infracción como temeraria y amonestar al defensor de la T.
A los 20′ del complemento, Juan Ramírez le entró fuerte a Nahuel Tenaglia y recibió su segunda amonestación, por lo que se marchó antes a las duchas. El ex San Lorenzo había visto la amarilla apenas tres minutos atrás, por cortar un avance prometedor de Talleres a la altura de la mitad de cancha. En este caso, el juez acertó. Inmediatamente después de la salida de Ramírez, Edwin Cardona le fue durísimo a Tenaglia y se ganó correctamente la amarilla. Sobre el final, no hubo más polémicas.
SEGUIR LEYENDO: