En un partido muy chato, Luis Advíncula tuvo una aceptable actuación y terminó siendo uno de los de mejor nivel. El peruano tuvo que lidiar con Ángelo Martino, quien pudo haber sido expulsado en el inicio del segundo tiempo por haberle dado un planchazo a la altura de la cintura. El incaico se sacó chispas con el 21 de la T y varios rivales más. Y una vez que se definió la tanda a favor del Xeneize, se relajó y tuvo un insólito diálogo con el trofeo de la Copa Argentina.
Como si se tratara de un juego de seducción, el lateral derecho empezó a piropearla desde que subió al escenario para recibir la medalla. “Cosita rica”, le dijo al tener contacto por primera vez. Y más tarde la saludó: “Hola bebecita”. Enseguida, como para no quedar rezagado y mantenerse cerca de la copa, fue advirtiendo a los compañeros que le pasaban cerca: “¡De acá no me mueve nadie! ¡De acá no me mueve nadie!”.
Pero las frases más sorprendentes llegaron cuando se le acercó la cámara: “¿Hoy nos vamos a dormir juntos?”, le preguntó. Y más tarde le dijo a alguien a quien tenía cerca: “Hoy le hago el amor”. Antes, tras la conquista del Toto Salvio que definió la tanda de penales, se echó boca abajo en el pasto y se emocionó.
Este es el primer título que Advíncula suma desde que arribó a Boca, recordando que su debut fue a pocas horas de haber llegado al país nada menos que ante River en los octavos de final. Más tarde, el Xeneize dejó en el camino a Patronato de Paraná (también en la tanda de penales) y más tarde contra Argentinos Juniors antes de disputar el encuentro decisivo en Santiago del Estero.
Todo Boca estalló de alegría cuando el trofeo se alzó en el aire y los jugadores se desparramaron por todo el campo de juego para celebrar con sus medallas y cantar con los hinchas, que colmaron las tribunas de su sector y se hicieron sentir a lo largo de los 90 minutos. Sobre todo, cuando el elenco de Sebastián Battaglia se quedó con un hombre menos por la expulsión de Juan Ramírez.
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