La inesperada situación estuvo guardada bajo 7 llaves hasta que la voz del estadio anunció en la formación titular de Boca Juniors. Hasta las primeras horas del martes por la mañana, de la única intoxicación de la que se hablaba en el mundo del fútbol era de la de Lionel Messi tras la obtención de su séptimo Balón de Oro, en vísperas del siguiente partido del París Saint Germain ante Niza por la liga francesa. Pero de repente en la Ribera explotó otra bomba por un supuesto acto de indisciplina que tuvo como protagonistas a tres futbolistas que, hasta el domingo, día en que se postergó el duelo con Newell’s por la lluvia, iban a ser titulares.
Hasta el fin de semana pasado, el tema de debate en Boca eran los continuos cambios ensayados por el entrenador, que venía de rotar a más de medio equipo en el clásico contra Independiente en Avellaneda. Sebastián Battaglia nuevamente había planificado variar fichas en su pizarrón de cara al choque contra la Lepra, importante para mantenerse en la zona de clasificación a la Libertadores 2022 por puntaje en la Tabla Anual. Las inclemencias impidieron que la pelota rodara, las autoridades de turno pospusieron el match para dos días más tarde y en esas 48 horas transcurrieron “horas muertas” en las que el tic-tac del artefacto explosivo empezó a correr.
Los futbolistas se fueron de la Bombonera el domingo por la noche y permanecieron concentrados en el Hotel de Puerto Madero donde habitualmente descansan antes de cada partido. A la mañana siguiente se entrenaron normalmente y Battaglia dispuso ejercicios tácticos con los que ratificó la formación inicial que iba a emplear desde un inicio: Rossi; Advíncula, Zambrano, Rojo, Fabra; Almendra, Campuzano, Ramírez; Cardona; Villa y Vázquez. ¿Por qué entonces tres de estos futbolistas no arrancaron ayer? ¿Qué pasó durante la jornada del día lunes tras la práctica?
El grupo de 25 jugadores fue liberado desde el mediodía hasta la noche, con el objetivo de reencontrarse en el Hotel, pasar la noche del lunes y prepararse para el cotejo pendiente. Fue entonces cuando el cuerpo técnico se percató de que Carlos Zambrano, Edwin Cardona y Sebastián Villa, de estrecha relación fuera del campo de juego, estaban indispuestos. No se trató de una intoxicación generalizada por comida en mal estado dentro del plan nutricional implementado por los especialistas de la institución; más bien lució como un descuido o exceso de parte de los implicados en su rato libre.
El clima se tensó en la mañana del martes, día del partido contra Newell’s, en el momento en que los futbolistas llevan habitualmente a cabo una reactivación. La decisión ya estaba tomada. Desde la Ribera le aseguraron a Infobae que fue toda de Battaglia: Zambrano, Cardona y Villa, al banco de suplentes por indisciplina. Consideraron que fue una falta lo suficientemente grave como para dejarla pasar. Así y todo, los tres integraron el banco de suplentes.
“Che, parece que se agarraron a piñas Cardona y Almendra”. La bola se empezó a correr de plateas a populares a minutos de que Patricio Loustau diera el pitazo inicial en el Alberto J. Armando. La primera hipótesis fue que el colombiano y el juvenil habían discutido en la práctica y tanto Zambrano como Villa habían intervenido a favor del enganche, por eso Battaglia los había borrado del equipo. Esto fue desmentido de raíz desde Ezeiza con un argumento lógico: “Si es así, ¿por qué jugó Almendra?”. Pero era evidente, de todas formas, que algo había ocurrido para que el DT pateara el tablero.
“Los tres cambios fueron producto de un malestar que tuvieron los tres, una intoxicación. Si ven, Zambrano directamente no salió a hacer la entrada en calor y se quedó en el banco porque se sentía muy mal. Edwin y Villa hicieron un esfuerzo enorme, los necesitamos bien, pero en el momento que les tocó estar hicieron un gran esfuerzo para ayudar al equipo. En la planilla estaban los tres (el domingo) pero hoy a la mañana nos encontramos con esta situación y tuvimos que repensar el partido de otra manera. Es la realidad”. Las palabras de Battaglia en conferencia, tras un empate sin goles que dejó inconforme a la mayoría del público, dejaron tela para cortar.
Por primera vez se mencionó el término “intoxicación”, muy suavizado respecto a la realidad, y al que el departamento médico del club no hizo referencia en las horas previas. Se rumoreó que el trío arrastraba molestias pero el técnico, que evidentemente quiso exponer a sus subordinados, disfrazó la desobediencia con la supuesta indisposición.
El entrenador aseveró que el peruano ni siquiera hizo el precalentamiento, aunque esto se sujetó estrictamente a las necesidades del equipo. En defensa Boca no requirió de modificaciones como sí en la ofensiva, donde no hallaba la manera de lastimar a un Newell’s que lo aguantó bien. Fue por eso que Seba mandó a la cancha a los colombianos, que buscaron sin éxito abrir el cero en el score. Cardona tuvo varias intervenciones positivas desde que ingresó por Salvio al minuto 64, pero no pudo cumplir su cometido. A Villa, que entró por el pibe Zeballos a los 57′, le costó hallar la profundidad y desnivel en el mano a mano que lo caracteriza.
Por Ezeiza y La Boca pretenden que esta polvareda no sea lo suficientemente trascendente como para distraer al equipo de los dos importantes objetivos que le quedan cumplir este año: ganar la Copa Argentina y, por consiguiente clasificarse a la Libertadores 2022. Es muy probable que haya tregua teniendo en cuenta la proximidad de los duelos (el sábado el Xeneize visitará a Arsenal de Sarandí y el miércoles que viene afrontará la final en Santiago del Estero ante Talleres o Godoy Cruz, que se enfrentarán esta noche), pero al menos Cardona y Villa tienen las horas contadas. Y Zambrano, una de las apuestas del Consejo de Fútbol desde su llegada, con contrato hasta 2023, empezó a ser mirado de reojo.
Hay momentos y momentos. La indigestión de Messi, luego de ganar su séptimo Balón de Oro y con todos sus pergaminos a cuestas, sirve para trazar un paralelismo con la intoxicación de los extranjeros de un urgido Boca, que precisa cerrar el año con el boleto a la Copa 2022 y, en el mejor de los escenarios, otra estrella. El Xeneize todavía no ganó nada y parece que algunos muchachos descorcharon antes de tiempo...
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