Tras haber conseguido el título de la Liga Profesional el pasado jueves, River Plate pareció salir a jugar el partido ante Rosario Central algo relajado. El Canalla fue quien se adueñó del juego e impuso su ritmo para lograr una ventaja de 2-0 gracias a la potencia goleadora del inoxidable Marco Ruben. Sin embargo, el Millonario siempre tiene un as bajo la manga: en este caso, quien apareció en todo su esplendor fue Agustín Palavecino para marcar dos estupendos tantos y decretar el empate final.
Al mediocampista surgido de Platense le tocó ponerse el traje de salvador. En tan solo siete minutos, se despachó con dos estupendos goles de media distancia que le permitieron al equipo de Marcelo Gallardo no irse con las manos vacías de su visita al Gigante de Arroyito. El número 8 fue, sin dudas, la gran figura de su equipo en el encuentro.
Iban 23 minutos del segundo tiempo y Rosario Central ganaba con justicia por 2-0. Los goles de Ruben uno de taco y otro de cabeza, le daban el inobjetable triunfo a los del Kily González. Pero en ese momento la historia se iba a torcer: River emprendió el ataque, Julián Álvarez bajó la pelota de espaldas en la medialuna y se la cedió a Agustín Palavecino, quien sacó un estupendo remate por lo bajo que se convirtió en el descuento.
Ese gol cambió drásticamente el trámite de las acciones. El encuentro se partió y los avances eran veloces de un lado y del otro: ya no había mediocampo. En ese momento, la inspiración de Palavecino iba a marcar la diferencia una vez más. Sobre los 30′, el mediocampista sacó otro gran disparo de media distancia y decretó un 2-2 que parecía impensado algunos minutos atrás.
Pero la gran tarde del ex jugador de Deportivo Cali iba a continuar: dos minutos después de su segundo tanto, bajó a buscar una pelota en su propio campo. Allí recibió una durísima entrada de parte de Emmanuel Ojeda, quien inmediatamente vio la segunda amarilla (había recibido la primera por una falta sobre Santiago Simón en el primer tiempo) y, por ende, la tarjeta roja de parte del árbitro Pablo Echavarría. El goleador de la jornada para el Millonario quedó evidentemente dolorido, pero el golpe no fue de consideración y pudo terminar el duelo en cancha.
El partido ante Central fue una muestra más del gran momento que atraviesa Palavecino, quien definitivamente se ha ganado un lugar entre los titulares de Marcelo Gallardo. Luego de su llegada al club en febrero de este año y de algunos buenos partidos, el futbolista de 25 años atravesó algunos meses en los que quedó algo relegado en la consideración del entrenador. Sin embargo, en el último tramo del certamen local recuperó su nivel y pagó la confianza que le dio el Muñeco con grandes actuaciones y con goles importantes (uno ante Patronato, otro ante Racing y dos esta tarde).
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