Barracas Central saltó al campo del estadio Florencio Sola con una camiseta con una leyenda en la que se pidió “Justicia por Lucas González”, el futbolista del club asesinado por la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la semana pasada.
El capitán y arquero, Maximiliano Gagliardo, encabezó la fila con la remera negra y una cinta de luto y una leyenda en letras blancas en la antesala de la final contra Tigre, que terminó venciendo por 1 a 0 y logró el primer ascenso a la Liga Profesional de Fútbol. El equipo “guapo” también llevó globos negros en la salida.
Además, en la previa del choque se realizó un minuto de silencio como en todas las canchas del fútbol argentino.
También estuvieron su padre, Mario, y su madre, Cintia, a quienes se los vio emocionados durante la conmemoración al grito de “justicia, justicia” por parte de ambas parcialidades. “Boron bom bom, boron bom bom, el que no salta es un botón”, se escuchó en toda la cancha, en un canto contra las fuerzas de seguridad.
Lucas González, de 17 años, fue asesinado la semana pasada de un balazo en la cabeza que le causó una hemorragia interna, según confirmó el resultado preliminar de la autopsia ordenada por el fiscal Leonel Gómez Barbella, titular de la Fiscalía N°32.
González, quien se desempeñaba en la sexta división del club de Parque de los Patricios, salía de entrenar en Barracas Central, con otros tres amigos cuando los interceptó un automóvil sin identificación, con efectivos policiales de civil y el chico fue baleado a “sangre fría”, según explicaron los implicados en declaraciones a los medios.
Tigre y Barracas Central definieron el primer ascenso de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) en un partido que se desarrolló en la cancha de Banfield (Florencio Sola) y que tuvo simpatizantes de ambas parcialidades, con el ciento por ciento de aforo autorizado. La final, que fue dirigida por Patricio Loustau, la ganó el Matador con un golazo de Cristian Zabala.
Tigre había llegado a esta definición luego de adjudicarse la Zona A con 60 puntos, dejando en el camino en la última fecha a San Martín de Tucumán (2-0) y superando tan solo por una unidad a Quilmes y Almirante Brown. Por su parte, el conjunto liderado por el relator Rodolfo De Paoli se quedó el Grupo B con 58 unidades, postergando las ilusiones de Ferro que concluyó segundo con 57. En la última jornada del torneo regular, Barracas Central se impuso por 3-1 ante Villa Dálmine en Campana.
El historial marca que Tigre y Barracas Central no se enfrentaban desde hace 76 años. En diciembre de 1945 ambos equipos jugaron el último partido cuando militaban en la Primera B de entonces. El resultado fue favorable para los de Victoria, por 5 a 2. En el profesionalismo, el Matador ganó 7 partidos, Barracas 5 y empataron en 3 ocasiones.
El equipo de Diego Martínez retorna a la máxima categoría después de dos años en la Primera Nacional donde descendió en 2019, aunque ese mismo año se consagró campeón de la “Copa de la Superliga” al vencer a Boca por 2 a 0 en la final celebrada en el estadio Mario Kempes de Córdoba.
Barracas Central, en tanto, jugará el repechaje por el segundo ascenso a la principal categoría del fútbol argentino.
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