“Siempre es duro jugar contra Brasil. Fue un partido trabado, de mucho roce y se hacía difícil jugar. Sabíamos que iba a ser de esta manera”, fue el primer análisis de Lionel Messi tras el encuentro que Argentina igualó sin goles en el estadio Bicentenario de San Juan.
Al respecto de su vuelta a la titularidad, luego de haber sido suplente ante Uruguay, y la inactividad que arrastraba en el PSG por el problema en su rodilla izquierda, el capitán argentino aseguró que jugó porque se encuentra bien, aunque reconoció que el tiempo fuera de las canchas pesa en un duelo como este.
“El esfuerzo que hice es lo de menos, la realidad es que sí, llegue con lo justo más que nada en el ritmo. Hace mucho que no juego y fue un partido de mucha intensidad. Yo estoy bien, sino no hubiese jugado. En lo físico obviamente que no”, reconoció.
Pese a ello, La Pulga se mostró optimista de cara al futuro próximo: “Hace mucho que vengo parado y no es fácil jugar un partido de tanto ritmo como este, pero por suerte estoy bien, sé que de a poquito voy a agarrar ritmo y terminar bien el año”.
Para terminar, Messi aseguró que Argentina estaba capacitada para vencer a Brasil, pero que el empate no lo deja mal parado.
“Siempre nos dimos cuenta de que podíamos. Desde el principio estábamos convencidos que podíamos ganar el partido. Intentamos jugar y a veces no pudimos. En el segundo tiempo ellos también contragolpearon y encontraron más espacios, ahí se rompió el partido. No se pudo ganar, pero lo importante es que seguimos bien, creciendo. Estamos bien”, cerró el capitán argentino.
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