Luego del traslado de los restos de Juan Manuel Fangio del cementerio a su museo, la agenda del homenaje al Quíntuple se completó en el Autódromo de Balcarce con un desfile de algunos de sus autos históricos y un almuerzo para invitados especiales en el que estuvieron diversas figuras del automovilismo argentino como pilotos actuales, ex corredores y preparadores. Fue en la sobremesa donde el escocés, que encabezó el tributo al Chueco, fue invitado a dar unas palabras e hizo emocionar y reír a los presentes.
Entre los corredores que hoy están en actividad estuvieron Jonatan Castellano, Diego Ciantini, ambos del Turismo Carretera y Juan Manuel Silva, retirado de forma regular, pero que correrá el próximo Rally Dakar con un camión. También estuvo Oscar “Pincho” Castellano (tricampeón de TC 1987, 1988 y 1989), y Tulio Crespi, constructor radicado en Balcarce y quien fabricó cientos de autos de la Fórmula Renault y otras categorías de monopostos.
En tanto que los tres hijos de Fangio, Cacho, Rubén y Juan Carlos fueron invitados especiales y estuvieron presentes con sus respectivas familias.
Luego de disfrutar de un asado criollo, el tricampeón mundial de Fórmula 1 (1969, 1971 y 1973) fue invitado a un pequeño escenario, tomó con gusto el micrófono y empezó con su repertorio “Quiero agradecer a todos por la bienvenida que me dieron y por la carne que es espectacular. Un escocés haría un camino muy largo por un almuerzo gratis (risas)”, comenzó.
Como fue una costumbre en este mega evento, se refirió con elogios hacia Fangio, pero puntualizó en lo bien que lo trataron desde el lunes por la tarde, cuando volvió a pisar suelo argentino luego de 23 años, cuando se corrió por última vez el Gran Premio de F1. “Para mí fue una visita increíble. Nunca en la historia del automovilismo he visto un respeto como el que Fangio disfrutó. No creo que haya otro en merecer ese respeto que Juan tuvo. Ganó el Campeonato del Mundo con diversos autos y obviamente tenía una muy buena mente. Porque él elegía el auto correcto en el momento correcto. Pero él llevaba su éxito de forma tan modesta, que ustedes en este país deberían estar súper orgullosos, porque nunca conocí una persona que se haya ganado tanto el respeto como Juan. Por eso todos tienen que estar orgullosos que haya sido de este país”, aseguró.
“Yo obtuve su autógrafo cuando tenía 14 años y más tarde tuve la suerte de convertirme en su amigo. Es uno de los hombres que ha sido muy importante a lo largo de mi vida. Estoy muy orgulloso de estar aquí presente”, agregó.
El escocés de 82 años mostró su carisma en su oratoria y miró hacia todos los puntos de la carpa que se armó en el circuito que lleva el nombre del Chueco. Ahí se dirigió a los tres hijos de Fangio y volvió a entregar su simpatía: “Es hermoso para mí ver estos tres hombres que son el producto de este gran hombre y sin dudas ustedes son sus hijos (risas)”, dijo en referencia al parecido de ellos con su padre, en especial Rubén, quien tiene hasta el mismo tono de voz que su papá.
Luego hizo una particular comparación que también generó carcajadas. “Yo corrí en los años 60 y 70 donde el automovilismo era muy peligroso y el sexo era seguro (risas). Yo arreglé la parte del peligro y seguro que todos ustedes tienen algo que cumplir en esa otra parte que mencioné (risas)”.
“Quiero agradecerles su hospitalidad y fue un festejo fantástico para un hombre fantástico. Y no creo que en otro lugar del mundo se hayan tomado tanta molestia para recordar a un hombre tan increíble”, concluyó y el improvisado “showman” del evento recibió cientos de aplausos.
Algo para destacar de Stewart fue que estuvo a disposición de todos, aceptó sacarse fotos, conversar con los invitados y el público en general, nunca miró el reloj y se mostró muy predispuesto para cualquier requisitoria. Incluso, cuando algún asistente quiso retirar a alguien que se le acercó a Jackie, éste pidió que lo dejaran.
El recuerdo del Mago
En Balcarce se hizo presente Oreste Berta (83 años), el preparador más grande de la Argentina en cuanto a autos de carrera se refiere. El Mago de Alta Gracia, como se lo conoce, fue amigo de Fangio y compartieron viajes juntos. Uno de ellos fue en las 84 Horas de Nürburgring, cuando Berta manejó uno de los Torino en la previa de la carrera.
“Estoy muy feliz y emocionado de este momento y de estar acá porque es muy importante recordar a mi gran amigo, mi maestro, mi compañero de muchas cosas”, le dijo a Infobae.
En el diálogo recordó esa anécdota de cuando fue “chofer” de Fangio en sus viajes por Europa: “Recuerdo las clases que me daba (de manejo), él era mi acompañante y a veces no puedo creer que un piloto como él anduviera al lado mío y me enseñara para que anduviera a fondo en todos lados y que él se sintiera seguro al lado mío. Me parece muy bueno que sus restos estén en el museo”.
En el museo, cuando llegaron los restos de Fangio, Berta y Stewart volvieron a juntarse. Se conocen desde hace más de medio siglo y el escocés destacó el nivel de los autos que construyó el Mago de Alta Gracia. De hecho cuando el británico tuvo su equipo entre 1996 y 1999, tuvo asesoramiento en los motores Cosworth del preparador nacido en Rafaela, pero radicado en Alta Gracia desde finales de la década de los sesenta donde puso su mítico taller, conocido como “La Fortaleza”.
Desfile de autos en el Autódromo de Balcarce
Junto con los cuatro autos del museo del Quíntuple que se anunciaron para circular en el Autódromo Juan Manuel Fangio, el Torino Nº 3 de las 84 Horas de Nürburgring, Chevrolet cupé 39 del Turismo Carretera y el Ford V8 ‘36 con el que debutó en el automovilismo; también estuvieron distintos clubes de coches históricos. Se trató de vehículos de calle que son la esencia del Turismo Carretera contemporáneo como los Ford Falcon, las Chevy de Chevrolet, los Dodge GTX y diversos modelos del Torino.
Corresponden a fanáticos que conservan de forma inmaculada esas joyas y circularon por el circuito ubicado en la Sierra La Barrosa, dándole un color especial al evento en el escenario estrenado en 1972 con una fecha sin puntos del Mundial de Resistencia (N. de la R: entre 1970 y 1972 los Sport Prototipos del Campeonato Mundial corrieron los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires). Estos clubes tienen la particularidad de que más allá de la rivalidad de las marcas en el TC, cada vez que se juntan comparten momentos como viejos amigos en sus encuentros y es común que circulen un Ford Falcon y una cupé Chevy juntos.
Fueron 48 horas de mucha carga emotiva en un enorme evento que Sir Jackie Stewart se puso al hombro. Pero principalmente pudo cumplir el viejo anhelo de que los restos de Fangio estuviesen en su museo, fue la figura principal de su homenaje y honró la memoria del Quíntuple de la mejor forma.
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