La definición de la Primera Nacional (ex B Nacional), que otorga dos ascensos a la Liga Profesional, está en el pico de efervescencia. No sólo por la paridad en la pelea en las dos zonas, sino también por el clima hostil que se generó alrededor de los errores arbitrales; sobre todo los que tuvieron como beneficiado a Barracas Central, líder de la Zona B, un punto por encima de Ferro, dos arriba de Independiente Rivadavia y tres sobre Güemes de Santiago del Estero. El foco está puesto en el Guapo por el hecho de que su referente dirigencial es Claudio Tapia, presidente de la AFA, que le legó el poder en el club a su hijo Matías. Y una de las figuras del equipo que dirige el relator Rodolfo de Paoli es Iván Tapia, también heredero de Chiqui.
El último fin de semana, tres etiquetas fueron tendencia en las redes sociales. #PrimeraNacional, #Tapia y #PenalParaBarracas. El Camionero volvió a ser favorecido en su triunfo agónico 2-1 ante Brown en Adrogué, que le permitió mantenerse en la cima de su zona a dos fechas del final de la etapa regular, lo que le está permitiendo acceder a la final por el primer ascenso (ante el ganador del otro grupo, a partido único, en cancha neutral). Con el partido 1-0 para la visita, al Tricolor no le cobraron un evidente penal en perjuicio de Mateo Acosta, quien se metió en el área y fue derribado por Bruno Cabrera. El juez Andrés Merlos omitió la infracción.
La designación de Merlos fue observada como una peculiaridad en la semana: tanto él como Nicolás Lamolina (el árbitro de la victoria de Ferro, escolta de Barracas, ante Defensores de Belgrano) son habitués de Primera, y en los últimos días fueron ascendidos al rango de internacional por la AFA. “El miedo a hablar siempre está porque uno no quiere quedarse sin trabajo. Los partidos se hacen muy tensos, ya vas mal predispuesto. Están pasando cosas muy raras y de manera seguida en las mismas canchas”, subrayó el perjudicado Acosta en diálogo con el programa Jogo bonito (FM Late 93.1).
“Me iba mano a mano con el arquero. Lo que más me sorprendió es que cuando arrancó el segundo tiempo, Merlos me dijo que me quedara tranquilo, que volvió a ver la jugada y me dijo que yo busqué el contacto. No lo podía creer”, agregó el delantero de Brown. No sobran los casos de los futbolistas, entrenadores o directivos que alzan la voz tras situaciones así ante Barracas, tal vez por temor a represalias. No obstante, entre los directivos de la categoría volaron los reclamos este lunes. El penal no cobrado a los de Adrogué no fue la única acción flagrante: también estuvo la infracción dentro del área a Pavone, de Quilmes, frente a Almirante Brown, puntero junto a San Martín de Tucumán de la zona A, y que también se vio beneficiado por algunos fallos controvertidos. De ganar, el Cervecero se pudo haber quedado con el liderazgo: terminó empatando 0-0. Ante las protestas, la AFA cursó la convocatoria a una reunión de camaradería para limar asperezas.
Pero los suculentos platos difícilmente corran la lupa que está posada sobre Barracas, que siendo puntero de su zona apenas fue televisado en tres de los últimos 10 encuentros. El resto pudo observarse por la plataforma TyC Play, lógicamente, con mucha menos vidriera. Así y todo, los fallos arbitrales que le sirvieron en el paso a paso terminaron viralizándose.
Ya desde los números hay situaciones que llamaron la atención. Por ejemplo, que el Guapo es (junto con Quilmes) el conjunto que más penales a favor tuvo -9-, mientras que otros contendientes jamás contaron un remate desde los 12 pasos en el torneo (como Almagro). También puede ser producto, claro, de la ambición ofensiva del conjunto de De Paoli, con jugadores interesantes, como Fernando Valenzuela (ex Selección Sub 20 y Sub 23, de paso por el fútbol de Portugal), o Mauro Albertengo. Pero el desglose acción por acción, con el soporte de los videos, es lo que generó el enojo entre los protagonistas y fanáticos de los otros clubes aspirantes al salto a la élite.
El pasado 23 de octubre, Barracas igualó 0-0 ante Brown de Madryn en el estadio Claudio Chiqui Tapia. Tuvo un penal a favor por una falta inexistente, que Iván Tapia dilapidó. Y, en el epílogo, Matías Ruiz Díaz recibió un topetazo por parte del guardameta Gagliardo dentro del área. Pero no recibió sanción.
Son dos ejemplos más de las jugadas que provocaron inquietud en la Primera Nacional. El 26 de septiembre, Instituto derrotó al Camionero 1-0, pero no le dieron un penal clarísimo por una falta cuando ya estaba en ventaja. Antes, el 10/9, Tristán Suárez igualó 2-2 contra Barracas, pero debió haber ganado. Le anularon un gol lícito tras un cabezazo limpio, en palomita.
Ante Ferro, rival directo por el primer puesto de la zona, hubo dos situaciones controvertidas. El duelo finalizó 0-0, pero el Guapo contó con un penal cobrado por el árbitro Pablo Dóvalo que el Verde protestó enfáticamente. Juan Sills aparece como el infractor, ante un rival que surge por detrás suyo. ¿Quién inició el contacto? He ahí la cuestión. Tras la atajada del portero Miño, el juez sancionó un poco usual tiro libre indirecto dentro del área. ¿Por qué? Por un reclamo supuestamente airado de la visita.
Incluso hubo enojo por fallos de los jueces en partidos en los que estuvieron involucrados rivales directos de Barracas. Como lo sucedido en Deportivo Morón-Atlético de Rafaela. Hace poco más de un mes, si el Gallito se imponía, tenía la chance de superar a Barracas en la tabla. Empató 0-0, pero no le sancionaron un manifiesto penal por sujeción, que le podría haber dado la posibilidad de conseguir su objetivo.
El torneo ofrece dos ascensos a la Liga Profesional. El primero lo definirán los dos ganadores de cada zona, en una final pautada para el sábado 20 de noviembre. El segundo, en un torneo Reducido al que se clasificarán del segundo al cuarto de cada zona, y al que se sumará el perdedor de la finalísima. Este minicertamen tendrá su epílogo a mediados de diciembre, y terminará de decidir los dos nuevos habitantes de la Primera División.
Se trata de un certamen apasionante, con todo por resolverse en las últimas dos jornadas. Y la polémica sobrevolándolo.
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