Las imágenes son realmente aterradoras. Jugadores, entrenadores y árbitros que corren desesperados dentro del campo de juego, tratando de escapar de una balacera. Esa fue la postal que dejó el partido que Huracán Las Heras y Ferro de General Pico disputaron en Mendoza por una nueva fecha del torneo del Federal A. Quien se llevó la peor parte fue Mauricio Romero, director técnico del equipo visitante, que sufrió una herida de bala en su hombro izquierdo.
“Me siento muy bien. Dada la desgracia que sucedió ayer, la puedo contar. Estoy asustado y angustiado por todo lo que pasó. Uno va a jugar un partido de fútbol y te encontrás con un contexto que jamás pensás que lo vas a ver. Gracias a dios no tuvimos una situación fatal y nadie del plantel salió lastimado. Podría haber pasado una desgracia. Siento mucho temor, bronca y angustia”, dijo el entrenador den diálogo con Radio La Red.
Romero, que como jugador profesional tuvo pasos por Lanús, Gimnasia La Plata y el fútbol mexicano, hizo un relato pormenorizado de lo ocurrido el domingo por la tarde: “En un momento escuchamos disparos. Al principio es confuso porque pueden ser detonaciones, pirotecnia, es lo primero que uno se imagina. Cuando vimos corridas en la tribuna local ya entendimos que era de gravedad. Previo a eso había uno o dos barras metiéndose adentro del campo de juego y no entendimos el por qué. Ahí el árbitro hace una pausa, para el partido y empiezan las corridas del otro lado de la tribuna”.
“Hubo muchos más disparos, se escucharon muchas detonaciones. Eso fue lo preocupante. No nos dio tiempo a correr. Lo peor es que sentíamos el zumbido de las balas. En nuestro banco de suplentes había dos impactos. Nunca había escuchado algo así, es aterrador. Es angustiante que sigan pasando estas cosas en el fútbol argentino”, continuó.
Respecto del momento en que es alcanzado por una de las balas, comentó: “Cuando empiezan los disparos no me da tiempo y siento un impacto en la zona de la axila. Inmediatamente entro en pánico. Lo primero que hago es tocarme a ver si me había entrado algo. Me seguí tocando y me di cuenta de que no había pasado a mayores. Inmediatamente nos metimos a la zona de los túneles para resguardarnos”.
Por estas horas, el DT solo siente algo de ardor en la zona del impacto. Según los policías que lo vieron en primera instancia y que le pidieron su remera para llevársela como material de prueba, la bala podría ser de un arma calibre 22. Romero se fue del estadio en ambulancia y tras ser atendido fue a la comisaría a hacer la denuncia. Posteriormente, fue revisado por profesionales de la parte médica forense para dejar todo asentado lo sucedido.
“En el interior hay mucha familia, gente que va a ver el espectáculo y te encontrás con estas mafias que realmente no se terminan de erradicar y que la hacen muy mal al fútbol. Creo que hay un problema más profundo en la sociedad. Todos queremos que cambie y que mejore. Da mucha pena la situación que vive el país en cuanto a la inseguridad: que tengamos que vivir una situación de tanta gravedad en un partido de fútbol, que tengamos que esperar a que pase algo grave para tomar decisiones. Ojalá que esto sirva para que haya soluciones rápidas y concretas para el bien de todos”, deseó el entrenador del equipo de La Pampa.
Además, el ex futbolista reveló que este episodio lo ha llevado a pensar en dejar la profesión de entrenador: “Cuando me retiré pensé en no segur vinculado al fútbol y en dedicarme a otra cosa porque no quería estar en contacto con la parte fea y la mugre del fútbol, me tenía cansado esa parte. Cuando me retiré, el segundo semestre no fue cómodo y todo me terminó vinculando nuevamente al fútbol. Empecé con chicos para experimentar la profesión y ver si me gustaba. Uno le dedica mucho tiempo, ser entrenador no es fácil y te encontrás con estas cosas te desgastan y te hacen replanteártelo. Esto es un paréntesis, me tomaré el tiempo para pensar qué es realmente lo que quiero hacer”.
Este domingo, lo que aparentaba ser un simple partido del torneo Federal A, tercera categoría del fútbol argentino, derivó en una impensada pesadilla en Mendoza. El local Huracán Las Heras vencía 3-1 a Ferro de General Pico cuando comenzó el tiroteo, según fuentes policiales, con origen en la interna de la barra del club.
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