Las memorias del Tapón Gordillo, a 35 años de la primera Copa Libertadores de River Plate

El lateral derecho logró meterse en la historia grande del Millonario al formar parte del mítico equipo del ‘86

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La alegría de River tras
La alegría de River tras vencer en la primera final al América de Cali (Crédito: @gordillomjorge)

Dentro de la vasta y rica historia de River Plate sobresale un equipo por sobre el resto. Se trata del plantel comandado por Héctor Veira, ganador de todo lo que se le puso en el camino en 1986.

Estos futbolistas marcaron un quiebre en el club, ya que fueron los primeros en levantar la Copa Libertadores para los de Núñez, y también la Copa Intercontinental, algo que aún no pudo repetir ningún otro conjunto del millonario. También se quedaron con el campeonato de Primera División, dando la vuelta olímpica en la mismísima Bombonera.

A 35 años de una de las gestas más importantes para River, Jorge Gordillo dialogó con Infobae para transmitir sus memorias. Cómo se gestó el grupo, la importancia del Bambino Veira y la final ante el América de Cali, que contaba con el apoyo económico del Cartel de Cali.

El Tapón, que fue una pieza inamovible durante toda la Copa y titular en la definición del torneo, rememoró la gesta cosecha junto a futbolistas de la talla de Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Héctor Enrique, Américo Rubén Gallego, Beto Alonso, Antonio Alzamendi o Juan Gilberto Funes.

¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la mente cuando se habla de la Copa Libertadores de 1986?

Los recuerdos de aquella época son lo que la gente nos pedía, que era que pudiéramos salir campeones, que era algo que se venía buscando desde hacía mucho tiempo. Esa era la inquietud de la gente en ese momento. Poder ganar esa Copa que era esquiva para River.

¿Por dónde pasó la clave para que ustedes finalmente pudieran levantar el trofeo?

Creo que la mentalidad que tenía ese grupo era muy fuerte. Había jugadores con experiencia, que habían sido campeones del mundo. La experiencia del Beto (Alonso), Tolo Gallago, el Negro Enrique, Ruggeri, Pumpido, (Roque) Alfaro, (Antonio) Alzamendi. Nosotros nos apoyábamos en ellos. Sabíamos que teníamos equipo para poder lograrlo.

¿Les generó presión el hecho de que River nunca había ganado la Libertadores hasta ese momento?

River venía de dos frustraciones fuertes, de dos finales perdidas (había caído en las definiciones de 1966 -ante Peñarol- y 1976 -versus Cruzeiro-). Nosotros teníamos el peso, pero a la vez eso nos incentivó, al saber que podíamos lograr algo muy importante para la historia de River. Por eso hablo de la experiencia. Ellos nos transmitieron tranquilidad para lograr algo tan importante.

Nosotros estábamos muy confiados en el equipo que teníamos. Eso nos permitía tener una tranquilidad. En juego y personalidad el equipo había demostrado durante toda la Copa que era protagonista. Haciéndonos fuertes de local y visitante, donde ganamos casi todos los partidos, nos permitimos soñar.

Jorge Gordillo, una pieza inamovible
Jorge Gordillo, una pieza inamovible para el Bambino Veira (Crédito: @gordillomjorge)

La cabeza del equipo era el Bambino Veira. ¿Cómo era como entrenador?

El Bambino tenía un cuerpo técnico muy importante, con el profe (Alfredo) Weber, que físicamente todos decían que volábamos. Estábamos impecables. También estaba (Fernando) Nano Areán, que era su ayudante de campo. Tácticamente veía muy bien los partidos, era el encargado de ver a los rivales. Y el Bambino te hacía creer que vos podías. El convencimiento que teníamos hacia ese cuerpo técnico después hacía que en la cancha hiciéramos todo más fácil. El Bambino te hablaba y te convencía.

En el día a día éramos un grupo muy alegre, pero a la hora de trabajar éramos muy serios. Entendíamos muy bien lo que teníamos que hacer. Él nos transmitía esa tranquilidad. Él consiguió algo muy importante, que era que los que les tocaba jugar y los que no estuvieran siempre bien. Eso, para un equipo, para un grupo, es muy importante. Todos tirando para el mismo lado.

En el camino les tocó eliminar a Boca, el clásico rival

En esa época se jugaba diferente, en la fase de grupos te enfrentabas con algún equipo de tu país. Y de los cuatro equipos clasificaba sólo uno. A nosotros nos tocó Boca, con dos equipos uruguayos, como Peñarol y Montevideo Wanderers. Empatamos 1 a 1 el primer partido en cancha de Boca y después, ya clasificados, le ganamos 1 a 0 en cancha de River. El único punto que dejamos en ese momento, que se sumaba de a dos, fue contra Boca, pero fuimos superiores a ellos en toda la Copa.

La final fue contra el América de Cali, que contaba con varias figuras

Tenía a los mejores jugadores de Colombia y muchos extranjeros de gran categoría. En ese momento estaban (Julio César) Falcioni, (Roberto) Cabañas, (Ricardo) Gareca, (Carlos) Ischia, (Juan Manuel) Battaglia. Tenían varios futbolistas de selección, como Willington Ortiz. Era un gran plantel, sumado a un entrenador que para la época era muy importante, como (Gabriel) Ochoa Uribe. Era un rival difícil.

Nosotros tuvimos la suerte de ganar el primer partido en Colombia con goles de (Juan Gilberto) Funes y el Beto (Alonso). Sabíamos que iba a ser complicado, pero teníamos equipo para saber que la Copa se podía quedar en casa.

El Tapón Gordillo ganó el
El Tapón Gordillo ganó el campeonato local, la Libertadores y la Intercontinental en 1986 (Crédito: @gordillomjorge)

En ese entonces el América de Cali contaba con el apoyo económico del Cartel de Cali, liderado por los hermanos Rodríguez Orejuela. ¿Esto les generó algún tipo de temor en la previa?

La verdad que sólo pensábamos en lo futbolístico. Nosotros fuimos sabiendo que íbamos a jugar al fútbol. Nosotros estábamos mentalizados en lo que íbamos a hacer. Teníamos en claro lo que queríamos, que era ganar la Copa. Estábamos sólo enfocados en eso. No nos apartaba nada.

¿Por dónde pasó la clave de esa final?

Por la mentalidad que demostró el equipo. Tuvimos mucha personalidad para plantarnos y hacerlo como lo hicimos durante toda la Copa. River siempre trataba de ser protagonista y jugar de la misma manera en todas las canchas. En el primer tiempo íbamos ganando 2 a 0, y luego nos hicieron el descuento. Pero los superamos en lo futbolístico, no nos superaron. River se defendía con la pelota. Estábamos bien, porque todo el grupo era muy generoso a la hora de correr.

¿Marcaron un quiebre en la historia de River al ser los primeros en ganar la Copa Libertadores?

River siempre fue grande, y lo sigue siendo, pero le faltaba esa Copa. Saber que lo podíamos lograr, y saber que podíamos quedar en la historia, fue un incentivo. Lo que busca un jugador que es surgido de Inferiores es poder quedar en la historia de su club.

¿Cuál fue el mejor equipo de River: el del 86 o el de Marcelo Gallardo?

Todos los equipos que les dan alegrías a los hinchas de River quedan en la historia. Nosotros, como los que siguieron logrando cosas para River, somos importantes. No me modifica nada pensar cuál fue el mejor. Todos los que les dan alegrías a los hinchas son los mejores.

Además de ser los primeros en ganar la Copa Libertadores en River también fueron los únicos en proclamarse campeones del mundo, al ganar la Intercontinental.

Para nosotros fue cerrar un año bárbaro. Salir campeones del mundo fue la frutilla del postre.

En ese momento no era tan fácil acceder a la información como ahora, gracias al uso de Internet. ¿Qué sabían del Steaua Bucarest de Rumania?

No mucho. El Bambino había conseguido tres cassettes de algunos partidos del Steaua. Él nos dijo lo que vio en los videos, cómo se movía el rival. Nosotros, durante 2 ó 3 meses trabajamos en base a lo que hacía el equipo rumano. Por suerte pudimos ganar el partido.

Por momentos la pasamos mal. Ellos eran un muy buen equipo, eran la base de la selección rumana. Pero nosotros teníamos personalidad y jugadores de experiencia. Supimos manejar el partido. De una genialidad del Beto (Alonso), más una astucia de Antonio (Alzamendi) para definir una jugada rápida, pudimos abrir el partido. Sufrimos, pero lo ganamos. Fue una alegría muy grande.

Estuvo internado por coronavirus. ¿Cómo se encuentra actualmente?

Gracias a Dios, bien. Estuve 15 días internado. Eso fue lo más difícil, estar sólo. Estoy bien, y sin ninguna secuela. Tenía neumonía bilateral, estuve con oxígeno. Pero por suerte no pasó más allá de eso. Estuve 12 días con oxígeno, hasta que me lo fueron quitando paulatinamente. La soledad fue lo más duro. Cuando jugaba tenía que estar fuerte de la cabeza, por ahí eso me ayudó a sobrellevar ese momento.

Usted trabaja actualmente en las divisiones inferiores de River. ¿Cómo ve el proyecto del club?

La verdad que es muy bueno. River siempre tuvo buenas inferiores, pero el hecho de que un entrenador como (Marcelo) Gallardo, que ha logrado tanto, esté compenetrado tanto da un incentivo extra. Mira las inferiores, conoce todo. Eso le da motivación a los chicos.

Durante todos estos años, ¿hubo algún joven que lo sorprendió?

Siempre tuve jugadores que luego han jugado en Primera. Hace mucho tiempo que estoy y me tocó dirigir a muchos, pero Andrés D’Alessandro fue uno de los primeros que me dejó marcado. Es un jugador de esos que ves y sabés que van a ser importantes.

¿Cómo ve a los jóvenes que hoy están en Primera?

Bien. Por eso en este proyecto hay que nombrar a (Marcelo) Gallardo, porque ha sabido manejar muy bien el tema de los chicos. Les da vuelo y los va mechando para formar parte del primer equipo. Es importante que un entrenador les de rodaje y la oportunidad una vez que están consolidados.

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