El estadio de Huracán quedó fue clausurado por el término de cinco días luego de la derrota con Boca por 3 a 0, en el partido correspondiente a la 16ta. fecha de la Liga Profesional, tras la medida tomada por la Fiscalía de Eventos Masivos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La fiscal Celsa Ramírez dispuso la faja que prohíbe el acceso a las instalaciones del Tomás Adolfo Ducó por infracciones al Código Contravencional y para secuestrar información tendiente a determinar si se cumplió con el aforo del 50 por ciento habilitado para los espectadores.
En este sentido, se labraron 13 actas por distintas irregularidades, entre ellas una por derecho de admisión a un hincha (artículo 61) y una por prestar servicio de cuidacoches (artículo 91). También se efectuaron seis actas por la omisión de recaudos de seguridad por parte de la organización (artículo 113), una por incitar al desorden (artículo 118), una por pirotecnia (artículo 125) y tres por perturbar los ingresos e incitación al desorden (artículo 106/118).
La jornada en Parque Patricios fue caótica. Desde el momento en el que los simpatizantes fueron reprimidos por las autoridades policiales con gases lacrimógenos hasta el repudiable gesto que tomaron los hinchas cuando el espectáculo se desarrollaba en el primer tiempo.
Tanto el entrenador de Boca, Sebastián Battaglia, como los suplentes del conjunto xeneize reaccionaron ante los escupitajos lanzados por los espectadores quemeros desde la platea Miravé, lo que llevó al árbitro Nicolás Lamolina a detener momentáneamente el partido.
Iban 38 minutos cuando el juez interrumpió las acciones a raíz de los reclamos del cuerpo técnico y los relevos del conjunto visitante. “Nos están salivando”, fue la queja que hicieron del lado boquense, señalando hacia una decena de hinchas locales que se habían subido al alambrado para insultarlos y agredirlos. La imagen ya se había visto unos minutos antes: cada vez que un jugador de Boca se acercaba al lateral, varios fanáticos del Globo bajaban las escaleras a toda velocidad para intimidarlos.
Eso llevó a los futbolistas de Huracán a acercarse hasta el lugar en el que se encontraban los simpatizantes más exaltados. Marcos Díaz corrió desde su arco hasta ese punto para pedirles calma y así poder reanudar las acciones. Luego de algunos minutos, la pelota volvió a rodar, aunque con un clima tenso del otro lado de la línea de cal.
Este no es el primer incidente que se registra desde el regreso de los hinchas a los estadios luego de un año y medio de ausencia por la pandemia de coronavirus. En la fecha pasada, simpatizantes de Banfield agredieron a jugadores de River arrojándoles objetos y escupiéndolos desde una de las plateas. Este comportamiento motivó un comunicado en el cual el club del Sur bonaerense informó que procederá a identificar a los socios involucrados en estos hechos para luego aplicarles las medidas disciplinarias pertinentes.
La clausura del Palacio Tomás Adolfo Ducó le impedirá actuar allí al equipo femenino del club, que mañana será local ante Comunicaciones por la octava fecha del torneo Clausura. Huracán recuperará la disponibilidad de su estadio tres días antes del clásico con San Lorenzo, previsto el domingo próximo a las 18 por la 18va. fecha de la LPF.
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