Argentina empató en su visita a Paraguay y continúa como firme escolta de Brasil en las Eliminatorias Sudamericanas. Pese a la igualdad sin goles y a los ocho puntos que lo separan de la Verdeamerlha, que venció a Venezuela como visitante, la Albiceleste sacó provecho del empate entre Uruguay y Colombia y continúa en zona de clasificación al Mundial de Qatar 2022.
El equipo de Lionel Scaloni aventaja por tres unidades a Uruguay y Ecuador y marcha a cinco de Colombia, que ocupa el puesto de Repechaje. A todo esto, aún aguarda por la resolución del encuentro suspendido ante Brasil en el Arena Corinthians de San Pablo. Este domingo, Argentina recibirá a Uruguay, mientras que el próximo jueves hará lo propio ante Perú, ambos en el estadio Monumental.
Como lo manifestó el propio Scaloni al término del partido en la conferencia de prensa, por todo esto fueron “buenas las sensaciones” que dejó el empate sin goles en Asunción. El partido fue muy friccionado y cortante por las reiteradas infracciones que cometió el equipo de Eduardo Berizzo. Sin embargo, en el complemento los guaraníes equilibraron el juego y tuvieron ocasiones claras para anotar.
Fue tal la búsqueda del resultado, ante un planteo muy inteligente de Paraguay, que Scaloni terminó formando un once inédito. Con los cambios del complemento, donde el DT buscó mayor velocidad y verticalidad en el atque, lo logró con el Papu Gómez, Argentina jugó los últimos 20 minutos con el siguiente equipo: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Guido Rodríguez, Leandro Paredes; Nicolás González, Lionel Messi, Alejandro Gómez; y Julián Álvarez.
Los cambios de Scaloni fueron: Tagliafico por Marcos Acuña, Papu Gómez por Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez por Ángel Di María, Nicolás González por Giovani Lo Celso y Julián Alvarez por Joaquín Correa. Esto generó un cambio de esquema más ofensivo, que terminó haciendo figura al arquero paraguayo Antony Silva.
Y justamente Silva fue el protagonista junto con Nicolás Otamendi de un fuerte cruce verbal que no terminó en un mayor escándalo de casualidad. Restaban apenas seis minutos más el descuento cuando tras una jugada aérea, el marcador central argentino cayó al área reclamando penal. De inmediato los jugadores paraguayos le recriminaron y fue el arquero quien lo hizo con mayor vehemencia intentando, en vano, que el defensor se levantara rápido.
La otra perlita que dejó el partido se dio una vez que el árbitro brasileño Daronco pitó el final del partido. Varios fanáticos, muchos de ellos paraguayos, invadieron el campo de juego del Defensores del Chaco para obtener una selfie con Lionel Messi, quien como suele ocurrir aceptó, aunque a regañadientes ya que el equipo no había podido lograr el objetivo máximo del triunfo.
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