La derrota de Boca Juniors en el Superclásico no será pasada por alto por el Consejo de Fútbol. Es cierto que todavía resta mucho por disputarse en la actual Liga Profesional (11 partidos), pero la diferencia con el líder River se estiró a 9 puntos y hoy podría ser mayor si Talleres de Córdoba le gana a Defensa y Justicia. La clasificación a la Libertadores 2022 será el objetivo hasta fin de año y las dos vías más potables para el equipo de Sebastián Battaglia hoy por hoy son por medio de la obtención de la Copa Argentina (disputará las semifinales con el ganador de la llave Argentinos Juniors-San Telmo) y la Tabla Anual que sellará los boletos de los tres primeros. Actualmente el Xeneize, que tiene asegurado su pase a la Sudamericana (por ser campeón de la Copa Maradona), está a 6 unidades de distancia del último en entrar a la Copa y con varios equipos en medio.
Cumplido o no ese objetivo, el CDF realizará un balance de fin de año y definirá la continuidad de varios elementos del plantel dirigido por Battaglia, que también tiene vínculo hasta diciembre. En pos de mejorar y potenciar al plantel y grupo, el Consejo de Fútbol estudia todas las alternativas posibles que ofrece el austero mercado interno, pero también plantea nuevos y distintos panoramas frente al hipotético arribo de ofertas por algunos de sus elementos en la siguiente ventana veraniega. En ese sentido, varios de los colombianos son los apuntados para cruzar la puerta de salida.
La directiva azul y oro desarrolla un plan de blindaje de promesas de la cantera: así es que en caso de llegar propuestas desde el exterior por algunos de los juveniles de buena pinta que asoman en la Primera, solamente se desprenderán por montos considerables. Son los casos de Agustín Sandez, Valentín Barco (15 millones de dólares cada uno), Alan Varela (12 millones de euros hasta el año próximo y luego 18 millones), Ezequiel Fernández (10 millones de dólares), Cristian Medina y Aaron Molinas (no trascendieron las cifras, pero fueron aumentadas tras las firmas de sus contratos).
Quien tomó la palabra por el caso Sebastián Villa en las últimas semanas fue Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol: ¿qué debe pasar para que el jugador vuelva a ser considerado para partidos oficiales? “Que acate cada una de las medidas que se toman y que demuestre que está de acuerdo con cada medida que se está haciendo. Las actitudes tienen que demostrarlo. Con el arrepentimiento de rodillas yo nunca estuve de acuerdo. Uno con los actos demuestra el respeto, el cariño y la valoración que tiene hacia las personas e instituciones y todo lo que hace en la vida”, especificó el Patrón.
El ex Deportes Tolima apenas lleva disputados dos partidos oficiales en lo que va del semestre (ambos por la serie contra Atlético Mineiro en los octavos de la Libertadres) y además de haber perdido ritmo futbolístico también cayó su valor en el mercado por la falta de rodaje. Desde Boca rechazaron algunas ofertas del exterior, motivo que llevó a Villa a abandonar el país el mes pasado para acompañar a su madre en una operación de corazón. Allí se produjo una fractura.
El capitán Carlos Izquierdoz, previo al duelo con River, se refirió a su relación actual con el resto del plantel: “Sebastián tomó una decisión y hay que estar en el lugar de él. No estoy al 100% de lo que pasa por su cabeza, su vida familiar ni su situación económica. El club dejó clara su postura y nosotros como compañeros aceptamos lo que él decidió, pero no por esa razón tenemos que estar de acuerdo. Está entrenando aparte, no sé hasta cuándo durará la sanción. El día de mañana, si el club decide que tiene que volver a integrarse, tendrá que demostrar y ganarse la confianza de todos”.
La guerra entre las partes (Villa-dirigencia) está declarada, pero el futbolista posee vínculo hasta 2024 y deberá cumplirlo a como dé lugar. Villa pasó de ser considerado por Riquelme como el jugador más destacado del fútbol argentino a entrenarse apartado del plantel por su cuestionable actitud y ser acusado de haberle faltado el respeto al escudo. El CDF no quiere sentar un precedente con este caso de “rebeldía” y actuó con mano dura. No cerraron la puerta para su regreso a las canchas y de hecho sería indultado en las próximas semanas (ya comenzó a hacer algunos trabajos con sus compañeros), pero mantienen entreabierta la de salida por si llega una oferta considerable.
El agente de Edwin Cardona advirtió el fastidio que sintió su representado tras no haber sido convocado luego de reponerse de una lesión. Enseguida retornó a las canchas y fue incluido como titular en los últimos duelos, incluso en el Superclásico. Ante la expulsión de Marcos Rojo, Battaglia decidió sacrificarlo: el enganche se ofuscó y se fue insultando al aire por la determinación del DT. Obviamente es entendible la impotencia que se generó por el hecho de tener que salir a los 19 minutos de un derby tan importante, pero su reacción no hizo más que echar leña al fuego a su situación actual.
En el club no quedaron a gusto con las vacaciones que se tomó tras disputar la Copa América con Colombia, motivo por el cual se ausentó en la serie ante el Mineiro por la Libertadores, aunque comprendieron que estaba en su derecho. Eso sí: su decisión le restó muchísimo crédito frente a la posibilidad de ejecutar su opción de compra estipulada en 5 millones de dólares para fines de diciembre. En la previa al duelo con River, Izquierdoz expuso una situación personal que dejó en evidencia al colombiano: había sido convocado para disputar los Juegos Olímpicos con la selección argentina, pero optó por quedarse en Boca para no perderse los octavos de la Copa. “El día de mañana mis compañeros me iban a poder reprochar cualquier situación”, comentó Cali.
Desde la Ribera le afirmaron a este medio que no existen chances de que desembolsen esa suma para retenerlo, pero aparece otra alternativa: renegociar con Xolos de Tijuana la cifra de su transferencia, ya que su agente argumentó que es imposible renovar el préstamo. Por lo pronto, el enganche que cumplirá 29 años en diciembre volvió a jugar y demostró que sus cualidades técnicas están intactas pese a no haberse exhibido en la mejor forma física.
El tercer colombiano en discordia es Frank Fabra, quien tiene contrato en Boca hasta diciembre de 2023. El lateral izquierdo de 30 años acaba de cambiar de representante, que precisó detalles sobre su futuro: “Podría ser una buena opción para Boca venderlo. Estar mucho tiempo en un lugar a veces desgasta las energías. Si está la chance, le sirve al club y a él, lo haremos. Él quiere una chance en Europa. Si se da ahí, encantado”.
Fabra perdió protagonismo con las promociones al plantel profesional de los juveniles Agustín Sandez y Valentín Barco, dos proyectos ponderados por el cuerpo técnico y la dirigencia. Además de haber sufrido duras críticas por una parte de los hinchas por su nivel en el último tiempo. No obstante Battaglia le concedió la titularidad en los últimos compromisos y hasta fue inicial en el Superclásico de ayer. Su agente aseguró que tiene muy buena relación con Riquelme, pero lo cierto es que ante una oferta potable que por cierto el propio jugador buscará, se desprenderían de su ficha.
El que repuntó en el último tiempo -con la excepción del Superclásico de ayer en el que prácticamente todo Boca terminó reprobado- fue Cristian Pavón, un futbolista que se mantuvo en conflicto con el Consejo desde su regreso de la MLS. A fuerza de entrenamientos y buenas actuaciones, se ganó un lugar en la consideración de Russo, en primera instancia, y Battaglia después. Es una alternativa más que importante dentro del plantel. No obstante, su futuro está en “veremos”.
Su vínculo expira a mediados de 2022 y no está claro si las partes se acercarán para negociar una renovación. Para activar una venta, habría que apurar los trámites antes de enero del año próximo, fecha en la que el futbolista quedará habilitado para negociar con otros clubes para firmar en condición de libre en junio. ¿Habrá posibilidades de zanjar viejos rencores y rubricar la renovación?
Finalmente otro de los posibles alejamientos de figuras relevantes del plantel xeneize se fija en Lisandro López. El zaguero que fue contratado por la gestión anterior se ensambló a la perfección con Carlos Izquierdoz e integró una de las mejores duplas centrales del país en el último tiempo. Sin embargo, tras la contratación del peruano Carlos Zambrano, comenzó a perder protagonismo durante el mandato de Russo. Y luego tuvo como competidor a Marcos Rojo, que llegó para quedarse.
Licha aseguró una y otra vez sentirse muy a gusto en Boca, pero sabe que corre de atrás con los otros dos referentes de la plantilla y no vería con malos ojos militar en otra liga por falta de minutos en cancha. En el último mercado tuvo una oferta de Arabia Saudita excelente desde el punto de vista económico, pero desmotivadora en lo deportivo. Su representante ya anunció que en caso de no revertirse su suplencia, buscará nuevos rumbos. El hecho de que sea considerado como cuarto marcador central dentro del plantel (ayer Battaglia priorizó nuevamente a Zambrano cuando expulsaron a Rojo) pudo haber sido la gota que rebalsó el vaso para él. Su vínculo expira en junio de 2023.
EL CASO DEL TOTO SALVIO
Boca contará con una especie de refuerzo para el último tramo del año. Eduardo Salvio, quien sufrió la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla izquierda a fines de febrero (partido ante Sarmiento de Junín en la Bombonera), ya se entrena junto al resto del plantel luego de haber atravesado una extensa rehabilitación. El Toto aseguró que se muere por jugar lo antes posible y hasta llegó a rumorearse que iría al banco de suplentes ante River. Lo cierto es que le faltan varias semanas para ponerse a punto en el plano físico y futbolístico.
El futbolista de 31 años tiene vínculo con la institución hasta mediados del año próximo. Es prematuro hablar de su continuidad en el Xeneize ya que todavía no se iniciaron contactos con su entorno para una probable renovación. Primero, estudiarán cómo es su retorno a las canchas en partidos oficiales. Luego, se procederá a iniciar una negociación.
Vale repasar las declaraciones que hizo el futbolista a principios de este año: “Si viene algo mejor, lo voy a analizar con mi representante. Si es mejor para mí, me voy a ir. Sé la situación del país. Hoy gracias a Dios tengo a mis papás mejor de salud. El día de mañana pienso vivir en Madrid. Si llego a tener algo, analizaré”. Salvio explicó que en Boca percibe la mitad del dinero que ganaba en Benfica, pero aclaró: “En felicidad, en fútbol... no hay comparación. Lo que uno vive en Boca no se iguala”.
Su futuro es una incógnita y dependerá de muchas variables: cuál será su nivel en las próximas semanas, la preponderancia que tendrá dentro del plantel de acá a fin de año y en 2022, los objetivos que se planteará el equipo (¿disputará o no la Libertadores?), su situación familiar y personal y los hipotéticos intereses de clubes del exterior.
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