Si bien el regreso del público a los estadios viene ocurriendo desde el viernes, la verdadera prueba de fuego para el Gobierno fue este domingo en el Monumental. El Superclásico tuvo 36.000 hinchas en cancha, pero sobre un total de 44.000 abonados que tiene River Plate en su padrón. Eso, sin contar con la gran cantidad de hinchas que no están adheridos a Tu lugar en el Monumental, pero que sí son socios y son quienes completan el estadio cada vez que el equipo de Gallardo juega de local. Por eso, hubo un operativo tan súper como el partido, previendo que no sólo iban intentar ingresar los afortunados que lograron habilitar su carnet para el match.
En principio, tanto River como el Gobierno aseguraron que sería un partido libre de barras. Cierto es que el Monumental fue el único estadio de la Argentina donde durante la pandemia no se vieron las banderas típicas de Los Borrachos del Tablón. Y que desde aquella fallida final de Copa Libertadores contra Boca en diciembre de 2018 que terminó con una causa judicial, no sólo para la barra sino también para algunos empleados de la institución, el poder de Los Borrachos disminuyó sensiblemente. Dejaron de aparecer los días de semana por el club, tuvieron prohibición de concurrencia para 300 de ellos que sumados a los que ya estaban elevaron la lista a más de 400, y se vivieron jornadas pacíficas en Núñez, más allá de que había encuentros donde se hacía evidente dos cosas: que la facción disidente había vuelto a aparecer, ubicando a los suyos en la tribuna Centenario, mientras que la oficial aún mostraba cierta influencia cuando mandaba a nuevos barras a armar un cordón para dejar el centro de la popular vacía, como para que la presencia se note por el antónimo, la ausencia.
¿Eso supone que esta tarde no iba a haber ninguno en cancha? No es la información que recabó Infobae. Cerca de 350 barrabravas los que se repartieron entre la Sívori alta, la baja y la Centenario, aunque camuflados y bajo la promesa de no hacerse notar con insignias y mucho menos con canciones que muestren la fractura interna de una barra que, se insiste, perdió mucho poder. En la Sívori se ubicaron los que aún responden a Caverna Godoy, no tienen derecho de admisión y lograron entrar a la validación del carnet. No son muchos. Del otro lado a la Centenario, los que se referencian en el Zapatero (Saviolita fue asesinado durante la pandemia) que venían yendo antes del parate de marzo de 2020 y lograron también revalidar su plástico en Tu Lugar en el Monumental. Y si bien no hubo banderas de los Borrachos, sí estuvieron las de las peñas e hinchas comunes que debieron entregarlas ayer en Seguridad para ser requisadas y hoy, previo a la apertura, serán colgadas por banderilleros ya identificados.
El otro foco de conflicto fue lo que pudiese pasar afuera con aquellos que se quedaron justamente, afuera. Hinchas comunes, miembros de filiales y barras de ambas facciones, pero sobre todo la del Oeste, esperarían que algún tumulto en el ingreso les permita sortear los molinetes para los que no tienen acceso. Previendo esto, River hizo una movida muy interesante: esta tarde estrenó un sistema de molinetes a 150 metros de los ingresos al Monumental, para que no haya aglomeraciones en las puertas. Y al lado de cada empleado que maneje el molinete hubo guardias de seguridad privados y policías de la ciudad. Si el carnet que se apoya no estaba autorizado, aparecía la cruz roja en el sistema y se lo rechazaba. Y al haber policías y seguridad privada, más una unidad fiscal móvil, quien lo intente sería demorado. Y esta situación, se supone, fue disuasiva para todo el resto. Así, quienes llegaron a las puertas de ingreso serían sólo los autorizados y entonces no se produjeron demasiadas aglomeraciones que generen situaciones conflictivas.
Por su parte, el Comité de Seguridad del Fútbol dispuso un operativo de 1200 policías, lo que eleva el operativo a 1500 efectivos considerando los 300 de seguridad privada. El tránsito estuvo cortado desde las 11, las puertas se habilitaron a las 14 y hubo un triple anillo de seguridad en 10 cuadras a la redonda. Y en el primero de los tres controles no sólo se pidió el carnet habilitante sino que se controló por medio de la app Cuidar que quienes asistían tengan al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, y el certificado habilitante para eventos masivos.
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